Colaboraciones

BREVE TESIS SOBRE LAS VENGANZAS DE LAS CUCARACHAS



CARTA ABIERTA AL MUY RESENTIDO SEÑOR MANUEL CONTHE

“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

Pitágoras de Samos



Muy señor (el tratamiento de tal es y no es la consecuencia confusa, directa, de una irónica pretensión mía de bailarle a usted el agua y, al alimón, no dorarle la píldora, prácticas paradójicas donde las haya, de las que, por lo general, no soy partidario, ergo, mucho menos entusiasta; el corolario contradictorio que vuestra merced se ha ganado a pulso, sin ninguna duda) mío:

Está claro que la venganza es un comportamiento humano más generalizado de lo que confesamos y reconocemos las personas, quienes, a veces, a gachas, a rachas, actuamos como verdaderas cucarachas.

Dejando a un lado la ironía, le agradezco sobremanera varios de los comportamientos, de una entereza insólita por estos pagos, que ha tenido últimamente, de cabo a rabo. Así que, déjeme que sea ahora, con evidente retraso (pero ya sabe: más vale tarde que nunca) cuando le dé las gracias, merecidas, sentidas y sinceras, por haber conjugado el verbo que tanta grima da conjugar a cuantos ostentan cargos públicos, empezando por la primera persona del singular, o sea, dando ejemplo, que, como algunos aprendimos y no se nos escapa, es la única manera de influir sobre los demás.

Retomando el uso de la figura retórica que pretende “dar a entender lo contrario de lo que se dice” (DRAE dixit), le agradezco la denuncia que no hizo en su momento, 2005, cuando tocaba, sino anteayer, aportando datos menudos, de cómo, desde la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, se orquestó y fraguó una operación para acosar, abatir y hollar la personalidad y la prez de Francisco González, presidente del BBVA, y, de esa guisa, un desaguisado en toda la regla, forzarle a que presentara su renuncia al puesto.

Si tenemos en cuenta que Miguel Sebastián, el actual candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, era por aquel entonces quien dirigía dicha Oficina y que Francisco González, al parecer, fue quien lo despidió del banco, estaríamos ante una burda “satisfacción que se toma del agravio o daño recibidos”, según define la voz “venganza” el DRAE.

En la urdidura que denunció anteayer Conthe está implicado el ínclito vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos Arenillas, quien recientemente se confesó abochornado por lo que costó (no pagó él, por supuesto) una comida o una cena para dos personas (él fue uno de los dos comensales sibaritas), 1400 euros del ala, si la memoria no me juega ahora una mala pasada.

Ah, olvidábaseme decir que convendría que el solvente vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, contribuyera a esclarecer los hechos denunciados, quiero decir, a exhumar la verdad, en el caso de que ésta hubiera sido sepultada bajo tierra.

Reciba, por lo tanto, señor Manuel Conthe, mi predicamento por su dimisión (en lo tocante a su decencia y probidad, la verdad, no lo tengo tan claro) y mi recomendación de que no olvide nunca la píldora en la que José Ortega y Gasset logró concentrar su teoría sobre el resentimiento: “el perdón es la venganza de los hombres buenos”.

E. S. O., un andoba de Cornago

   
Jueves, 10 de Mayo 2007
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