La crisis en España no es una "desaceleración" sino un proceso letal que cierra empresas, arruina a empresarios, destruye empleos y siembra la angustia y la tristeza en las clases trabajadoras, pero los sindicatos y la patronal están ausentes, como desaparecidos.
¿Dónde están los sindicatos? ¿Dónde está la patronal? ¿Por que no se escuchan sus protestas, ni sus propuestas? ¿Por que no presionan al estático e inútil gobierno para que tome medidas contra la devastación que la crisis está generando en la economía?
La única explicación es que los sindicatos y la patronal están comprados por el poder político. Maniatados y amordazados por las subvenciones, las concesiones y los privilegios, los representantes de los emprendedores y de los empleados, acobardados y sin autoridad moral, no se atreven a protestar, adefender a los suyos y a acosar al gobierno, como es su deber.
La crisis está poniendo al descubierto nuevas miserias y deficiencias de la democracia española, incapaz de que sus instituciones y resortes funcionen en tiempos de crisis. Cuando los sindicatos y la patronal deberían estar presionando con fuerza al gobierno para defender los intereses de sus representados, que son los que están sufriendo la crisis con mayor dureza, guardan un silencio cómplice y corrupto que no resulta comprensible ni tolerable por la sociedad española.
Los gobiernos españoles y autónómicos hace mucho que aprendieron a silenciar a los sindicatos y a la patronal otorgándoles privilegios y subvenciones que les han hecho dependientes y sumisos. Reciben generosos fondos para formación y otras muchas subvenciones que han hecho crecer en torno a los sindicatos y, especialmente, en torno a la patronal entramados de empresas de dudosa legalidad que dse benefician de esas subvenciones y privilegios del poder.
Cuando llega la hora de presionar y de defender a los suyos, entonces no pueden hacer nada porque saben que están amordazados y atados por el poder.
¿Dónde están los sindicatos? ¿Dónde está la patronal? ¿Por que no se escuchan sus protestas, ni sus propuestas? ¿Por que no presionan al estático e inútil gobierno para que tome medidas contra la devastación que la crisis está generando en la economía?
La única explicación es que los sindicatos y la patronal están comprados por el poder político. Maniatados y amordazados por las subvenciones, las concesiones y los privilegios, los representantes de los emprendedores y de los empleados, acobardados y sin autoridad moral, no se atreven a protestar, adefender a los suyos y a acosar al gobierno, como es su deber.
La crisis está poniendo al descubierto nuevas miserias y deficiencias de la democracia española, incapaz de que sus instituciones y resortes funcionen en tiempos de crisis. Cuando los sindicatos y la patronal deberían estar presionando con fuerza al gobierno para defender los intereses de sus representados, que son los que están sufriendo la crisis con mayor dureza, guardan un silencio cómplice y corrupto que no resulta comprensible ni tolerable por la sociedad española.
Los gobiernos españoles y autónómicos hace mucho que aprendieron a silenciar a los sindicatos y a la patronal otorgándoles privilegios y subvenciones que les han hecho dependientes y sumisos. Reciben generosos fondos para formación y otras muchas subvenciones que han hecho crecer en torno a los sindicatos y, especialmente, en torno a la patronal entramados de empresas de dudosa legalidad que dse benefician de esas subvenciones y privilegios del poder.
Cuando llega la hora de presionar y de defender a los suyos, entonces no pueden hacer nada porque saben que están amordazados y atados por el poder.