Son muchos los estrategas y analistas norteamericanos que están denunciando la pasividad y la falta de acierto de Estados Unidos en Iraq, empeñado en una maraña de violencia sin imaginación, que no conduce a la victoria.
El último en denunciar los errores estratégicos de la Administración Bush en Iraq ha sido Andrew F. Krepinevich, que defiende que el único camino correcto es la derrota militar del enemigo en Iraq, en el artículo “Como vencer en Iraq”, publicado en el número de septiembre-octubre de la revista “Foreing Affairs”, órgano del poder establecido americano contrario a Bush.
El artículo ofrece una estrategia inteligente y detallada para vencer a los terroristas y a los nostálgicos del antiguo régimen de Sadam Hussein que nada tiene que ver con la que están desarrollando los norteamericanos en Iraq y que está siendo estudiada con atención en el Pentágono y en los servicios de análisis de la Casa Blanca.
Además, tiene el valor de señalar a Arabia Saudí como uno de los principales focos desestabilizadores del mundo islámico, un criterio que comparten la mayoría de los analistas occidentales pero que, por tratarse de un país teóricamente aliado, dueño de las mayores reservas de petroleo del mundo, es difícil de airear.
Para derrotar a los terroristas y conquistar los corazones y las mentes de los iraquíes –escribe el profesor de la George Mason University- no basta con hacerles votar y exportarles instituciones democráticas. Ese es el objetivo final, no la estrategia para conseguirlo, a pesar de que el gobierno de Bush, torpe, confunda una cosa con la otra. La tesis de la Casa Blanca según la cual cada avance democrático debilita a los terroristas en Iraq, es considerada falsa e insuficiente por el autor, que apuesta claramente por un acoso militar intenso al terrorismo y por una tesis de gran dureza: “mientras que Siria, Arabia Saudita e Iran tengan libertad para exportar odio, muerte y terrorismo, en Iraq será difícil vencer”.
El último en denunciar los errores estratégicos de la Administración Bush en Iraq ha sido Andrew F. Krepinevich, que defiende que el único camino correcto es la derrota militar del enemigo en Iraq, en el artículo “Como vencer en Iraq”, publicado en el número de septiembre-octubre de la revista “Foreing Affairs”, órgano del poder establecido americano contrario a Bush.
El artículo ofrece una estrategia inteligente y detallada para vencer a los terroristas y a los nostálgicos del antiguo régimen de Sadam Hussein que nada tiene que ver con la que están desarrollando los norteamericanos en Iraq y que está siendo estudiada con atención en el Pentágono y en los servicios de análisis de la Casa Blanca.
Además, tiene el valor de señalar a Arabia Saudí como uno de los principales focos desestabilizadores del mundo islámico, un criterio que comparten la mayoría de los analistas occidentales pero que, por tratarse de un país teóricamente aliado, dueño de las mayores reservas de petroleo del mundo, es difícil de airear.
Para derrotar a los terroristas y conquistar los corazones y las mentes de los iraquíes –escribe el profesor de la George Mason University- no basta con hacerles votar y exportarles instituciones democráticas. Ese es el objetivo final, no la estrategia para conseguirlo, a pesar de que el gobierno de Bush, torpe, confunda una cosa con la otra. La tesis de la Casa Blanca según la cual cada avance democrático debilita a los terroristas en Iraq, es considerada falsa e insuficiente por el autor, que apuesta claramente por un acoso militar intenso al terrorismo y por una tesis de gran dureza: “mientras que Siria, Arabia Saudita e Iran tengan libertad para exportar odio, muerte y terrorismo, en Iraq será difícil vencer”.