Información y Opinión

Dios es centralista y prefiere el Latín





El Papa Benedicto XVI está convencido de que Dios es centralista y que prefiere que los suyos utilicen la lengua antigiua de las catacumbas, el Latín.

El pontífice ha expresado ante el Sínodo de los obispos que convendría que el pueblo supiera rezar y cantar en Latín, opinión que representa un giro de 180 grados en el rumbo que emprendieron los papas Juan XXIII y Pablo VI, que apostaron por la utilización en el culto de las lenguas populares vivas para facilitar así el diálogo con Dios y para acercar al pueblo los ritos y ceremonias de la Iglesia.

Es posible que detrás de la sorprendente opinión de Benedicto XVI se esconda la decepción de que el uso del castellano, el euskera, el catalán, el francés, el inglés y otros idiomas vivos no ha representado, como se esperaba, un incremento de la práctica religiosa.

Las iglesias, a pesar del recurso a los idiomas vivos, siguen vaciándose.

En estas circunstancias gana peso el grupo de los que siempre se resistieron al destierro del Latín, seguros de que el uso de la vieja lengua romana en los ritos y ceremonias enriquece el diálogo con el Creador y refuerza el misterio y el atractivo de las ceremonias, además de fortalecer uan tradición que ha convertido a la Iglesia en la última depositaria de la lengua del Imperio Romano, la que sirvió para que el cristianismo conquistara el mundo de aquella época.

Ese grupo defensor del Latín, que siempre rechazó las reformas idiomáticas de Pablo VI, cree que la utilización universal del Latín otorgaría también a la Iglesia una imagen de unidad y de cohesión que está necesitando con urgencia.


Franky  
Viernes, 14 de Octubre 2005
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