En la imagen aparece la fabulosa hacienda Fortaleza, situada en el municipio de Valparaiso, en Brasil, recientemente adquirida por uno de los nuevos millonarios brasileños, el joven Fabio Luis Lula Da Silva, hijo de Luis Ignacio Lula Da Silva, actual Presidente de Brasil, socialista y líder sindical mundialmente conocido, incansable defensor de los pobres del mundo y de los parias de la tierra.
El nuevo millonario, hijo del presidente, hace solo 5 años era un humilde empleado del Zoológico de Sao Paulo, con un sueldo de 1,500 Reales (750.00 dólares) mensuales, pero este año, sin que se le conozcan otros ingresos procedentes del trabajo, acaba de comprar la "Fazenda" (Hacienda) Fortaleza, pagando por ella nada menos que 47 millones de Reales (24 millones de dólares).
Se si hacen cuentas, uno descubre que el avispado hijito de Lula Da Silva, ganando 1,500 Reales al mes, habría necesitado nada menos que 2.612 años para juntar los 47 millones de Reales, que pagó por se nueva residencia.
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El nuevo millonario, hijo del presidente, hace solo 5 años era un humilde empleado del Zoológico de Sao Paulo, con un sueldo de 1,500 Reales (750.00 dólares) mensuales, pero este año, sin que se le conozcan otros ingresos procedentes del trabajo, acaba de comprar la "Fazenda" (Hacienda) Fortaleza, pagando por ella nada menos que 47 millones de Reales (24 millones de dólares).
Se si hacen cuentas, uno descubre que el avispado hijito de Lula Da Silva, ganando 1,500 Reales al mes, habría necesitado nada menos que 2.612 años para juntar los 47 millones de Reales, que pagó por se nueva residencia.
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Pero ahí no terminan los "éxitos" del hijo del sindicalista Lula. Esta hacienda, que antes era propiedad de José Carlos Prat Cunha, criador de toros campeones y de ganado cebú en dicha hacienda, obtuvo casualmente, después de ser adquirida por el jóven Lula, el primer certificado extendido por el gobierno para poder esportar ganado a Europa, según denuncio la revista Veja.
Las sospechas de corrupción que acosan al actual presidente son una de las razones que están demoliendo su prestigio e imagen en el momento en que termina su presidencia, además de restar votos a Dilma Rousseff, la candidata que Lula ha designado para sucederle, y fortalece las opciones del otro candidato, el opositor José Serra.
Las sospechas de corrupción que acosan al actual presidente son una de las razones que están demoliendo su prestigio e imagen en el momento en que termina su presidencia, además de restar votos a Dilma Rousseff, la candidata que Lula ha designado para sucederle, y fortalece las opciones del otro candidato, el opositor José Serra.