La hoelga y la manifestación del domingo en Madrid son importantes y debilitan el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso debería rectificar e introducir reformas que mejoren la sanidad de Madrid, cargada de deficiencias, a pesar de que funciona mejor que en varias de las comunidades donde gobierna la izquierda.
Los problemas de la sanidad madrileña son reales y la necesidad de introducir mejoras es indiscutible. Resaltar que las protestas son únicamente una movida con fines políticos sería un error porque el sistema sanitario de Madrid tiene deficiencias y carencias reales.
La izquierda española está utilizando el viejo recurso político de tapar un escándalo con un incendio. El escándalo es la eliminación de la sedición a petición de los que odian a España; el incendio provocado es el de la sanidad madrileña.
Lo que está ocurriendo en Madrid es un truco viejo que utiliza la izquierda con éxito. Es el mismo mecanismo que usan los indios brasileños cuando quieren cruzar un río plagado de pirañas: echan una vaca muerta al rio para que la devoren las pirañas, mientras ellos cruzan la corriente sin peligro.
En la movida de la izquierda se ve claro que: Se trata de una manifestación contra alguien, no en favor de algo; la izquierda está muy preocupada por el resultado que anuncian las encuestas en Madrid, donde la ventaja de Ayuso hasta se incrementaría porque Madrid es una ciudad que rechaza y odia a Pedro Sánchez y su anti españolismo sucio; era también una manifestación para desviar la atención y para que la gente no piense en la gran felonía de la izquierda con la sedición.
El estilo de demolición de la izquierda española es lícito en política, pero sólo en la política sucia y miserable, no en la política positiva, cívica y constructiva. Ese camino, eficaz porque enaltece a las masas y las llena de rabia inducida, pero tiene efectos secundarios graves porque aplasta la verdad, responde a consignas de adoctrinamiento y manipulación, estimula el odio y destruye sin construir nada. El método, típico de la izquierda socialista, ya fue utilizado en el pasado por socialistas como Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini, Mao y otros,
El castrismo comunista utiliza el mismo método de apagar un escándalo con un incendio casi a diario en Cuba para hacer olvidar al pueblo que se está muriendo de hambre y miseria.
Pero la movida madrileña contra la deficiente sanidad es, sobre todo, una operación hipócrita y arbitraria, porque los que la organizan son tan culpables como los actuales rectores de Madrid porque en el pasado fomentaron el desastre sanitario y en las regiones y ciudades donde la izquierda gobierna, la sanidad va todavía peor, con peor atención y listas de espera desesperantes.
Francisco Rubiales
Los problemas de la sanidad madrileña son reales y la necesidad de introducir mejoras es indiscutible. Resaltar que las protestas son únicamente una movida con fines políticos sería un error porque el sistema sanitario de Madrid tiene deficiencias y carencias reales.
La izquierda española está utilizando el viejo recurso político de tapar un escándalo con un incendio. El escándalo es la eliminación de la sedición a petición de los que odian a España; el incendio provocado es el de la sanidad madrileña.
Lo que está ocurriendo en Madrid es un truco viejo que utiliza la izquierda con éxito. Es el mismo mecanismo que usan los indios brasileños cuando quieren cruzar un río plagado de pirañas: echan una vaca muerta al rio para que la devoren las pirañas, mientras ellos cruzan la corriente sin peligro.
En la movida de la izquierda se ve claro que: Se trata de una manifestación contra alguien, no en favor de algo; la izquierda está muy preocupada por el resultado que anuncian las encuestas en Madrid, donde la ventaja de Ayuso hasta se incrementaría porque Madrid es una ciudad que rechaza y odia a Pedro Sánchez y su anti españolismo sucio; era también una manifestación para desviar la atención y para que la gente no piense en la gran felonía de la izquierda con la sedición.
El estilo de demolición de la izquierda española es lícito en política, pero sólo en la política sucia y miserable, no en la política positiva, cívica y constructiva. Ese camino, eficaz porque enaltece a las masas y las llena de rabia inducida, pero tiene efectos secundarios graves porque aplasta la verdad, responde a consignas de adoctrinamiento y manipulación, estimula el odio y destruye sin construir nada. El método, típico de la izquierda socialista, ya fue utilizado en el pasado por socialistas como Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini, Mao y otros,
El castrismo comunista utiliza el mismo método de apagar un escándalo con un incendio casi a diario en Cuba para hacer olvidar al pueblo que se está muriendo de hambre y miseria.
Pero la movida madrileña contra la deficiente sanidad es, sobre todo, una operación hipócrita y arbitraria, porque los que la organizan son tan culpables como los actuales rectores de Madrid porque en el pasado fomentaron el desastre sanitario y en las regiones y ciudades donde la izquierda gobierna, la sanidad va todavía peor, con peor atención y listas de espera desesperantes.
Francisco Rubiales