España necesita instaurar la democracia de una vez
Un sistema que permite que comunismo y nacionalismo, las dos fuerzas más asesinas de la Historia, condenadas en todo el mundo democrático por provocar dos guerras mundiales y cientos de millones de asesinatos, tome el poder en España, no sirve y debe cambiarse por otro más decente y seguro.
Nos han fallado la Monarquía, las FF.AA., los tribunales de justicia, las cámaras legislativas, la abogacía del Estado y los partidos políticos, todos incapaces de haber detenido el asalto a España que han perpetrado Sánchez y sus secuaces. Ante la conclusión evidente de que las instituciones han sido incapaces de defender a España, hay que cambiarlas. Ha llegado la hora de que la verdadera democracia sea instaurada en esta España que, bajo el liderazgo del PSOE, se dispone a enterrar la Transición, el perdón, la concordia y la paz que representaba el régimen del 78, al que muchos consideraban una democracia, sin haberlo sido nunca.
España necesita instaurar de una vez la democracia. Llevamos casi un siglo de tiranía, desde la II República a la actualidad, con cuatro décadas de franquismo y otras cuatro de falsa democracia. El sistema, con Pedro Sánchez, está llegando al colapso y necesita ser cambiado por una democracia real.
El sistema que tenemos no nos sirve porque es incapaz de defender la nación. No nos queda otro remedio que ser "antisistemas" y luchar para que este sistema inválido e ineficaz sea sustituido por otro que sea realmente democrático y que ofrezca a los ciudadanos garantías de decencia, dignidad, justicia y prosperidad.
Hasta ahora la palabra "antisistema" era portadora de desprestigio y condena, pero a partir de ahora gozará de todo el prestigio que merecen los que luchan contra un sistema injusto e indecente para sustituirlo por otro que sea realmente democrático y que sea también capaz de defender a España de los bárbaros.
Creíamos que era imposible que el comunismo llegara al poder en España y que nuestra Constitución y las instituciones españolas nos librarían de esa desgracia, pero no ha sido así. Pensábamos que la Unión Europea, la OTAN y otras organizaciones defensivas mundiales de las libertades y derechos iban a impedirlo, pero las esperanzas se han desvanecido y ese gobierno, de rasgos totalitarios y bolivarianos, está a punto de asaltar nuestras vidas para gobernar a los españoles, legalmente, con todas las bendiciones del sistema vigente, al menos durante los próximos cuatro años, o muchos mas si logran poner en práctica los mecanismos ideados por los cubanos y bolivarianos para perpetuarse en el poder.
Es evidente que las defensas que habíamos ideado para preservar nuestros derechos y libertades, nuestra unidad nacional y nuestra decencia no eran lo bastante fuertes y que la única conclusión ante el desastre es cambiar el sistema y sustituirlo por otro donde los partidos políticos tengan menos poder y más controles, donde el ciudadano tenga peso, donde la sociedad civil sirva de contrapeso al poder político, donde la ley sea igual para todos, donde los poderes del Estado sean independientes y libres, donde los criminales paguen sus delitos, donde los políticos ladrones no tengan acceso al poder y donde los partidos del odio, aquellos que tienen en su ideario la ruptura de España, sean ilegales y despreciados.
Por lo que lucharemos a partir de ahora millones de españoles demócratas es contra un sistema que ha resultado ser un monumento a la inutilidad y con tantas grietas y carencias que ha permitido que lo peor de nuestra nación tome el poder y que los que quieren destruirla avancen y hasta gobiernen.
Francisco Rubiales
Nos han fallado la Monarquía, las FF.AA., los tribunales de justicia, las cámaras legislativas, la abogacía del Estado y los partidos políticos, todos incapaces de haber detenido el asalto a España que han perpetrado Sánchez y sus secuaces. Ante la conclusión evidente de que las instituciones han sido incapaces de defender a España, hay que cambiarlas. Ha llegado la hora de que la verdadera democracia sea instaurada en esta España que, bajo el liderazgo del PSOE, se dispone a enterrar la Transición, el perdón, la concordia y la paz que representaba el régimen del 78, al que muchos consideraban una democracia, sin haberlo sido nunca.
España necesita instaurar de una vez la democracia. Llevamos casi un siglo de tiranía, desde la II República a la actualidad, con cuatro décadas de franquismo y otras cuatro de falsa democracia. El sistema, con Pedro Sánchez, está llegando al colapso y necesita ser cambiado por una democracia real.
El sistema que tenemos no nos sirve porque es incapaz de defender la nación. No nos queda otro remedio que ser "antisistemas" y luchar para que este sistema inválido e ineficaz sea sustituido por otro que sea realmente democrático y que ofrezca a los ciudadanos garantías de decencia, dignidad, justicia y prosperidad.
Hasta ahora la palabra "antisistema" era portadora de desprestigio y condena, pero a partir de ahora gozará de todo el prestigio que merecen los que luchan contra un sistema injusto e indecente para sustituirlo por otro que sea realmente democrático y que sea también capaz de defender a España de los bárbaros.
Creíamos que era imposible que el comunismo llegara al poder en España y que nuestra Constitución y las instituciones españolas nos librarían de esa desgracia, pero no ha sido así. Pensábamos que la Unión Europea, la OTAN y otras organizaciones defensivas mundiales de las libertades y derechos iban a impedirlo, pero las esperanzas se han desvanecido y ese gobierno, de rasgos totalitarios y bolivarianos, está a punto de asaltar nuestras vidas para gobernar a los españoles, legalmente, con todas las bendiciones del sistema vigente, al menos durante los próximos cuatro años, o muchos mas si logran poner en práctica los mecanismos ideados por los cubanos y bolivarianos para perpetuarse en el poder.
Es evidente que las defensas que habíamos ideado para preservar nuestros derechos y libertades, nuestra unidad nacional y nuestra decencia no eran lo bastante fuertes y que la única conclusión ante el desastre es cambiar el sistema y sustituirlo por otro donde los partidos políticos tengan menos poder y más controles, donde el ciudadano tenga peso, donde la sociedad civil sirva de contrapeso al poder político, donde la ley sea igual para todos, donde los poderes del Estado sean independientes y libres, donde los criminales paguen sus delitos, donde los políticos ladrones no tengan acceso al poder y donde los partidos del odio, aquellos que tienen en su ideario la ruptura de España, sean ilegales y despreciados.
Por lo que lucharemos a partir de ahora millones de españoles demócratas es contra un sistema que ha resultado ser un monumento a la inutilidad y con tantas grietas y carencias que ha permitido que lo peor de nuestra nación tome el poder y que los que quieren destruirla avancen y hasta gobiernen.
Francisco Rubiales