Nadie nos va a defender de los políticos insensatos y depredadores que se han apoderado de España. Nos ha caído encima una de las peores desgracias de la humanidad: ser gobernados por los peores. Contra ese mal horrendo solo hay un remedio: luchar sin descanso para que los peores se marchen, sean castigados y sustituidos por los mejores, que son los únicos que tienen derecho a gobernar el mundo.
Ni Europa, ni Estados Unidos, ni el sistema democrático vendrán a salvarnos de nuestros predadores. Los españoles tenemos que aprender a defendernos solos y obligar a la chusma gobernante a tenernos miedo. Siempre olvidamos lo importante: “Cuando el pueblo teme al gobierno es porque hay tiranía, pero si es el gobierno quien teme al pueblo, hay democracia”.
La Historia demuestra que de todos los sistemas posibles, el peor es el comunismo, que es el que gobierna hoy en países desgraciados como Cuba y Venezuela y está pugnando por apoderarse de España. Nadie ha matado y esclavizado tanto en este mundo como los comunistas.
El gobierno de Sánchez era cauto al principio y cuidaba sus movimientos para no indignar ni enardecer a los ciudadanos libres y decentes, pero ya han perdido el miedo y realizan sus cambias y tropelías con descaro y desprecio absoluto. La censura impuesta, el asalto al Poder Judicial, las agresiones al idioma español, las desigualdades impuestas en las autonomías, la negligente y letal gestión de la pandemia, el desamparo de los débiles, plasmado en las aterradoras "colas del hambre", y la alianza con BILDU y con otras fuerzas llenas de odio a España demuestran que el gobierno ha perdido el miedo y el respeto al pueblo y que avanza, desbocado, hacia la tiranía más ruinosa, degradante y esclavizadora, sin mirar siquiera el bien común y sin respeto a la voluntad popular.
Las mentiras en cascada del gobierno, sus trucos y arbitrariedades, están escandalizando a millones de españoles y sorprendiendo en Europa, donde ven crecer con honda preocupación el cáncer español en el seno de la Unión.
Los españoles, sobrecogidos ante la bajeza del gobierno y su nulo respeto a la voluntad popular, están dejando de creer en el sistema y se convencen de que una democracia que no es controlada se degrada y se transforma en tiranía. La resistencia tiene que plasmarse en la crítica, en las redes sociales, en la economía, en la protesta visible y en el apoyo a los partidos que se opongan con verdad y contundencia al expolio y la degradación de nuestra nación.
España es cada día más un desierto desolado, dominado por las hienas y los buitres, donde el ser libre es la víctima indefensa. La lucha contra el poder inicuo, en estas circunstancias, siempre que sea pacífica, no sólo es lícita sino necesaria y vital para recuperar la dignidad humana que nos arrebatan.
La lucha sin descanso es la única solución contra el gobierno de Pedro Sánchez, una lucha que tiene que plasmarse en todos los ámbitos, especialmente en los más sensibles, preparando a la ciudadanía para que cuando se abran las urnas, los depredadores de la libertad, la decencia y la prosperidad sean derrotados, siempre que la osadía del gobierno no alcance el climax y se lance abiertamente por la vía del fraude.
Ni Europa, ni Estados Unidos, ni el sistema democrático vendrán a salvarnos de nuestros predadores. Los españoles tenemos que aprender a defendernos solos y obligar a la chusma gobernante a tenernos miedo. Siempre olvidamos lo importante: “Cuando el pueblo teme al gobierno es porque hay tiranía, pero si es el gobierno quien teme al pueblo, hay democracia”.
La Historia demuestra que de todos los sistemas posibles, el peor es el comunismo, que es el que gobierna hoy en países desgraciados como Cuba y Venezuela y está pugnando por apoderarse de España. Nadie ha matado y esclavizado tanto en este mundo como los comunistas.
El gobierno de Sánchez era cauto al principio y cuidaba sus movimientos para no indignar ni enardecer a los ciudadanos libres y decentes, pero ya han perdido el miedo y realizan sus cambias y tropelías con descaro y desprecio absoluto. La censura impuesta, el asalto al Poder Judicial, las agresiones al idioma español, las desigualdades impuestas en las autonomías, la negligente y letal gestión de la pandemia, el desamparo de los débiles, plasmado en las aterradoras "colas del hambre", y la alianza con BILDU y con otras fuerzas llenas de odio a España demuestran que el gobierno ha perdido el miedo y el respeto al pueblo y que avanza, desbocado, hacia la tiranía más ruinosa, degradante y esclavizadora, sin mirar siquiera el bien común y sin respeto a la voluntad popular.
Las mentiras en cascada del gobierno, sus trucos y arbitrariedades, están escandalizando a millones de españoles y sorprendiendo en Europa, donde ven crecer con honda preocupación el cáncer español en el seno de la Unión.
Los españoles, sobrecogidos ante la bajeza del gobierno y su nulo respeto a la voluntad popular, están dejando de creer en el sistema y se convencen de que una democracia que no es controlada se degrada y se transforma en tiranía. La resistencia tiene que plasmarse en la crítica, en las redes sociales, en la economía, en la protesta visible y en el apoyo a los partidos que se opongan con verdad y contundencia al expolio y la degradación de nuestra nación.
España es cada día más un desierto desolado, dominado por las hienas y los buitres, donde el ser libre es la víctima indefensa. La lucha contra el poder inicuo, en estas circunstancias, siempre que sea pacífica, no sólo es lícita sino necesaria y vital para recuperar la dignidad humana que nos arrebatan.
La lucha sin descanso es la única solución contra el gobierno de Pedro Sánchez, una lucha que tiene que plasmarse en todos los ámbitos, especialmente en los más sensibles, preparando a la ciudadanía para que cuando se abran las urnas, los depredadores de la libertad, la decencia y la prosperidad sean derrotados, siempre que la osadía del gobierno no alcance el climax y se lance abiertamente por la vía del fraude.