Información y Opinión

Avergonzados del gobierno y de la indignidad del PSOE



Muchos millones de españoles sienten hoy dolor por España, miedo ante el futuro que se perfila y vergüenza de Pedro Sánchez, del PSOE y de sus aliados.

La reciente sesión de control al gobierno fue un recital de mentiras, cinismo y desprecio a la democrcia que nos avergonzó a muchos millones de españoles. El PSOE, bajo Pedro Sánchez, ha perdido la dignidad, a juzgar por lo que se vivió en la sede del Congreso: opacidad, mentiras, insultos, desprecio a la oposición y obstáculos intolerables al control del gobierno, que es una de las piezas fundamentales de la democracia. El gobierno español se negó a contestar las preguntas sobre la visita al aeropuerto de Madrid de la vicepresidenta de Venezuela, las mentiras reiteradas del ministro Ábalos, el giro en las relaciones con Venezuela, narcodictadura a la que ahora se considera aliada y amiga, y las conversaciones que se produjeron en el Aeropuerto de Madrid.

Con el mayor descaro, el gobierno mintió en sede parlamentaria, marcando el rumbo de lo que va a ser la legislatura de la vergüenza y la tiranía en España.

La indignidad y la desvergüenza del gobierno comenzó a sorprender a los ciudadanos desde el principio y eso que los españoles estamos acostumbrados a soportar más escándalos, corrupciones, abusos y mentiras que cualquier otro pueblo de Europa. El empecinamiento por gobernar en coalición con los comunistas de Podemos y el independentismo mas brutal, lleno de odio y deseoso de despedazar España ya hizo que este gobierno de Sánchez naciera envilecido, pero ahora, además, nos avergüenza y su vocación miserable nos sobrepasa. desborda y anticipa la ruina de España y el fin del PSOE.
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Sin embargo, la desvergüenza y vileza del gobierno es lo lógico si se analizan los componentes del mismo. Para aliarse con el comunismo asesino, con los defensores del terrorismo criminal de ETA y con los partidos nacionalistas extremos que quieren destruir España y han convertido el odio en el motor de su política, hay que estar ya previamente envilecido. La lógica dice que un contubernio de desleales, enemigos de España y gente sin escrúpulos ni solvencia moral sólo puede producir vergüenza y vileza.

Pedro Sánchez, en la última sesión del Congreso, se consagró como persona no fiable y se sumó a la piara de los enemigos de España. Su ambición y su ego son inconmensurables y su catadura moral mínima. Su concepción del poder no tiene barreras y es la propia de un tirano, claramente incompatible con la democracia y la decencia.

De la sesión de control, Sánchez emerge como un monstruo capaz de conducir a España hacia el fracaso. Llamar "líder de la oposición" a Guaidó, al que más de medio centenar de democracias, entre ellas España, reconocen como "presidente encargado" y único dirigente legítimo de Venezuela, fue la prueba de su descaro inmoral, su capacidad de violar acuerdos internacionales y de su indecencia tiránica y fuera de control.

El PSOE, que debería haber expulsado de su seno a un cuerpo extraño y dañino como Sánchez, lo ha aceptado y se ha unido a él como una piña, arropando sus maldades.

Lo que Sánchez está pilotando es una peregrinación de España hacia la división y el odio, una reedición del viejo Frente Popular que nos condujo a la Guerra Civil de 1936 y nos tememos que también nos conduzca, si lo dejamos, hacia de destrucción del actual Estado de Derecho y la consagración en España de una dictadura pura y dura, sin elecciones y con un poder tan canalla como el de Maduro en Venezuela.

La ruta emprendida por Sánchez también está causando estragos en el pensamiento político y el alma de España. Millones de españoles, ante el espectáculo inmoral que ofrece el presidente, están dejando de creer en la democracia porque si ese sistema permite que un personaje de su calaña llegue al poder sin ser expulsado automáticamente, es porque no sirve y porque ese sistema tiene grietas y carencias realmente insoportables.

Francisco Rubiales

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Jueves, 13 de Febrero 2020
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