Leo en la prensa que un lobby islámico quiere un banco y la nacionalidad para descendientes de andalusíes, y me quedo perplejo.
¿Acaso no hay ya bancos con capital árabe en España? Claro que los hay pero el dinero infiel está mezclado con el dinero de los creyentes y tal tropelía no puede consentirse. En fin no creo que esa simpleza sea la clave. Más bien un banco islámico podría mover el dinero en fundaciones que permitirían financiar acciones islámicas. Y no estoy hablando de terrorismo sino de avances en la inserción social, en la creación de opinión, en la aceptación de costumbres ajenas a nuestras libertades, en la creación de escuelas, en la construcción de mezquitas y madrazas, en creación de modas que vayan llevando al no rechazo inicial y a la aceptación posterior de una cultura ajena a la nuestra.
Muchos pensaremos que es una exageración, que la fuerza de la cultura occidental impedirá tal cosa. Bueno ya ha sucedido en la historia. ¿Por qué no se puede repetir si se dan condiciones similares?
El 711 no fue una invasión de caballería musulmana, que llegó desde África. Fue una expansión de ideas, de modas, de un estilo de religiosidad popular frente a la religión oficial, con nuevos dogmas, de reacción frente a los poderes políticos de las grandes familias godas que fueron cambiando la piel de lo hispano hasta hacerlo andalusí.
No hay datos escritos entre los años 711 y 800 porque no pasa nada aparentemente, sólo, de manera silenciosa y natural, se está impregnando el hispano de la época de una forma distinta de ver el mundo, lo que daría pie a Al Andalus.
Hoy puede pasar algo similar, salvando la distancia histórica. Leer con visión de lo que está pasando el libro “Historia General de Al Andalus”, del profesor arabista e islamólogo Emilio González Ferrín, es una muy interesante experiencia.
MVM
¿Acaso no hay ya bancos con capital árabe en España? Claro que los hay pero el dinero infiel está mezclado con el dinero de los creyentes y tal tropelía no puede consentirse. En fin no creo que esa simpleza sea la clave. Más bien un banco islámico podría mover el dinero en fundaciones que permitirían financiar acciones islámicas. Y no estoy hablando de terrorismo sino de avances en la inserción social, en la creación de opinión, en la aceptación de costumbres ajenas a nuestras libertades, en la creación de escuelas, en la construcción de mezquitas y madrazas, en creación de modas que vayan llevando al no rechazo inicial y a la aceptación posterior de una cultura ajena a la nuestra.
Muchos pensaremos que es una exageración, que la fuerza de la cultura occidental impedirá tal cosa. Bueno ya ha sucedido en la historia. ¿Por qué no se puede repetir si se dan condiciones similares?
El 711 no fue una invasión de caballería musulmana, que llegó desde África. Fue una expansión de ideas, de modas, de un estilo de religiosidad popular frente a la religión oficial, con nuevos dogmas, de reacción frente a los poderes políticos de las grandes familias godas que fueron cambiando la piel de lo hispano hasta hacerlo andalusí.
No hay datos escritos entre los años 711 y 800 porque no pasa nada aparentemente, sólo, de manera silenciosa y natural, se está impregnando el hispano de la época de una forma distinta de ver el mundo, lo que daría pie a Al Andalus.
Hoy puede pasar algo similar, salvando la distancia histórica. Leer con visión de lo que está pasando el libro “Historia General de Al Andalus”, del profesor arabista e islamólogo Emilio González Ferrín, es una muy interesante experiencia.
MVM