Colaboraciones

DESINTEGRAR ESPAÑA ¿UN OBJETIVO DE LA IZQUIERDA?





(Por Alejandro Gómez Muñoz)
Desde que Zapatero logró la presidencia del Gobierno un tema polémico ha alcanzado unas cotas de interés realmente importantes, y en mi opinión, preocupantes. Este tema es la desintegración de España como nación. Todos somos conscientes de los deseos de los grupos nacionalistas de Cataluña (o Catalunya), del País Vasco (o Euskadi) y de Galicia por lograr la independencia y la soberanía de estas regiones, en lo que se ha convertido en un extraño regreso a las luchas tribales, que, por ejemplo, impiden el desarrollo en muchos países africanos enfrascados en continuas guerras, o que en estos momentos de actualidad, impiden la paz en Irak, por el desacuerdo de los suníes con los chiíes y los kurdos respecto a la nueva Constitución iraquí.

El chantaje al que se está sometiendo el PSOE por parte de Ezquerra Republicana, para mantener el poder, está favoreciendo más que nunca el fortalecimiento de los nacionalistas catalanes. Estaría bien hacer memoria y recordar que el nacionalismo catalán es en su origen un renacimiento de la cultura catalana y de su lengua, que se produce a finales del Siglo XIX, y que merece todo mi apoyo, puesto que la cultura es un valor importantísimo para la sociedad. Sin embargo, este renacimiento cultural, y la represión franquista a este movimiento cultural, han sido utilizadas durante el último cuarto de siglo por los más poderosos catalanes para crear un movimiento político con el que obtener más y más poder, en perjuicio de un pueblo que se está viendo obligado a elegir entre dos culturas y entre dos lenguas, en vez de disfrutar de la riqueza cultural de ambas. Volviendo a la actualidad, ERC está consiguiendo de los socialistas reconocimientos que pueden suponer un mayor radicalismo catalán en un futuro.

Respecto al problema vasco, el PNV sigue fuerte en su objetivo de sacar el Plan Ibarretxe adelante, pese a los pequeños obstáculos encontrados en el Congreso de los diputados. Además, la estrategia del PSE de acercarse a las tesis nacionalistas y de permitir la participación del Partido Comunista de las Tierras Vascas ha fortalecido a los nacionalistas vascos, aislando cada vez más a los vascos españolistas. Además, las ocultas o extrañas relaciones entre Gobierno y ETA para lograr el desarme de la banda terrorista pasa por una polémica mesa de partidos en la que participaría Batasuna, y quedaría más aislado que nunca el Partido Popular en su defensa de España, las concesiones a la banda terrorista por parte del Gobierno socialista en una posible negociación podría tener consecuencias letales contra nuestra nación, nuestra soberanía, nuestra Constitución y nuestros valores democráticos (al legitimar el terrorismo).

En Galicia el PSG ha logrado una victoria histórica, gracias al apoyo de los nacionalistas gallegos (BNG) que puede tener también importantes consecuencias, si los radicales gallegos actúan como Ezquerra Republicana, chantajeando al ejecutivo socialista. (Por cierto, el nacionalismo gallego, con mucha menor fuerza e intensidad que el catalán o el vasco, gracias a la ausencia de nacionalistas en los gobiernos de la autonomía, comparte con Cataluña su origen cultural y no político)

Sin embargo, en estos casos hablamos de movimientos nacionalistas que han encontrado un polémico apoyo por parte de la izquierda española (IU y PSOE), pero que no ha sido impulsada por ésta (aunque en Cataluña y Galicia actualmente es la izquierda nacionalista la que tiene el poder, y en el caso vasco ETA es una banda terrorista con un brazo político de izquierdas). El problema lo encontramos cuando la propia izquierda española impulsa la desintegración del Estado, contra la voluntad de los ciudadanos de dos ciudades, Ceuta y Melilla. En la ideología oficial de Izquierda Unida está la "devolución de estas ciudades españolas al país vecino, Marruecos. Y en el caso del PSOE cuenta con numerosas personalidades que apoyan las tesis de entregar estos dos territorios a Marruecos, y la apatía o el desinterés del resto del partido respecto a este asunto, lo que indica la importancia que tiene para el PSOE estás dos ciudades.

Para los que no sean conscientes de la realidad histórica de Ceuta y Melilla les invitaré a un recorrido histórico, de la ciudad de Ceuta, que es mi tierra, y por tanto la que conozco mejor, sin embargo la historia de Melilla corre de forma bastante paralela, salvo en algunas excepciones. Ceuta es una ciudad fundada por los fenicios (creo recordar) y por tanto una de las ciudades más antiguas del Mediterráneo. Ceuta fue en el Mediterráneo Occidental una de las ciudades más importantes por detrás de Cartago Nova (Cartagena) y su destino ha corrido de forma paralela al de las grandes ciudades mediterráneas, conquistada por romanos, visigodos e islámicos, siempre ha mantenido un mayor contacto con la península Ibérica que con el norte de África, y ha estado dominada y gestionada por las sociedades existentes en la península. Ceuta fue reconquistada por los portugueses hacia 1415, aproximadamente 80 años antes que la reconquista de Granada por los españoles. Durante la corona dual de España y Portugal Ceuta recibió gran inmigración andaluza, lo que favoreció que tras la separación de las dos Coronas los caballas (como cariñosamente se nos apoda) votasen en plebiscito popular continuar como territorio español, lo que le valió el título real de Fidelísima y Noble Ciudad. Desde entonces ha continuado siendo territorio español (mucho antes de la constitución de Marruecos como Estado Soberano).

Cualquier declaración relacionada con la entrega de Ceuta a Marruecos, su "devolución" o su denominación como "colonia" española o territorio "ocupado" son claras muestras de incultura, ineptitud y desconocimiento sobre la realidad histórica, social y cultural de esta ciudad, que hoy es además, autonomía, al mismo nivel que sus 17 predecesoras y a la de Melilla. Sin embargo, los desprecios por parte de la izquierda española, representada por PSOE e IU no han cesado en los últimos 25 años, y se han acentuado durante la legislatura de Rodríguez Zapatero, lo que supone un nuevo impulso a la desintegración del Estado español y un desprecio y falta de respeto notables a los ceutíes y melillenses. Actualmente el "señor" Máximo Cajal es Asesor de la Presidencia del Gobierno para la Alianza de Civilizaciones, y ha sido elegido directamente por Zapatero como hombre de confianza. Este exdiplomático español "fue apartado" del PSOE tras la polémica desatada por su libro Ceuta y Melilla, Olivenza y Gibraltar. ¿Dónde acaba España? En la que defendía las tesis de que para solicitar la devolución de Gibraltar había que entregar previamente a Marruecos las ciudades de Ceuta y Melilla. Ante el nombramiento de Cajal como Asesor de Presidencia los gobiernos autonómicos de las dos ciudades han mostrado su disconformidad al Presidente del Gobierno, el cual ha hecho oídos sordos a las reclamaciones de ambos Presidentes Autonómicos, aunque eso sí, ha escrito una carta con mucho talante a los mismos.

Por otro lado, se ha desatado una importante polémica entre el ayuntamiento de Córdoba y las Ciudades Autónomas, por el apoyo de la Concejal de Juventud, Ana Morales, del grupo Izquierda Unida, y por extensión del Gobierno de este Ayuntamiento, al XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Venezuela, y para el que el Ayuntamiento de Córdoba financió viajes a varios jóvenes cordobeses, incluida la concejal de juventud. En dicho foro se firmó una declaración final que incluía el apoyo a los «jóvenes de Marruecos» que luchan contra la ocupación española de Ceuta y Melilla. Tras la polémica generada por esta declaración que el Gobierno de Ceuta y sus ciudadanos consideran un insulto por parte del consistorio cordobés, sólo se han escuchado excusas y exculpaciones, negando lo evidente.

Realmente, como ceutí y español, me muestro asustado, indignado y preocupado por estas actitudes de la izquierda española, que, premeditadas o no, están ocasionando un enorme daño a nuestro país. Dicen que de ilusiones y esperanzas vive el hombre, así que, a riesgo de ser un iluso, espero que la izquierda española reflexione acerca de este tema y reconduzca su posicionamiento hacia la defensa de España y de nuestro modelo constitucional. Cómo ya expresé alguna vez, el progreso no está en volver la mirada atrás y encerrarnos en pequeñas trifulcas tribales, el futuro está en Europa, el progreso está en ser un ciudadano del mundo, una persona cosmopolita e intercultural, tolerante y pacífica. Yo creo en un ceutí, español, europeo y africano, y por supuesto ciudadano del mundo, yo creo en un vasco, un catalán o un gallego, que sin renunciar a sus raíces, se sientan también españoles, y europeos y ciudadanos del mundo. Y deseo que en un futuro lo más próximo posible cualquier africano, americano, europeo o asiático sean de donde son, y a la vez sean ciudadanos de este pequeño mundo. Esto es progreso, y esto es lo que necesitamos que defienda la izquierda.



Franky  
Jueves, 8 de Septiembre 2005
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