Colaboraciones

CAMBIAR DE BANCO O CAMBIAR DE RELIGIÓN





Con el petróleo a 118 dólares el barril, precio de hoy, los árabes son los tipos más ricos del mundo, con dinero suficiente para financiar la expansión del Islam, sostener el terrorismo, construir mezquitas y madrasas por todo el planeta y hasta comprar la Cristiandad.

Los árabes ya eran ricos en 1970, cuando la crisis del petróleo elevó el barril a 14 dólares, una cantidad que entonces ya les hizo multimillonarios y que les permitió comprar bancos y empresas en todo el mundo.

Conscientes de que quien tiene el dinero son los musulmanes, la banca occidental está reaccionando y creando productos y conceptos financieros adaptados a la Sharía, la doctrina islámica, que, además de permitir la lapidación de las adúlteras y cortar la mano al ladrón, prohíbe la usura y obtener intereses del dinero.

La banca islámica acreditada “Halal”, es decir, adaptada a la ley islámica, tras haber triunfado en Inglaterra y otros países con alta densidad de población musulmana, está a punto de llegar a España, donde podría representar toda una revolución en el sistema financiero.

Este sistema bancario ofrece productos en Europa, desde hace años, sin comisiones penalizadoras, sin intereses fijos para devolución de préstamos. Los resultados son positivos, los clientes musulmanes prefieren colocar sus ahorros en bancos y fondos islámicos que les asegura la inversión en productos bancarios acordes con la sharia. También existen “bancos éticos” y “fondos éticos”donde puedes exigir que tus ahorros no se inviertan en industrias de material de guerra, pesticidas perniciosos, tabaqueras, investigación con animales. etc, pero los ideados para clientes musulmanes son especialmente éticos y ventajosos.

Los españoles se darán cuenta pronto que les conviene pedir un préstamo “a la sharía” más que solicitarlo como simple cristiano. Como musulmán te aplican una banca ética y humanizada, pero como cristiano te aplican el Euribor y te expropian, si no pagas. El sistema acorde con el Corán es más humano y ventajoso que el alumbrado por el capitalismo bancario inmisericorde.

Así que está claro: o cambias de religión o cambias de banco, porque seguir en la vieja banca puede que no sea ya rentable.

Por si acaso, yo empiezo ya a saludar con un Holaicum.

Ligur




   
Miércoles, 30 de Abril 2008
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