Indignado ante el presente agónico de España, nación plagada de ineptos, saqueadores y estafadores atrincherados en el poder, y aterrorizado ante el amenazante y tenebroso futuro que nos espera, he decidido, para elevar mi maltrecha moral, refugiarme en el pasado glorioso y digno de España, cuando este país realizaba gestas y proezas legendarias y producía hombres y mujeres de gran dignidad, solvencia moral y grandeza.
Para realizar con garantía esa inmersión en el pasado más noble de este país, hoy mal gobernado y humillado ante los ojos del mundo, he leído el libro "PIsando Fuerte", de Fernando Martínez Laínez, (EDAF, 2012), que revela secretos sobre los Tercios de Flandes y sobre aquella España donde los gobernantes, sobrados de grandeza, respondían de sus actos ante el rey y el pueblo, sin que, por fortuna, existiera sitio en las alturas para delincuentes, canallas y saqueadores.
El libro narra batallas donde los famosos Tercios españoles alcanzaron la gloria, se hace eco de las costumbres y lealtades de aquellos soldados invencibles, describe momentos poco conocidos de nuestra historia, como la invasión que nuestros tercios realizaron en las Islas Británicas, donde estuvieron a punto de alcanzar una gran victoria, habla del "Camino Español" que atravesaba la Europa de la época, una de las una de las hazañas logísticas mayores de la Edad Moderna, de las costumbres y métodos que hacían grandes a los militares y gobernantes de aquel tiempo y de un mundo donde los mediocres y los canallas no tenían sitio ni rutas para alcanzar la cima.diametralmente distinto al sucio caldo que domina el poder en la España actual.
Cuando se lee "Pisando Fuerte" uno se traslada a otra realidad y siente envidia de aquellos personajes que, sin ser perfectos, si tenían mucho de lo que huy falta en España: amor por la patria, respeto a los símbolos, afán de grandeza, generosidad de héroes y un elevado sentido de la honradez, el deber, el honor y del orgullo de ser español. Basta un dato para apreciar la distancia abismal que separa a un grande de entonces con un político mediocre del presente: para aquel, perder la reputación era una tragadia insoportable, mientras que la mayoría de nuestros políticos ni tienen reputación ni nunca llegaron a tenerla, ni esa carencia les afecta lo mas mínimo. Prefieren mil veces ser amigos del líder, que es lo que da poder y dinero.
Debo advertir, sin embargo, a los que pretendan realizar la misma inmersión que yo ha hecho en la grandeza de nuestro pasado que ese camino es un arma de doble filo y que al final puede volverse contra nosotros, generando envidia y una profunda tristeza ante la comparación de esta España degenerada por sus políticos con aquella otra elevada hasta la cumbre por sus mejores hombres.Cuando uno compara aquella España con la actual, donde los enemigos de la patria actúan como minadores, desde dentro, donde los peores adversarios de la nación son favorecidos por una ley electoral que premia al nacionalismo más radical y excluyente, donde el Estado está infectado de corruptos, donde el servicio ha sido suplantado por el privilegio y donde los héroes se han vuelto saqueadores, uno siente la mayor y más invencible de las tristezas y piensa en los hijos y en los nietos, en lo que les espera a las futuras generaciones de españoles por culpa de la inmensa banda de desalmados que han gobernado este país en las últimas tres décadas, engañando, mintiendo, dilapidando, esquilmando y anteponiendo siempre la vileza a la grandeza, los intereses propios al bien común y la mezquindad de los partidos políticos a la inmensidad del concepto de patria común y hogar colectivo de un pueblo.
Fernando Martínez Laínez, el autor de "Pisando Fuerte" es un buen periodista, pero también es un investigador, doctor en Ciencias de la Información; es meticuloso como un grafista y constante como un indiano. Sus libros siempre tienden a resaltar la grandeza y la gloria, sin prestar demasiada atención a la miseria, que abunda en nuestro entorno. Por eso, Martínez Laínez es un buen antídoto contra esta España miserable que nos ha construido nuestra casta política, una de las naciones más mediocres, ineptas, mentirosas, indignas e inmorales del planeta.
Para realizar con garantía esa inmersión en el pasado más noble de este país, hoy mal gobernado y humillado ante los ojos del mundo, he leído el libro "PIsando Fuerte", de Fernando Martínez Laínez, (EDAF, 2012), que revela secretos sobre los Tercios de Flandes y sobre aquella España donde los gobernantes, sobrados de grandeza, respondían de sus actos ante el rey y el pueblo, sin que, por fortuna, existiera sitio en las alturas para delincuentes, canallas y saqueadores.
El libro narra batallas donde los famosos Tercios españoles alcanzaron la gloria, se hace eco de las costumbres y lealtades de aquellos soldados invencibles, describe momentos poco conocidos de nuestra historia, como la invasión que nuestros tercios realizaron en las Islas Británicas, donde estuvieron a punto de alcanzar una gran victoria, habla del "Camino Español" que atravesaba la Europa de la época, una de las una de las hazañas logísticas mayores de la Edad Moderna, de las costumbres y métodos que hacían grandes a los militares y gobernantes de aquel tiempo y de un mundo donde los mediocres y los canallas no tenían sitio ni rutas para alcanzar la cima.diametralmente distinto al sucio caldo que domina el poder en la España actual.
Cuando se lee "Pisando Fuerte" uno se traslada a otra realidad y siente envidia de aquellos personajes que, sin ser perfectos, si tenían mucho de lo que huy falta en España: amor por la patria, respeto a los símbolos, afán de grandeza, generosidad de héroes y un elevado sentido de la honradez, el deber, el honor y del orgullo de ser español. Basta un dato para apreciar la distancia abismal que separa a un grande de entonces con un político mediocre del presente: para aquel, perder la reputación era una tragadia insoportable, mientras que la mayoría de nuestros políticos ni tienen reputación ni nunca llegaron a tenerla, ni esa carencia les afecta lo mas mínimo. Prefieren mil veces ser amigos del líder, que es lo que da poder y dinero.
Debo advertir, sin embargo, a los que pretendan realizar la misma inmersión que yo ha hecho en la grandeza de nuestro pasado que ese camino es un arma de doble filo y que al final puede volverse contra nosotros, generando envidia y una profunda tristeza ante la comparación de esta España degenerada por sus políticos con aquella otra elevada hasta la cumbre por sus mejores hombres.Cuando uno compara aquella España con la actual, donde los enemigos de la patria actúan como minadores, desde dentro, donde los peores adversarios de la nación son favorecidos por una ley electoral que premia al nacionalismo más radical y excluyente, donde el Estado está infectado de corruptos, donde el servicio ha sido suplantado por el privilegio y donde los héroes se han vuelto saqueadores, uno siente la mayor y más invencible de las tristezas y piensa en los hijos y en los nietos, en lo que les espera a las futuras generaciones de españoles por culpa de la inmensa banda de desalmados que han gobernado este país en las últimas tres décadas, engañando, mintiendo, dilapidando, esquilmando y anteponiendo siempre la vileza a la grandeza, los intereses propios al bien común y la mezquindad de los partidos políticos a la inmensidad del concepto de patria común y hogar colectivo de un pueblo.
Fernando Martínez Laínez, el autor de "Pisando Fuerte" es un buen periodista, pero también es un investigador, doctor en Ciencias de la Información; es meticuloso como un grafista y constante como un indiano. Sus libros siempre tienden a resaltar la grandeza y la gloria, sin prestar demasiada atención a la miseria, que abunda en nuestro entorno. Por eso, Martínez Laínez es un buen antídoto contra esta España miserable que nos ha construido nuestra casta política, una de las naciones más mediocres, ineptas, mentirosas, indignas e inmorales del planeta.