Colaboraciones

ENTIENDO QUE ESTÉS ENFADADA CON LA “BURROCRACIA”, TINA





“El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”.

Winston Churchill


Mi vida:

Entiendo tu enfado con la burocracia más burra, Tina.

Mientras te leía, recordaba el artículo periodístico “Vuelva usted mañana”, de Mariano José de Larra (hilarante, sí, pero también acerbo, muy crítico). Parece que, en varios casos puntuales, la mejora no ha suplido todavía, como debiera, al evidente retraso. En esta piel de toro puesta a secar al sol, que hoy vuelve a calentar lo suyo, en el terreno de la Administración (no adviertas, por favor, menoscabo en mis palabras; ergo, menos aún, recochineo por mi parte), hemos avanzado a grandes trancos, pues estamos a años luz de vosotros, considero. Aunque en España también hay una legión de funcionarios sin funciones o que no funcionan, o sea, incompetentes, porque siguen estando sin estar (quiero decir, sin ocupar, por supuesto) en sus puestos de trabajo.

Siento el oro (pues el tiempo lo es, sin ninguna hesitación) que perdiste ayer y el que, me temo, volverás a dilapidar hoy por culpa de unos necios redomados.

No te desanimes, cariño. A pesar de los mil y un bretes o reveses que tendrás que superar, no podrán contigo. A veces pienso que eso es lo que pretenden los sandios, que quienes procuramos ser eficaces y honrados en nuestro normal, natural y diario proceder claudiquemos, que tiremos la toalla, o, como nos gusta decir a ambos, todo por la borda.

Puedes estar segura de que, aunque tengas la impresión refractaria de que nadie te entiende, somos muchos los que comprendemos que sigas dando, aquí, ahí y allí, donde te halles, un sinfín de consejos con sus correspondientes ejemplos, lecciones con sus respectivas muestras de tu responsabilidad. Y es que, como dejó escrito o adujo Marco Tulio Cicerón, “luce sunt clariora tua concilia omnia (todos tus consejos son más claros que la luz)”.

No creo que seas pesimista (ya sabes la distinción que hizo el autor del exergo que abre esta urdidura –o “urdiblanda”-, el polémico Premio Nobel de Literatura de 1953, al respecto, “un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”), sino realista a machamartillo y hasta a ultranza.

Me parece que todos los pueblos del mundo necesitan de eso, de políticos buenos y decentes. Cada día estoy más de acuerdo con la definición que dio Louis Dumur: “La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”.

Olvidábaseme decir que espero que hallaras lo que andabas buscando. O, en su defecto, que prometieras a Santa Clara una docena de huevos. Tu migraña de anoche tuvo que ver, seguramente, con el hecho de no haberlo encontrado, por haberse extraviado o haberlo perdido.

Te (man)da besos gordos quien te ama con pasión de recién casado, tu

Félix Unamuno.


Ángel Sáez García


   
Lunes, 23 de Junio 2008
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