Diez Razones para que Pedro Sánchez dimita:
1.No es sensato, creíble, verosímil ni posible que con los controles existentes tanto internos de las AA.PP. (IGAE y Secretarias Generales Técnicas) como externos, Tribunal de Cuentas, Banco de España, además del CNI y cientos de asesores, Sánchez no conociera la existencia de la trama corrupta que durante, como mínimo, 3 años implicó a tres Ministerios, dos Comunidades Autónomas, a una compañía de aviación que tras una entrevista con su esposa recibe una subvención pública multimillonaria, cobro de comisiones por tráfico de influencias y con 88 cuentas bancarias bloqueadas por orden judicial.
2.En una democracia liberal, el Estado de Derecho es esencial. Los líderes gubernamentales deben demostrar un compromiso firme y sin fisuras con la legalidad y la integridad.
3.La democracia implica la rendición de cuentas de los gobernantes ante la sociedad a la que representan. Si un líder político está acorralado por un escándalo de corrupción, debe asumir la responsabilidad de sus acciones y omisiones y, en igual medida, por las de su Gobierno y entorno personal.
4.La legitimidad del gobierno se deriva del consentimiento de los gobernados. La dimisión de Sánchez podría preservar esta legitimidad esencial. Sin legitimidad no hay democracia.
5.Los socios y aliados internacionales de España confían en la estabilidad y la integridad de los líderes políticos españoles. La permanencia de un líder político envuelto en un escándalo de corrupción masiva daña la seguridad, el comercio y la diplomacia.
6.La diplomacia efectiva precisa de gobiernos percibidos como honestos, éticos y capaces de representar los intereses de su país de manera creíble.
7. La estabilidad política es un requisito previo para la efectividad en la política exterior. La permanencia de Sánchez, bajo la sombra de la sospecha por corrupción, genera inestabilidad política y debilita, sin lugar a duda, la posición internacional de España.
8.La Unión Europea se fundamenta en valores de transparencia, integridad y buena gobernanza. La sombra de la corrupción es incompatible con estos valores.
9.La cooperación entre los Estados miembros de la UE es necesaria para abordar los desafíos comunes, como la crisis económica, la migración, el terrorismo, la seguridad internacional y los efectos climáticos. La permanencia de Sánchez mina esa imprescindible confianza de la UE.
10.La Unión Europea promueve estándares elevados en integridad institucional y lucha contra la corrupción y el delito amparado en la democracia. La dimisión de un líder político envuelto en el caso de una trama de corrupción es una acción necesaria y obligada, política, ética y moralmente.
En este orden de cosas, no cabe mas que decir, Pedro Sánchez, dimite.
Juan José Bestard
1.No es sensato, creíble, verosímil ni posible que con los controles existentes tanto internos de las AA.PP. (IGAE y Secretarias Generales Técnicas) como externos, Tribunal de Cuentas, Banco de España, además del CNI y cientos de asesores, Sánchez no conociera la existencia de la trama corrupta que durante, como mínimo, 3 años implicó a tres Ministerios, dos Comunidades Autónomas, a una compañía de aviación que tras una entrevista con su esposa recibe una subvención pública multimillonaria, cobro de comisiones por tráfico de influencias y con 88 cuentas bancarias bloqueadas por orden judicial.
2.En una democracia liberal, el Estado de Derecho es esencial. Los líderes gubernamentales deben demostrar un compromiso firme y sin fisuras con la legalidad y la integridad.
3.La democracia implica la rendición de cuentas de los gobernantes ante la sociedad a la que representan. Si un líder político está acorralado por un escándalo de corrupción, debe asumir la responsabilidad de sus acciones y omisiones y, en igual medida, por las de su Gobierno y entorno personal.
4.La legitimidad del gobierno se deriva del consentimiento de los gobernados. La dimisión de Sánchez podría preservar esta legitimidad esencial. Sin legitimidad no hay democracia.
5.Los socios y aliados internacionales de España confían en la estabilidad y la integridad de los líderes políticos españoles. La permanencia de un líder político envuelto en un escándalo de corrupción masiva daña la seguridad, el comercio y la diplomacia.
6.La diplomacia efectiva precisa de gobiernos percibidos como honestos, éticos y capaces de representar los intereses de su país de manera creíble.
7. La estabilidad política es un requisito previo para la efectividad en la política exterior. La permanencia de Sánchez, bajo la sombra de la sospecha por corrupción, genera inestabilidad política y debilita, sin lugar a duda, la posición internacional de España.
8.La Unión Europea se fundamenta en valores de transparencia, integridad y buena gobernanza. La sombra de la corrupción es incompatible con estos valores.
9.La cooperación entre los Estados miembros de la UE es necesaria para abordar los desafíos comunes, como la crisis económica, la migración, el terrorismo, la seguridad internacional y los efectos climáticos. La permanencia de Sánchez mina esa imprescindible confianza de la UE.
10.La Unión Europea promueve estándares elevados en integridad institucional y lucha contra la corrupción y el delito amparado en la democracia. La dimisión de un líder político envuelto en el caso de una trama de corrupción es una acción necesaria y obligada, política, ética y moralmente.
En este orden de cosas, no cabe mas que decir, Pedro Sánchez, dimite.
Juan José Bestard