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"Derechas e izquierdas": la gran estafa de los políticos a los españoles



La división de España en derechas e izquierdas es una falsedad, la gran mentira que los partidos políticos utilizan para dividir el país en dos bandos, para implicar a los ciudadanos en la batalla por el poder y para conseguir votos y privilegios.

Más auténticas que la división "izquierda-derecha" son las que separan a los demócratas de los totalitarios, a los que aman a España de los que la odian, a los que quieren la unidad de España de los que quieren romper la nación. Hasta la división entre constitucionalistas y anticonstitucionales es más seria y sólida que la que separa a las derechas y las izquierdas, dos bandos alimentados con odios, rencores, división y enfrentamiento desde los partidos políticos.

Existen muchas otras divisiones más auténticas y serias que la que separa a las derechas de las izquierdas, como las de ricos y pobres, viejos y jóvenes y empleados y desempleados, pero a los políticos solo les interesa la que enfrenta a los ciudadanos en dos bandos del espectro político, sólo porque esa separación les beneficia.
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Una de las imágenes sobre el odio político que circulan por las redes
Cuando un español afirma “nunca votaré a la derecha” o "jamás votaré a la izquierda” demuestra que es un imbécil al que los políticos le han lavado el cerebro. En lugar de esas mamarrachadas debería decir “nunca votaré a las malas personas” o “jamas votaré a un corrupto”.

Se trata de divisiones artificiales y falsas, alimentadas por los políticos, que nada tienen que ver con la realidad. De hecho, el PSOE ha sido durante mucho tiempo el partido favorito de los banqueros españoles y la derecha española, a lo largo de la Historia, ha promovido tanto o más medidas y avances sociales que la izquierda, entre ellas el voto de la mujer.

Es más importante la diferencia culto-inculto o religioso- ateo que la de derecha-izquierda. Hay muchas diferencias más trascendentes entre los humanos, como valiente-cobarde, listo-torpe y decente-indecente.

Además, la diferencia entre izquierdas y derechas es una auténtica mentira porque hay partidos y gobiernos de derechas que practican políticas de izquierda y agrupaciones de izquierdas que gobiernan como la derecha.

En teoría, la izquierda prefiere la igualdad y un Estado fuerte, mientras que la derecha prefiere la libertad y un Estado más débil, pero Rajoy, por ejemplo, fue un defensor a ultranza del Estado fuerte e intervencionista, a pesar de ser un teórico derechista. Dicen que la derecha baja los impuestos y las izquierdas los sube, pero en Portugal la izquierdo los ha bajado y el derechista Rajoy, en España, los subió hasta la estratosfera. El mundo entero está plagado de ejemplos que demuestran que la división izquierda-derecha es una farsa que sólo interesa a los políticos y que quiere ocultar las verdaderas y vergonzosas divisiones del mundo, como las de pobres y ricos, hambrientos y satisfechos y libres y esclavos.

El enfrentamiento entre derechas e izquierdas se agudiza cuando se extiende a los extremos. La extrema derecha y la extrema izquierda pretenden alejar todavía más a unos de otros y enconar la lucha que evita que los pueblos se unan frente a lo que sí es el verdadero enemigo común: el abuso de poder, la corrupción y el mal gobierno.

España es el país de Europa, junto con Ucrania, que está prácticamente en guerra, donde los enfrentamientos políticos son más enconados y artificiales, alimentados insensatamente por partidos políticos privados de valores y decencia.

Unos y otros estimulan el engaño y la trampa para ganar votos y poder, sin importarles el peligro que conlleva dividir a la ciudadanía y enfrentar a unos contra otros. Fue precisamente ese juego, llevado al extremo, el que provocó la guerra civil de 1936, un desastre que los actuales políticos españoles, llenos de inmoralidad y desvergüenza, parecen haber olvidado.

Francisco Rubiales

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Sábado, 27 de Julio 2019
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