Manifestante por la libertad en Tibet
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha sugerido que Francia podría boicotear la ceremonia inaugural de los juegos olímpicos de China, lo que constituye un ejemplo para otros dirigintes teóricamente demócratas del mundo que tienen miedo a contrariar al gobierno chino.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que Francia boicotee la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing en protesta por la represión china en Tíbet, Sarkozy dijo: "todas las opciones están abiertas" y que "no cierra la puerta a ninguna eventualidad".
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) había pedido también hoy a los jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo que boicoteen la ceremonia inaugural de los Juegos en protesta por la situación de los derechos humanos en China.
La organización defensora de la libertad de prensa en el mundo señaló en un comunicado que China no ha cumplido ninguno de los compromisos que adquirió cuando en 2001 fue designada sede de los Juegos y pidió a los mandatarios un gesto para mostrar su desaprobación con la situación.
El boicot de la competición "no es una buena solución" porque privaría a los atletas de una gran competición deportiva y a los espectadores de un espectáculo, según RSF. Pero la ceremonia inaugural es el escenario adecuado, según RSF, para que los países democráticos y respetuosos de los derechos humanos manifiesten su rechazo a la dictadura opresiva del comunismo chino.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que Francia boicotee la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing en protesta por la represión china en Tíbet, Sarkozy dijo: "todas las opciones están abiertas" y que "no cierra la puerta a ninguna eventualidad".
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) había pedido también hoy a los jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo que boicoteen la ceremonia inaugural de los Juegos en protesta por la situación de los derechos humanos en China.
La organización defensora de la libertad de prensa en el mundo señaló en un comunicado que China no ha cumplido ninguno de los compromisos que adquirió cuando en 2001 fue designada sede de los Juegos y pidió a los mandatarios un gesto para mostrar su desaprobación con la situación.
El boicot de la competición "no es una buena solución" porque privaría a los atletas de una gran competición deportiva y a los espectadores de un espectáculo, según RSF. Pero la ceremonia inaugural es el escenario adecuado, según RSF, para que los países democráticos y respetuosos de los derechos humanos manifiesten su rechazo a la dictadura opresiva del comunismo chino.