Información y Opinión

Balance desastroso de un año de gobierno



Despojado de propaganda y confusión, el balance del primer año de la actual legislatura es tan desastroso que a Zapatero no le queda otra salida digna que dimitir. España retrocede con respecto a Europa y los parados y nuevos pobres invaden la sociedad. Los cuatro millones de parados están a la vuelta de la esquina y los peores vaticinios hablan de seis millones de desempleados en 2011. Zapatero está desorientado y no sabe qué hacer frente al drama de España, a la que conduce hacia la ruina, mientras que su gobierno hace aguas por múltiples grietas. La remodelación profunda del gobierno que se anuncia no es la solución y la única salida viable es la convocatoria urgente de elecciones anticipadas.
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¿Qué puedo hacer yo?
La situación económica de España, dramática a juzgar por los datos comprobados, pesa como una losa de plomo sobre el gobierno de Zapatero y convierte su gestión en altamente negativa. Por primera vez en muchos años, España pierde riqueza y retrocede con respecto a Europa, mientras que el número de parados se acerca a los cuatro millones y continuará creciendo, según los vaticinios de los expertos, hasta la terrible cifra de seis millones. El tejido productivo se desmorona y miles de empresas están cerrando y destruyendo empleo y riqueza, sin que el gobierno sepa que hacer para detener la sangría.

Los "pecados" y mentiras de Zapatero se han vuelto grotescos con el tiempo. Aquellas bravuconadas de que la economía española está en la "champion" o aquella afirmación de que ya hemos superado a Italia y Sarkozy tiene miedo a que tambien sobrepasemos a Francia, pronunciadas por un Zapatero imprudente, infantil y torpe, suenan ahora como el grito de un político sin altura y fuera de control, lo mismo que se siente lástima y dolor ante el tiempo precioso que perdió España cuando Zapatero, en lugar de tomar las primeras medidas para atajar el avance de la crisis, de manera irresponsable, negaba y ocultaba la existencia de la crisis sin otro fin que ganar las últimas elecciones generales.

La España de Zapatero es un océano de dramas y de decadencia. Miles de españoles se incorporan cada día al mundo de los pobres y son más los que tienen que acudir a los comedores de caridad para conseguir alimentarse. En Cáritas dicen que la cantidad de hambrientos que se acercan a sus comedores no se veía desde los tiempos duros de Franco. La sociedad, con casi un millón de parados que no reciben ingreso alguno y con un crecimiento incontenible de la delincuencia, consecuencia de la escasez y la desesperación, está cada día más convulsa, pero el gobierno, en lugar de asumir el drama, intenta ocultarlo y tiene la osadía de "celebrar" su quinto año de gobierno con optimismo y satisfacción.

Las cajas de ahorro, en su reciente informe sobre la situación española, describen un futuro aterrador, con el paro desatado y con Andalucía y Extremadura alcanzando cifras de hasta el 30 por ciento de desempleados en este año 2009.

Pero lo más grave que está ocurriendo en España quizás no sea la situación de la economía, que es un mal que afecta a todo el planeta, aunque en España, por la ineptitud del gobierno, el problema sea mayor, sino la decadencia generalizada que afecta también a otros ámbitos de la vida. El desprestigio de los políticos y del liderazgo, el divorcio entre políticos y ciudadanos, el déficit de ética, la maloliente sensación general de corrupción, la arrogancia del poder, que sigue subiéndose los sueldos, el escándalo que representa unas administraciones públicas plagadas de parásitos y enchufados del poder, el despilfarro de algunos políticos y hasta el evidente deterioro de la misma democracia, considerada ya por muchos como una estafa, sitúan al país en el borde de la descomposición.

La sensación de que Zapatero no está preparado para dirigir el país y de que su irresponsabilidad y soberbia nos están llevando hacia el abismo, se abre camino cada día con más fuerza en esta España desventurada y secuestrada por su pésima clase política.

Si todo sigue igual y Zapatero no dimite, la propaganda del gobierno se tornará inutil frente a la dura realidad y las próximas elecciones europeas y, sobre todo, las generales de 2012, pueden convertirse en "masacres" para el gobierno, al que los ciudadanos, frustrados. empobrecidos y cabreados, castigarán sin piedad en las urnas por haber conducido a la nación hasta el retroceso y la pobreza.

   
Miércoles, 11 de Marzo 2009
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