Cuanto más pequeño sea el Estado, mejor funciona el país. Eso ha sido así casi desde siempre. Y así era hasta que el socialismo, en sus diferentes versiones, aumentó la burocracia y por tanto el Estado, siempre controlado por una élite oportunista y profesional del poder, de forma que ya todo fue Estado. Incluso el fascismo, que endiosa al Estado, nunca llegó a aumentar tanto el tamaño del Estado como el socialismo.
Esto tiene su lógica porque cuanto mayor sea el Estado más control se tiene sobre los ciudadanos, que el comunismo convierte en proletarios, teóricos dueños del poder, pero reducidos a la obediencia por la fuerza y controlados mediante el miedo a perder el trabajo y la subsistencia.
En países como España, el Estado crece en silencio, empujado poco a poco por totalitarios sin escrúpulos. El aumento del funcionariado y de las subvenciones crea una red clientelar de fidelidad absoluta, pues el que se mueve va al paro y en paro se pasa muy mal, especialmente si vienes de un lugar donde te pagan por hacer poco.
Por tanto hay que colocar a los adictos, pero como interinos y convocar pocas plazas de funcionario, porque una vez que son funcionarios, hacen lo que quieren y eso no conviene. Y cada puesto nuevo son varios votos, pues toda la familia vota para que el niño o la niña se mantenga y gane un sueldo, ya que es incapaz de ganarlo en otro sitio y además trabajaría mucho más.
Luego viene una crisis y nadie sabe como afrontarla, pero eso es irrelevante porque paga el dinero público, que, como se sabe, no es de nadie. Recordemos la crisis anterior, cómo despilfarraron miles de millones en obras innecesarias y en dispendios varios, que sirvieron para que algunos se enriquecieran más porque la constante a lo largo del tiempo es que los ricos, se enriquecen más a costa de la clase media, que debe desaparecer.
Todo el que se mete en un partido sueña con un cargo, el que sea, pero que le permita cobrar sin trabajar mucho porque en otro sitio se cobra menos o no se cobra, que es lo que ocurre a bastantes.
El otro día hablaban de algún asesor que no tiene ni idea, pero cobra un buen sueldo. Hace tiempo que explicaron que los llamados "pegacarteles", es decir los que tienen en el partido de "traidores" (trae esto, trae aquello), al final se les da un cargo y suele ser de asesor, que es una forma de no dar golpe y cobrar un dineral.
Y el estado engordando y engordando. Y así seguirá mientras quede clase media, cuando todos seamos proletarios, a ver que hacen, porque con los proletarios las revoluciones son posibles y cuando se monta la revolución, la masa suele cortar algunas cabezas. Pero mientras...
Dicen que la aspiración de "Coleta Morada" es entrar en el Consejo de Estado, que es un órgano inútil, tal vez el más inútil de todos, pero donde se cobra un dineral por ser un "jarrón chino" y sin tener que aconsejar nada. Pero con el escándalo que se ha montado, tal vez la cosa se le fastidie.
A pesar del silencio mediático, el culebrón Dina sigue y ya veremos donde llega.
Ayer oí que no se pueden subir los impuestos porque se recaudará menos. La razón es simple, al alcance hasta de un marxista: cerrarían muchos negocios, aumentaría el paro y aumentaría el fraude. Pero seguramente la señora Montero (Marisú para sus amigos) seguramente no se enterará de algo tan simple y los subirá.
Y sin embargo hay mucha gente que le volverá a votar a los socialistas, aunque a los podemitas, cada vez menos.
Vanlop
Esto tiene su lógica porque cuanto mayor sea el Estado más control se tiene sobre los ciudadanos, que el comunismo convierte en proletarios, teóricos dueños del poder, pero reducidos a la obediencia por la fuerza y controlados mediante el miedo a perder el trabajo y la subsistencia.
En países como España, el Estado crece en silencio, empujado poco a poco por totalitarios sin escrúpulos. El aumento del funcionariado y de las subvenciones crea una red clientelar de fidelidad absoluta, pues el que se mueve va al paro y en paro se pasa muy mal, especialmente si vienes de un lugar donde te pagan por hacer poco.
Por tanto hay que colocar a los adictos, pero como interinos y convocar pocas plazas de funcionario, porque una vez que son funcionarios, hacen lo que quieren y eso no conviene. Y cada puesto nuevo son varios votos, pues toda la familia vota para que el niño o la niña se mantenga y gane un sueldo, ya que es incapaz de ganarlo en otro sitio y además trabajaría mucho más.
Luego viene una crisis y nadie sabe como afrontarla, pero eso es irrelevante porque paga el dinero público, que, como se sabe, no es de nadie. Recordemos la crisis anterior, cómo despilfarraron miles de millones en obras innecesarias y en dispendios varios, que sirvieron para que algunos se enriquecieran más porque la constante a lo largo del tiempo es que los ricos, se enriquecen más a costa de la clase media, que debe desaparecer.
Todo el que se mete en un partido sueña con un cargo, el que sea, pero que le permita cobrar sin trabajar mucho porque en otro sitio se cobra menos o no se cobra, que es lo que ocurre a bastantes.
El otro día hablaban de algún asesor que no tiene ni idea, pero cobra un buen sueldo. Hace tiempo que explicaron que los llamados "pegacarteles", es decir los que tienen en el partido de "traidores" (trae esto, trae aquello), al final se les da un cargo y suele ser de asesor, que es una forma de no dar golpe y cobrar un dineral.
Y el estado engordando y engordando. Y así seguirá mientras quede clase media, cuando todos seamos proletarios, a ver que hacen, porque con los proletarios las revoluciones son posibles y cuando se monta la revolución, la masa suele cortar algunas cabezas. Pero mientras...
Dicen que la aspiración de "Coleta Morada" es entrar en el Consejo de Estado, que es un órgano inútil, tal vez el más inútil de todos, pero donde se cobra un dineral por ser un "jarrón chino" y sin tener que aconsejar nada. Pero con el escándalo que se ha montado, tal vez la cosa se le fastidie.
A pesar del silencio mediático, el culebrón Dina sigue y ya veremos donde llega.
Ayer oí que no se pueden subir los impuestos porque se recaudará menos. La razón es simple, al alcance hasta de un marxista: cerrarían muchos negocios, aumentaría el paro y aumentaría el fraude. Pero seguramente la señora Montero (Marisú para sus amigos) seguramente no se enterará de algo tan simple y los subirá.
Y sin embargo hay mucha gente que le volverá a votar a los socialistas, aunque a los podemitas, cada vez menos.
Vanlop