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EL MUNDO CAMBIARÁ, PERO NO POR LA FUERZA, SINO A TRAVÉS DE LA FRATERNIDAD Y EL AMOR



El mundo está cambiando, pero ¿hacia dónde se dirige y qué saldrá de ese cambio? Unos tiran en una dirección y otros en otra. Unos pretenden algo que llaman «nuevo orden mundial» (NOM), pero que de nuevo tiene poco porque es más viejo que el colesterol, mientras que otros quieren acabar con la corrupción y con el envilecimiento del liderazgo para conseguir que los mejores ocupen el poder, en lugar de los peores, y el mundo sea más digno y justo.

Nadie duda que la gente miserable y sin valores ha conseguido romper todos los filtros y encaramarse en el poder en muchos países. El ejemplo del premier británico Boris Jonhson y sus indecentes fiestas en la residencia oficial del primer ministro, mientras el país estaba confinado por la pandemia o guardaba luto por la muerte del duque de Edimburgo, es elocuente.

En otros muchos países, entre ellos España, los escándalos y malos ejemplos del liderazgo son estremecedores y repugnantes. Las mentiras de Pedro Sánchez, por ejemplo, llenan España de indecencia e indignación, justificando la ira de los ciudadanos.

Los intentos de cambiar el mundo se remontan a la antigüedad, cuando cualquier imperio que se preciase no tenía otra tendencia que expandir sus fronteras; particularmente el imperio romano, que se empeñó en conquistar cuanto consideraba que merecía la pena ser conquistado.

Pero los romanos, al menos, tenían que echarle valor, empuñar la espada y enfrentarse a gente poco dispuesta a ser globalizada, mientras que ahora los que aspiran al dominio pretenden conseguir el poder mundial a golpe de dólar y clics tecnológicos, comprando voluntades y manipulando las mentes.

El plan es tan decadente , inmoral y de baja estofa que hasta podría funcionar.

Reproducimos hoy como artículo un comentario de Vanlop, colaborador de Voto en Blanco, que analiza esas tendencias y fuerzas que pretenden dominar el mundo. Su tesis central es que el mundo sólo cambiará si camina por la senda de la fraternidad y el amor, como ocurrió con la irrupción del cristianismo.
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No es ningún secreto, en todos los medios se habla del "gran reseteo" y de la agenda 2030 y demás aditamentos. La cuestión está en saber si lo conseguirán o no. Y la cosa está muy en equilibrio, con tendencia, aparentemente, a que se se salgan con la suya.

Tal vez el factor más importante para lograrlo sea que la mayoría del lanar está convencido de las bondades de un gobierno mundial.

Probablemente un gobierno mundial sería una buena solución, pero para ello deben darse unas condiciones que no se dan en la actualidad. Si entre los países europeos existen rivalidades, es más, entre algunas regiones de España existen deseos de supremacía ¿Cómo podemos pensar que exista fraternidad entre regiones separadas medio mundo? Lo primero es conseguir la paz universal, pero no como estos pretenden, con imposición, sino porque la gente vea al otro como su hermano. A partir de ahí se podrán ir borrando fronteras y llegando a un gobierno global, pero con varios escalones de gobierno, pues la gente debe ser atendida casi personalmente.

Pero esta gentuza pretende hacerlo al contrario. Dominar el mundo y luego gobernarlo como su cortijo. Para ello la única forma es una tiranía brutal, en la que la vida humana valga menos que la de un perro, tal como se ve ya, que no se puede golpear a un perro, pero se mata a los hijos antes de nacer. En Nueva Jersey, se puede matar al niño hasta momentos antes de nacer, según una ley aprobada hace unos días.

Sin embargo, nos han convencido de que los postulados del NOM son la libertad absoluta. Al fin y al cabo los esclavos más felices son los que se creen libres.

Hace unos días, en una conversación, salió esto de la libertad y me dijo mi interlocutor, que los niños de menos de 15 años no van a echar de menos la libertad porque no la han conocido y vivirán felices. Me parece muy triste eso, pero tal y como se está educando a los niños, es muy cierto. Cuando sean mayores obedecerán lo que les digan y serán felices.

Algunos confían en que Dios impida esta barbaridad, pero no sabemos los planes de Dios y es podría ocurrir también que Dios quiera castigarnos por nuestros pecados. Son pecados que nos han venido impuestos, pero que como libres que nos hizo, podemos rechazar.

Fuimos creados libres y no es aceptable que alguien nos quite esa libertad.

Pensar que Dios nos va a solucionar los problemas en que nos hemos metido es un tanto arriesgado.

Veo que hay una fuerte resistencia a los que mandan, una resistencia activa que se lo está poniendo muy difícil e incluso las cosas podrían ir en otro sentido. Habrá un reseteo, pero puede que sea al contrario de lo que estos piensan, es decir, que nos libremos de la tiranía de los banqueros, con un sistema económico justo.

Así que estaríamos en los momentos cruciales, en los que cualquier cosa es posible. Podríamos tener una tiranía global o una libertad global.

Otra cosa que me sorprende de esta gente tan lista que manda desde las sombras es que pretendan algo tan imposible como eliminar la libertad para siempre. Saben que no pueden manejar a ocho mil millones de personas y por eso quieren disminuir la población mundial hasta menos de mil, que es la cifra que consideran óptima para conseguir sus planes, ignorando que cualquier comunidad humana, por pequeña que sea, va a terminar siendo conflictiva porque el concepto de libertad personal no se puede eliminar.

Pero tampoco podemos peras al olmo. Los psicópatas no hacen planes a largo plazo y sólo están obsesionados en conseguir sus fines inmediatos, que, una vez alcanzados, no saben como mantenerlos. Eso lo vemos en los políticos, que son son muy buenos para alcanzar el poder, pero cuando lo tienen son incapaces de hacerlo bien y conservarlo.

Lo que pretenden es difícil de lograr y si lo consiguen será muy desagradable, aunque por fortuna, durará poco porque la libertad humana es imposible de erradicar.

Vanlop

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Martes, 18 de Enero 2022
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