El Comité Federal del PSOE, reunido el sábado, optó por hacerse complice de Zapatero al apoyar su negociación con ETA, anteponiendo la cohesión del partido y los intereses del poder a las múltiples irregularidades y dudas que envuelven lo que se conoce como "el proceso de paz".
Zapatero presentó "el proceso" ante la elite de su partido con las siguientes palabras: "Abordaremos con determinación, con responsabilidad y con rigor la oportunidad de poner fin a décadas de violencia terrorista en nuestro país, por medio del diálogo, pero siempre desde la fuerza de la legalidad, desde los principios democráticos y desde el respeto y la máxima consideración a las víctimas".
¿Es respeto a la "fuerza de la legalidad" haber violado el pacto antiterorista suscrito en su día con el PP para consensuar una polítiica común frente al terrorismo?
¿Es respeto a los "principios democráticos" mentir a la ciudadanía y esconder a la opinión pública que existen acuerdos o compromisos pactados con los terroristas?
¿Es "respeto y máxima consideración a las víctimas", haber marginado a la AVT, haberles retirado la mayorái de las subvenciones y haber intentado dividirlas y desacreditar su liderazgo?
El PSOE, muchos de cuyos miembros expresan en sus conversaciones privadas su desacuerdo con la claudicante negociación de Zapatero con ETA, prefirió en el Comité Federal guardar silencio y otrogar a Zapatero un apoyo del que tal vez lleguen a arrepentirse pronto.
¿Sumisión ante poder?, ¿falta de dignidad? ¿miedo a perder privilegios? ¿Simple cobardía?
Los representantes socialistas sí expresaron críticas y sometieron a debate asuntos como la política de aguas y la designación "a dedo" de Miguel Sebastian somo candidato a la alcaldía de Madrid, pero nadie expresó una sóla crítica a la arriesgada y cuestionada política de negociación con el terrorismo que está protagonizando el líder.
Zapatero presentó "el proceso" ante la elite de su partido con las siguientes palabras: "Abordaremos con determinación, con responsabilidad y con rigor la oportunidad de poner fin a décadas de violencia terrorista en nuestro país, por medio del diálogo, pero siempre desde la fuerza de la legalidad, desde los principios democráticos y desde el respeto y la máxima consideración a las víctimas".
¿Es respeto a la "fuerza de la legalidad" haber violado el pacto antiterorista suscrito en su día con el PP para consensuar una polítiica común frente al terrorismo?
¿Es respeto a los "principios democráticos" mentir a la ciudadanía y esconder a la opinión pública que existen acuerdos o compromisos pactados con los terroristas?
¿Es "respeto y máxima consideración a las víctimas", haber marginado a la AVT, haberles retirado la mayorái de las subvenciones y haber intentado dividirlas y desacreditar su liderazgo?
El PSOE, muchos de cuyos miembros expresan en sus conversaciones privadas su desacuerdo con la claudicante negociación de Zapatero con ETA, prefirió en el Comité Federal guardar silencio y otrogar a Zapatero un apoyo del que tal vez lleguen a arrepentirse pronto.
¿Sumisión ante poder?, ¿falta de dignidad? ¿miedo a perder privilegios? ¿Simple cobardía?
Los representantes socialistas sí expresaron críticas y sometieron a debate asuntos como la política de aguas y la designación "a dedo" de Miguel Sebastian somo candidato a la alcaldía de Madrid, pero nadie expresó una sóla crítica a la arriesgada y cuestionada política de negociación con el terrorismo que está protagonizando el líder.