Como ya es habitual en el régimen de Zapatero, España quedó nuevamente en ridículo anoche, en el festival de Eurovisión, tras la actuación de Rodolfo Chikilicuatre. Ganó Rusia, con 272 puntos. España quedó decimosexta, con 55 puntos.
En los últimos años, las presencias y actuaciones de España en los escenarios, foros y cónclaves internacionales se saldan, habitualmente, con ridículos.
Ahora, tras los fracasos en política, economía, diplomacia, educación e inmigración, hay que agregar un nuevo ámbito de fracaso para España: el de la música.
Veanse los ejemplos de los piratas somalies, la soledad de Zapatero en los foros europeos y de la OTAN, la pérdida de peso en el concierto mundial, el boicot a Zapatero en la Casa Blanca, nuestra amistad con impresentables como Hugo Chávez, los hermanos Castro y otros, la agonía sin honra de la Alianza de Civilizaciones, etc.
En los últimos años, las presencias y actuaciones de España en los escenarios, foros y cónclaves internacionales se saldan, habitualmente, con ridículos.
Ahora, tras los fracasos en política, economía, diplomacia, educación e inmigración, hay que agregar un nuevo ámbito de fracaso para España: el de la música.
Veanse los ejemplos de los piratas somalies, la soledad de Zapatero en los foros europeos y de la OTAN, la pérdida de peso en el concierto mundial, el boicot a Zapatero en la Casa Blanca, nuestra amistad con impresentables como Hugo Chávez, los hermanos Castro y otros, la agonía sin honra de la Alianza de Civilizaciones, etc.
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