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BIBIANA AÍDO: Ministra, ha asesinado usted a Beethoven



El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y Salud Sexual Reproductiva, que contempla el aborto como un derecho de la mujer, libre hasta la semana 14, en dos supuestos hasta la 22 y excepcionalmente hasta el final del embarazo. Esta norma sustituirá a la actual legislación, vigente desde 1985, y que despenalizaba el aborto en los supuestos de violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y psíquica de la madre. La nueva ley mantiene el polémico derecho a que las chicas de 16 y 17 años pueden interrumpir su embarazo sin el permiso paterno.

Con este motivo, reproducimos hoy un interesante artículo sobre las tesis socialistas sobre el aborto, firmado por el destacado maestro de periodistas Luis María Anson.
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Querida ministra:

Si no es cierta la historia, está bien trovatta. Me cuentan que en una intervención pública tuya en Madrid, con el salón abarrotado por tus incondicionales, te abordó una chica joven, no tan guapa como tú, pero ombliguera, los vaqueros ceñidos, el escote pezonero, las gafas de sol sobre la cabeza, la chupa sucia de dómine, el bolso en bandolera, y te preguntó:

- ¿Ministra, no cree usted completamente adecuado el aborto de una amiga mía, socialista como yo, que fue violentada por su pareja en estado de ebriedad y se quedó embarazada, con la seguridad, por razones genéticas, de que el niño tendrá alguna grave malformación?

- Está claro -contestaste con esa sonrisa que te ilumina y que es lo mejor con diferencia del Gobierno zapatético-. En un caso así ninguna persona responsable dudaría en aplicar la interrupción del embarazo.

Ante la estupefacción del auditorio, tu joven interlocutora hizo estallar su respuesta: - Señora ministra, ha asesinado usted a Beethoven.

La historia, querida ministra, es real y en su día fue recogida en la portada de un gran periódico, que publicó años después una fitografía tridimensional, obtenida en el vientre materno, de un feto de trece semanas en el que se distinguen claramente los ojos, la nariz, la boca, hasta los dedos de los pies, del niñito nasciturus.

En un memorable artículo de Miguel Delibes que publiqué en la tercera del ABC verdadero, el gran escritor se alineaba, con su tradicional talante progresista, a favor del pobre y en contra del rico, a favor de la mujer y en contra del hombre, a favor del negro y en contra del blanco, a favor del débil y en contra del fuerte. A favor del feto indefenso y en contra de la mujer que decide matarle por comodidad, egoísmo o condicionantes sociales.

Seguramente hay ciertos motivos que pueden justificar el aborto, por ejemplo, si existiera grave riesgo para la vida de la madre, pero es éste asunto que exige especialísimo estudio y consideración. Dejo aparte las creencias religiosas. Estamos ante una cuestión de derecho natural. No se puede hacer progresismo barato ni electoralismo político a costa de la vida de los más inocentes e indefensos. Por el contrario, el progresismo profundo, el que defiende al débil contra el fuerte, será siempre cauteloso y reticente con ciertas leyes que atropellan el derecho a la vida para respaldar el egoísmo de algunas mujeres.

Beethoven, el sordo genial, querida ministra, no hubiera nacido con tu ley en ristre.

Sé que no la vas a rectificar porque la política zapateresca se basa en el sostenella y no enmendalla, pero eres una persona inteligente y encantadora y no está de más que sepas que son millones los ciudadanos ajenos al PP, e incluso a los sentimientos religiosos, que están en contra de tus veleidades porque atentan contra el derecho natural.

Luis María ANSON
05.04.2009

   
Jueves, 14 de Mayo 2009
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