Alemania, con 81.702.329 Habitantes tiene 150.000 políticos mantenidos por el Estado y España, con 47.190.493 habitantes tiene 445.568 políticos a cargo del erario público. Si aplicamos a España el modelo alemán y hacemos una regla de tres simple, a nuestro país le correspondería mantener a 86.638 políticos, lo que le permitiría ahorrar cantidades inmensas de dinero, más que suficientes para que lo peor de la crisis desapareciera o al menos dejara de ser tan terrible y dañina:
El ahorro de Políticos en España, con la proporción alemana aplicada, sería de 358.929 políticos, cantidad que surge de restar a los 445.568 existentes los 86.638 que deben existir.
Teniendo en cuenta los sueldos medios que cobra esa inmensa legión de mantenidos innecesarios, el ahorro anual sería de aproximadamente 30.000 millones de euros.
Si se aplicara la proporción lógica de políticos en España no serían necesarios los recortes en sanidad y educación y ni siquiera se pensaría en rescate alguno.
Los que sobran son ellos. España está asfixiada por una inmensa marea de vividores que no aportan nada, exprimen la economía de la nación y generan una ruina atroz.
En lugar de admitir que el país está infectado de políticos y asfixiado por el enorme costo que esa marea conlleva, el gobierno se niega a reducir el número de parásitos y de las instituciones y empresas inutiles que los albergan, prefiriendo con ignominia freír a los ciudadanos con impuestos y realizar recortes dramáticos en sanidad, educación y otros servicios básicos, toda una injusticia antidemocrática y cargada de indecencia.
El ahorro de Políticos en España, con la proporción alemana aplicada, sería de 358.929 políticos, cantidad que surge de restar a los 445.568 existentes los 86.638 que deben existir.
Teniendo en cuenta los sueldos medios que cobra esa inmensa legión de mantenidos innecesarios, el ahorro anual sería de aproximadamente 30.000 millones de euros.
Si se aplicara la proporción lógica de políticos en España no serían necesarios los recortes en sanidad y educación y ni siquiera se pensaría en rescate alguno.
Los que sobran son ellos. España está asfixiada por una inmensa marea de vividores que no aportan nada, exprimen la economía de la nación y generan una ruina atroz.
En lugar de admitir que el país está infectado de políticos y asfixiado por el enorme costo que esa marea conlleva, el gobierno se niega a reducir el número de parásitos y de las instituciones y empresas inutiles que los albergan, prefiriendo con ignominia freír a los ciudadanos con impuestos y realizar recortes dramáticos en sanidad, educación y otros servicios básicos, toda una injusticia antidemocrática y cargada de indecencia.