Por más que quieran Rubalcaba y Chacón meter a Zapatero en un sarcófago y condenarlo al olvido, no les será posible. José Luís Rodríguez Zapatero no podrá ser borrado de la memoria de los españoles como el Presidente de Gobierno de España más incompetente y nefasto. La Historia, así lo recordará.
Ha convertido a este país, con el apoyo incondicional de sus colaboradores, en un erial. Lejos de tomar medidas para superar la crisis del dos mil siete, la fue agravando con decretos estúpidos e irracionales, engaños y mentiras.
Su forma de gobernar aumentó la diferencia entre ricos y pobres sin una sola voz discordante entre los miembros y “miembras” de sus gobiernos; ni del PSOE; ni de UGT y CCOO; ni de los partidos nacionalistas, e hizo una distribución de la riqueza de España propia de su mentalidad sectaria. La riqueza para los ricos (banqueros, dirigentes políticos, militantes serviles de su partido y empresarios arribistas). La pobreza para los pobres y clases medias (más de diez millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, más de cinco millones doscientos mil parados, cientos de miles de pequeñas y medianas empresas en quiebra o cerradas, la agricultura arruinada en favor de Marruecos, cientos de miles de familias puestas en la calle por haberles embargado el piso, la nómina y el resto de propiedades…)
Como política social fomentó el “botellón”, la píldora del día después a menores de edad (también a mayores) sin receta médica, el aborto de niñas de dieciséis y diecisiete años sin conocimiento de los padres, congeló las pensiones y bajó el sueldo de los funcionarios al tiempo que repartía miles de millones de euros en subvenciones a sindicatos serviles, bufones de la ceja, asociaciones gay y de lesbianas, y a ONGs simpatizantes.
Ha vaciado las arcas del Estado y hasta las de la Seguridad Social. Ha ensuciado la moral, malversado la ética y permitido la corrupción hasta el punto, que es difícil encontrar una Institución o político que por acción u omisión, pueda presumir de estar limpio.
Al tiempo que vemos el fruto de sus políticas económico-sociales, observamos como crecen imparables los brotes independentistas abonados diligentemente por este nefasto gobernante.
En Cataluña, Artur Mas, ha mostrado a Rajoy sus incisivos amenazando hipócritamente con romper las costuras de la Constitución si no se le otorga la independencia fiscal. Como si no la hubiesen ya destrozado, entre él y Zapatero, con el Estatuto Catalán.
Aunque Cataluña ya actúa como Nación independiente de hecho, Mas, quiere más. Quiere la independencia soberana de derecho. Con bajada de pantalones. Hasta se permite en su última visita a la Moncloa, amenazar, como niño mimado enrabietado, con lo que pueda ocurrir si no se le concede lo que exige. O sea,disponer de la “pela” antes de dar el último paso.
El País Vasco no se queda atrás en esto de la independencia. Yo diría que, hasta en cierta forma, parece que estén coordinados con los segregacionistas catalanes.
AMAIUR, en las Instituciones por obra y gracia de los Magistrados del Constitucional propuestos por el PSOE, con votos y expectativas de conseguir en las próximas elecciones autonómicas del País Vasco que el próximo Lehendakari sea uno de los suyos. Patxi López, presionando para la legalización de BATASUNA y por el acercamiento y/o liberación de los presos de ETA. Haciendo méritos por si hay que formar Gobierno con ellos tras las elecciones. Y, “Chuchito” Eguiguren, Presidente del PSOE vasco, proponiendo “otra Constitución”, para vascos y vascas, independiente de España y de Francia.
Éste, por crudo y alarmante que sea, es el panorama al que nos enfrentamos los españoles y el reto que tiene por solventar el Gobierno de Rajoy.
Éste, por más que cerremos los ojos y queramos bloquear nuestros sentidos para no enterarnos, es el legado político, económico y social que, los Gobiernos del PSOE con Zapatero como Presidente, ha dejado a los españoles.
Una vez pasadas las elecciones andaluzas y las del País Vasco la situación política y económica en España puede tensarse hasta el punto de ser crítica. Se pueden dar las condiciones para que se conforme una “Tormenta Perfecta”, alimentada, por supuesto, por PSOE, IU y nacionalistas. ¿Podrá el barco pilotado por Rajoy superarla o naufragará con millones de españoles a bordo?
Tengamos esperanzas, aunque la realidad nos dice que pocas.
Virholmes
Ha convertido a este país, con el apoyo incondicional de sus colaboradores, en un erial. Lejos de tomar medidas para superar la crisis del dos mil siete, la fue agravando con decretos estúpidos e irracionales, engaños y mentiras.
Su forma de gobernar aumentó la diferencia entre ricos y pobres sin una sola voz discordante entre los miembros y “miembras” de sus gobiernos; ni del PSOE; ni de UGT y CCOO; ni de los partidos nacionalistas, e hizo una distribución de la riqueza de España propia de su mentalidad sectaria. La riqueza para los ricos (banqueros, dirigentes políticos, militantes serviles de su partido y empresarios arribistas). La pobreza para los pobres y clases medias (más de diez millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, más de cinco millones doscientos mil parados, cientos de miles de pequeñas y medianas empresas en quiebra o cerradas, la agricultura arruinada en favor de Marruecos, cientos de miles de familias puestas en la calle por haberles embargado el piso, la nómina y el resto de propiedades…)
Como política social fomentó el “botellón”, la píldora del día después a menores de edad (también a mayores) sin receta médica, el aborto de niñas de dieciséis y diecisiete años sin conocimiento de los padres, congeló las pensiones y bajó el sueldo de los funcionarios al tiempo que repartía miles de millones de euros en subvenciones a sindicatos serviles, bufones de la ceja, asociaciones gay y de lesbianas, y a ONGs simpatizantes.
Ha vaciado las arcas del Estado y hasta las de la Seguridad Social. Ha ensuciado la moral, malversado la ética y permitido la corrupción hasta el punto, que es difícil encontrar una Institución o político que por acción u omisión, pueda presumir de estar limpio.
Al tiempo que vemos el fruto de sus políticas económico-sociales, observamos como crecen imparables los brotes independentistas abonados diligentemente por este nefasto gobernante.
En Cataluña, Artur Mas, ha mostrado a Rajoy sus incisivos amenazando hipócritamente con romper las costuras de la Constitución si no se le otorga la independencia fiscal. Como si no la hubiesen ya destrozado, entre él y Zapatero, con el Estatuto Catalán.
Aunque Cataluña ya actúa como Nación independiente de hecho, Mas, quiere más. Quiere la independencia soberana de derecho. Con bajada de pantalones. Hasta se permite en su última visita a la Moncloa, amenazar, como niño mimado enrabietado, con lo que pueda ocurrir si no se le concede lo que exige. O sea,disponer de la “pela” antes de dar el último paso.
El País Vasco no se queda atrás en esto de la independencia. Yo diría que, hasta en cierta forma, parece que estén coordinados con los segregacionistas catalanes.
AMAIUR, en las Instituciones por obra y gracia de los Magistrados del Constitucional propuestos por el PSOE, con votos y expectativas de conseguir en las próximas elecciones autonómicas del País Vasco que el próximo Lehendakari sea uno de los suyos. Patxi López, presionando para la legalización de BATASUNA y por el acercamiento y/o liberación de los presos de ETA. Haciendo méritos por si hay que formar Gobierno con ellos tras las elecciones. Y, “Chuchito” Eguiguren, Presidente del PSOE vasco, proponiendo “otra Constitución”, para vascos y vascas, independiente de España y de Francia.
Éste, por crudo y alarmante que sea, es el panorama al que nos enfrentamos los españoles y el reto que tiene por solventar el Gobierno de Rajoy.
Éste, por más que cerremos los ojos y queramos bloquear nuestros sentidos para no enterarnos, es el legado político, económico y social que, los Gobiernos del PSOE con Zapatero como Presidente, ha dejado a los españoles.
Una vez pasadas las elecciones andaluzas y las del País Vasco la situación política y económica en España puede tensarse hasta el punto de ser crítica. Se pueden dar las condiciones para que se conforme una “Tormenta Perfecta”, alimentada, por supuesto, por PSOE, IU y nacionalistas. ¿Podrá el barco pilotado por Rajoy superarla o naufragará con millones de españoles a bordo?
Tengamos esperanzas, aunque la realidad nos dice que pocas.
Virholmes