Hay dos maneras de entender el mundo, dos maneras de entender la colaboración y la ayuda a los demás, dos maneras de entender la economía, dos maneras de entender la sociedad, dos maneras de entender las relaciones entre los hombres. No son dos maneras complementarias, son dos maneras opuestas y contrarias.
Desde los políticos todo se propaganda o se oculta según interese, pero siempre un tema de ayuda o colaboración lleva consigo gastos suntuarios y mucha pólvora del rey con visitas gratuitas y agasajados. Se busca la propaganda.
Desde la sociedad civil, desde las ONGs no contaminadas, desde los grupos ciudadanos se busca la eficacia, el abaratamiento de los costes, la posibilidad de rentabilizar al máximo el dinero, pues la pólvora no es del rey y se ha recogido con esfuerzo para un fin concreto.
Baste un botón de lo primero. La Fundación DeSevilla, donde agrupan las ONGs de la ciudad, se ha visto sorprendida por el primer teniente de alcalde, que ha repartido 990.000 € sin la fiscalización previa del Consejo Municipal de Cooperación, en el que están representadas la ONGs.
La iniciativa ha sido de Izquierda Unida, y se ha hecho sin la tramitación ordinaria y sin petición de los países a los que se destina. Al menos consta que el Instituto de la Juventud Nicaragüense no sabía nada de lo que le iba a regalar su correligionario del PC, por supuesto con el dinero de los sevillanos. Ni que decir tiene que el destino de la ayuda no era aleatoria ni para ayudar a los más pobres, era para los compañeros de ideología de, entre otros, Cuba y Nicaragua.
Baste otro botón de muestra para lo segundo. Cincuenta años de trabajo diario y silencioso, aunque salga a la calle una vez al año, han hecho de Manos Unidas contra el Hambre en el Mundo una ONG comprometida de verdad con los más pobres. Doscientos cincuenta millones menos de hambrientos hay en el mundo gracias a ellos.
Su ideología es la necesidad del que lo necesita. No hay para ideologías privilegiadas, todos los hombres son iguales en dignidad porque todos -musulmanes, hindúes, animistas, judíos, ateos, agnósticos- son hijos de Dios. Sólo la necesidad de los empobrecidos y el deseo de ayudarlos a salir de su situación mueven su acción social.
Dos visiones del mundo. Sólo creyendo y viviendo el trabajo diario, la lucha a favor de
los débiles, la fuerza de los valores y la denuncia es posible que el ídolo de pies de barro se hunda. La esperanza es que su tiempo, ya se puede apreciar, está medido, tasado y pesado como lo estuvo el del rey Baltasar.
Manuel Vecino
Desde los políticos todo se propaganda o se oculta según interese, pero siempre un tema de ayuda o colaboración lleva consigo gastos suntuarios y mucha pólvora del rey con visitas gratuitas y agasajados. Se busca la propaganda.
Desde la sociedad civil, desde las ONGs no contaminadas, desde los grupos ciudadanos se busca la eficacia, el abaratamiento de los costes, la posibilidad de rentabilizar al máximo el dinero, pues la pólvora no es del rey y se ha recogido con esfuerzo para un fin concreto.
Baste un botón de lo primero. La Fundación DeSevilla, donde agrupan las ONGs de la ciudad, se ha visto sorprendida por el primer teniente de alcalde, que ha repartido 990.000 € sin la fiscalización previa del Consejo Municipal de Cooperación, en el que están representadas la ONGs.
La iniciativa ha sido de Izquierda Unida, y se ha hecho sin la tramitación ordinaria y sin petición de los países a los que se destina. Al menos consta que el Instituto de la Juventud Nicaragüense no sabía nada de lo que le iba a regalar su correligionario del PC, por supuesto con el dinero de los sevillanos. Ni que decir tiene que el destino de la ayuda no era aleatoria ni para ayudar a los más pobres, era para los compañeros de ideología de, entre otros, Cuba y Nicaragua.
Baste otro botón de muestra para lo segundo. Cincuenta años de trabajo diario y silencioso, aunque salga a la calle una vez al año, han hecho de Manos Unidas contra el Hambre en el Mundo una ONG comprometida de verdad con los más pobres. Doscientos cincuenta millones menos de hambrientos hay en el mundo gracias a ellos.
Su ideología es la necesidad del que lo necesita. No hay para ideologías privilegiadas, todos los hombres son iguales en dignidad porque todos -musulmanes, hindúes, animistas, judíos, ateos, agnósticos- son hijos de Dios. Sólo la necesidad de los empobrecidos y el deseo de ayudarlos a salir de su situación mueven su acción social.
Dos visiones del mundo. Sólo creyendo y viviendo el trabajo diario, la lucha a favor de
los débiles, la fuerza de los valores y la denuncia es posible que el ídolo de pies de barro se hunda. La esperanza es que su tiempo, ya se puede apreciar, está medido, tasado y pesado como lo estuvo el del rey Baltasar.
Manuel Vecino