(A LO MISMO DE LO MISMO)
Aquí, en esta piel de toro puesta a secar al sol que más calienta, cuando se acercan los comicios electorales, a todos los mandamases, a todos, sin excepción, sean éstos locales, autonómicos o estatales, suelen tentarles los mismos o parecidos demonios de la demagogia y caer, sin remisión, en las más o menos profundas trampas del electoralismo.
Al rebufo tal vez de lo anunciado el domingo pasado por José Luis Rodríguez Zapatero (el presidente del Gobierno, dando el callo, no calló; así que tampoco cayó en la cuenta de que, si hubiera callado, no habría encallado ni caído en el cepo de la sofistería) en Rodiezmo, que, dada la bonanza económica del país, las pensiones más bajas subirán el año que viene el doble que las restantes (convendría que los beneficiados no echaran las campanas al vuelo, porque, a la postre, todo se reduce “a cuatro perras gordas”, a unos cuantos euros por cabeza apenas), anteayer, Miguel Sanz Sesma, alias “Sé más” (pues, adelante, siga demostrándolo), presidente de la comunidad Foral, dio a conocer, entre otras nuevas, que el Gobierno autonómico que rige, dirige y corrige agregará un complemento específico a las magras pensiones de viudedad, a fin de que éstas sean equiparadas de facto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Lo dijo estando allí, a su vera, Juan Cruz Alli, presidente de CDN, cuyos consejeros, junto con los de UPN, conforman el actual Ejecutivo navarro.
Ambos anuncios parecen reducirse a pura y dura propaganda, a meros subterfugios de electorero, que trata de sacar de ellos el máximo rédito político.
Convendría que botáramos a los políticos hartos de furtivas artes y/o ayunos de escrúpulos y votásemos a los creativos, a los soñadores y a los verdaderamente comprometidos con la tolerancia y la solidaridad, no a los que sólo lo son de boquilla.
Ángel Sáez García
Aquí, en esta piel de toro puesta a secar al sol que más calienta, cuando se acercan los comicios electorales, a todos los mandamases, a todos, sin excepción, sean éstos locales, autonómicos o estatales, suelen tentarles los mismos o parecidos demonios de la demagogia y caer, sin remisión, en las más o menos profundas trampas del electoralismo.
Al rebufo tal vez de lo anunciado el domingo pasado por José Luis Rodríguez Zapatero (el presidente del Gobierno, dando el callo, no calló; así que tampoco cayó en la cuenta de que, si hubiera callado, no habría encallado ni caído en el cepo de la sofistería) en Rodiezmo, que, dada la bonanza económica del país, las pensiones más bajas subirán el año que viene el doble que las restantes (convendría que los beneficiados no echaran las campanas al vuelo, porque, a la postre, todo se reduce “a cuatro perras gordas”, a unos cuantos euros por cabeza apenas), anteayer, Miguel Sanz Sesma, alias “Sé más” (pues, adelante, siga demostrándolo), presidente de la comunidad Foral, dio a conocer, entre otras nuevas, que el Gobierno autonómico que rige, dirige y corrige agregará un complemento específico a las magras pensiones de viudedad, a fin de que éstas sean equiparadas de facto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Lo dijo estando allí, a su vera, Juan Cruz Alli, presidente de CDN, cuyos consejeros, junto con los de UPN, conforman el actual Ejecutivo navarro.
Ambos anuncios parecen reducirse a pura y dura propaganda, a meros subterfugios de electorero, que trata de sacar de ellos el máximo rédito político.
Convendría que botáramos a los políticos hartos de furtivas artes y/o ayunos de escrúpulos y votásemos a los creativos, a los soñadores y a los verdaderamente comprometidos con la tolerancia y la solidaridad, no a los que sólo lo son de boquilla.
Ángel Sáez García