Si algo ha dejado claro el 38º Congreso Federal del PSOE ha sido su incapacidad para la regeneración, su soberbia colectiva, la carencia de una cantera de donde surjan nuevos valores capaces de hacer una política auténticamente social, honrada y democrática. Es tanta la mugre que se ha adherido al puño y la rosa que ya no hay nadie en ese partido capaz de limpiarlo, no hay forma de sacarle brillo.
Los delegados encargados de nombrar a su jefe, han elegido de entre lo malo lo peor, o de entre lo peor lo pésimo. Es difícil saberlo. Lo que sí parece claro es la trayectoria a seguir que se han marcado. La decadencia, posiblemente la escisión o, con suerte, caer en un estado comatoso del que difícilmente podrán salir al cabo de muchos años.
La recuperación del PSOE ya no está en ellos, depende de la acertada o errónea política del PP. El Gobierno de Rajoy poco tiene que hacer para mejorar la gestión de los de Zapatero. Pero es mucha la labor que tiene por delante. Primero, corrigiendo los desastres económicos, sociales y políticos del PSOE. Segundo, haciendo una buena política para los españoles basada en la honradez. Algo casi imposible si nos fijamos en el currículo de la mayoría de políticos que padecemos en España. Pero si lo hace medianamente bien, tendremos PP por muchos, muchos años.
UpyD, de Rosa Díez, podría ser la alternativa al PSOE. Debe aprovechar, sin perder tiempo, el despertar de la mayoría de españoles de ese amodorramiento en el que han sesteado a la sombra de Zapatero. No debe cometer fallos, porque a ella no se los perdonarán. Debe insistir una y otra vez en una nueva ley electoral, en lo de las competencias de las Autonomías (Educación, Sanidad, Justicia y Fiscalidad), en la democratización de los partidos políticos, en la independencia de la Justicia y en una mejor distribución de la riqueza entre los españoles. Posiblemente sea la única esperanza de regeneración del socialismo (necesario para la alternancia) que le queda a España.
Rubalcaba no puede ser ese regenerador que necesitan los socialistas. Su pasado político lo descalifica y su futuro puede ser funesto. A poco que el PP haga lo que debe, desde la posibilidad que le da tener el Gobierno, investigar a fondo todo lo sucedido tras el atentado del 11-M (manipulación y destrucción de pruebas, falsas informaciones desde algunos medios de comunicación, inhibición total en la persecución de los verdaderos autores y cerebros de la masacre, juicio fallido a los acusados…) y la traición vergonzante del caso Faisán, Rubalcaba, puede resultar como esos barcos del conocido juego, tocado o hundido.
España precisa con urgencia una regeneración global de sus políticas, una desinfección de la mayoría de los dirigentes políticos y una renovación-sustitución de casi todos ellos.
Que así sea.
Virholmes, 05/02/2012.
Los delegados encargados de nombrar a su jefe, han elegido de entre lo malo lo peor, o de entre lo peor lo pésimo. Es difícil saberlo. Lo que sí parece claro es la trayectoria a seguir que se han marcado. La decadencia, posiblemente la escisión o, con suerte, caer en un estado comatoso del que difícilmente podrán salir al cabo de muchos años.
La recuperación del PSOE ya no está en ellos, depende de la acertada o errónea política del PP. El Gobierno de Rajoy poco tiene que hacer para mejorar la gestión de los de Zapatero. Pero es mucha la labor que tiene por delante. Primero, corrigiendo los desastres económicos, sociales y políticos del PSOE. Segundo, haciendo una buena política para los españoles basada en la honradez. Algo casi imposible si nos fijamos en el currículo de la mayoría de políticos que padecemos en España. Pero si lo hace medianamente bien, tendremos PP por muchos, muchos años.
UpyD, de Rosa Díez, podría ser la alternativa al PSOE. Debe aprovechar, sin perder tiempo, el despertar de la mayoría de españoles de ese amodorramiento en el que han sesteado a la sombra de Zapatero. No debe cometer fallos, porque a ella no se los perdonarán. Debe insistir una y otra vez en una nueva ley electoral, en lo de las competencias de las Autonomías (Educación, Sanidad, Justicia y Fiscalidad), en la democratización de los partidos políticos, en la independencia de la Justicia y en una mejor distribución de la riqueza entre los españoles. Posiblemente sea la única esperanza de regeneración del socialismo (necesario para la alternancia) que le queda a España.
Rubalcaba no puede ser ese regenerador que necesitan los socialistas. Su pasado político lo descalifica y su futuro puede ser funesto. A poco que el PP haga lo que debe, desde la posibilidad que le da tener el Gobierno, investigar a fondo todo lo sucedido tras el atentado del 11-M (manipulación y destrucción de pruebas, falsas informaciones desde algunos medios de comunicación, inhibición total en la persecución de los verdaderos autores y cerebros de la masacre, juicio fallido a los acusados…) y la traición vergonzante del caso Faisán, Rubalcaba, puede resultar como esos barcos del conocido juego, tocado o hundido.
España precisa con urgencia una regeneración global de sus políticas, una desinfección de la mayoría de los dirigentes políticos y una renovación-sustitución de casi todos ellos.
Que así sea.
Virholmes, 05/02/2012.