Información y Opinión

Ceuta y Melilla, ciudades víctimas de una España injusta





Ojalá la visita de los reyes a Ceuta y Melilla sirva para que a esas ciudades se les haga justicia y se les reconozca su ejemplar sentido de la tolerancia, de la convivencia intercultural y de su elevado amor por España. En las ciudades españolas del norte de África conviven de manera ejemplar musulmanes y cristianos, españoles y marroquies, presididos por la democracia, que no es otra cosa que la voluntad de vivir en común y en armonía.

A cambio de su españolidad y comportamiento ejemplar, las dos ciudades han recibido de España mucho olvido y demasiado abandono cobarde. El rey ha tardado una eternidad en visitarlas, cuando debería haber ido todos los años para demostrar que esas ciudades existen y resisten ante el acoso de Marruecos.

Si en Ceuta o Melilla hubieran desplegado ante los ojos de los reyes una pancarta con la leyenda "Majestades; ¿por que han tardado tanto en venir? ¿por miedo al moro?", los reales visitantes habrían tenido que guardar un respetuoso silencio ante la justicia y la justeza del reproche.

El espectáculo de la visita de los reyes a Ceuta y Melilla debería hacer reflexionar a Zapatero y a su gobierno sobre la injusticia que representa premiar con privilegios y con un reparto ventajoso de dinero e inversiones a comunidades dominadas por nacionalismos desbocados, que odian lo español, que apuestan por la disgregación, que persiguen a los que hablan el idioma común y que desprecian la bandera y los símbolos de la convivencia, mientras que se abandona y margina a las que siguen (todavía) creyendo en España y poniendo la esperanza en el destino común como nación.

Privilegiar desde el gobierno a catalanes y vascos y marginar a ceutíes y melillense es una sucia e injusta villanía, se mire como se mire.


   
Martes, 6 de Noviembre 2007
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