Información y Opinión

BENEDICTO XVI ANTE LA ONU





Ante la Asamblea General de la ONU, el Papa ha criticado a los grandes superpoderes, y afirmado con entereza, que la ONU está en crisis "porque aún sigue subordinada a las decisiones de unos pocos"; el "consenso multilateral tiene el deber de intervenir" cuando un estado no protege a sus propios ciudadanos contra "graves y repetidas violaciones de los derechos humanos". Benedicto XVI, el tercer Papa que se dirige a la Asamblea, fue recibido por una multitud que se apiñó en las inmediaciones de la ONU con un gran cartel, que clamaba "Wilkommen": Bienvenido, en alemán.

El Papa, instando a los representantes de más de 190 naciones a reconocer "la naturaleza trascendente de la persona", vinculó la cuestión del aborto a la protección de los derechos humanos. La libertad de religión no consiste sólo en "la libertad a ejercer el culto", sino también en "admitir esa dimensión y protegerla contra la ideología secular dominante"; habló de "la clara violación del orden de la creación" y advirtió de los riesgos de interpretar la Declaración Universal de Derechos Humanos "desde una perspectiva utilitarista y estrecha".

Es perentoria la implantación de la paz en el mundo; en el contexto de los derechos humanos, y sin mencionar textualmente la guerra de Irak, urgió a la comunidad internacional a "una búsqueda más perfecta, para resolver los conflictos, bajo el espíritu del diálogo y la reconciliación".

Por la tarde, se trasladó a la sinagoga de East Park, unas horas antes de la celebración de la Pascua Judía. La visita, "gesto de amistad" hacia los judíos, que, en principio, no estaba prevista, destacó, a pesar de su brevedad y de su sencillez, a causa del calor mostrado por la comunidad judía, que lo recibió con cánticos, gozo y efusión. Iniciando su discurso con el deseo y saludo, 'Shalom', dijo: "He venido aquí con gran alegría, pocas horas antes del comienzo de la celebración de vuestras Pesaj, para expresar mi respeto y afecto a la comunidad judía de Nueva York", que cuenta con más de un millón de integrantes, y a "seguir construyendo puentes de amistad con los diversas grupos étnicos y religiosos" que viven en esta ciudad.

Estos encuentros y abrazos amistosos son necesarios y de imperiosa exigencia, no sólo con los judíos, sino también con las otras confesiones cristianas, para alcanzar la unión ecuménica. Si la amistad y la paz es vital en este frío mundo agresivo y violento, mucho más lo es entre los creyentes, que tienen su fe y esperanza en el Dios, Padre, que “es Amor. Es conveniente y justo deshacer el viejo mito de que los judíos mataron al Señor. El asesinato de Jesucristo lo perpetraron las estructuras imperiales de Roma; esa leyenda la suscitaron los evangelistas, que, a favor de la introducción y expansión del cristianismo en el Imperio Romano, cargaron las tintas en los judíos, exculpando a aquel. Es cierto que el Sanedrín tuvo su participación, al considerarlo blasfemo por llamarse el Cristo, Mesías e hijo de Dios, pero el poder de sentenciar a muerte sólo lo tenían los representantes del Imperio. Lo asesinaron los romanos por proclamarse Rey; y, de ninguna manera, el pueblo israelita, que lo seguía, quería y escuchaba. No fue el pueblo, fueron los jefes y los poderes de la Potencia Colonizadora, cruel y sanguinaria.


Camilo Valverde


   
Jueves, 24 de Abril 2008
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