borregos abducidos
El primer dato positivo es que millones de españoles están cansados de la situación actual y buscan cambios y nuevas opciones, ante la decepción que sienten con los partidos actuales, ineptos, corruptos y escasamente democráticos. Muchos ciudadanos se quejan de que el bipartidismo bloquea la política española y que el poder se lo reparten entre los dos grandes partidos, pero existe una vía para romper ese bloqueo y crear un partido nuevo que abra el sistema y resucite la esperanza. El camino es crear la Asociación Nacional de Víctimas de Zapatero (ANVZ), lograr que los damnificados se unan, transformar la Asociación en un partido político de ciudadanos y presentarse a las próximas elecciones. Aunque sólo reciba la adhesión de un tercio de las víctimas de Zapatero, las elecciones estarían ganadas, por mayoría absoluta aplastante. No es un camino fácil, pero es viable.
Las víctimas reales de Zapatero somos todos los españoles, absolutamente todos, porque su mal gobierno nos ha arrebatado la prosperidad, la esperanza, la confianza y el futuro. Pero seamos realistas y admitamos que los que militan en el PSOE y en los otros partidos políticos, casi todos ellos presos de una lealtad que se parece demasiado a la sumisión esclava, permanecerán fieles a su militancia y que los que succionan a diario las ubres del Estado, los fanáticos del odio al adversario y los abducidos por la manipulación y la propaganda del gobierno no van a sentirse víctimas. El público objetivo y real de la ANVZ seguiría siendo, entonces, de más de 20 millones de españoles con derecho a voto, base impresionante e invencible para una mayoría aplastante.
Si la lógica funciona, los más entusiastas miembros de la ANVZ serían, en primer lugar, los cinco millones de parados que existen realmente en España, una vez corregida y desmaquillada la cifra oficial trucada, seguidos por los más de ocho millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, por los que han perdido sus viviendas por desahucio, por los ciudadanos honrados y demócratas que contemplan horrorizados la actual postración de España, por los que reclaman justicia y no la obtienen, por los muchos que sienten indignación ante la desigualdad y ante el escándalo que representa que los pobres sean cada vez más pobres y que los ricos sean cada vez más ricos en España, por los cientos de miles de españoles escandalizados ante el dinero que roban los corruptos y las ventajas y privilegios de la "casta" política y sus amigos y cómplices, por los que sueñan con un mundo mejor, por los que añoran la verdad en una sociedad dominada por la mentira, por los injustamente marginados, por los que han perdido concursos públicos y oposiciones porque los corruptos se los han otorgado a sus amigos y correligionarios... y un largo etcétera que incluye a los que se abstienen, a los que votan en blanco y a los muchos que se acercan a las urnas con la nariz tapada, para votar a un partido que, aunque apeste a podrido, parece menos malo que el que gobierna. Por una u otra razón, la degradada democracia española ha producido en los últimos años millones de descontentos y frustrados por una política envilecida y fracasada, todos ellos potenciales miembros de pleno derecho de la esperanzadora ANVZ.
Los promotores de la Asociación deberían aprovechar la extraordinaria ocasión para corregir los dramas y eliminar las miserias que han convertido a los actuales partidos políticos en maquinarias autoritarias, nada democráticas y en los principales obstáculos para la regeneración de un país atormentado. La ANVZ practicará el debate, permitirá que los miembros controlen y fiscalicen a los altos cargos, la duración de los cargos nunca deberá superar el año, la estructura responsable nunca será profesional y respetará el saludable espíritu ameteur y los corruptos y miserables serán expulsados fulminantemente.
De ese modo, la ANVZ no solo arrebatará el poder a los actuales ineptos y oligarcas que han prostituido el país y la democracia, sino que, además, logrará regenerar una sociedad y un sistema convertidos por el mal gobierno en una pocilga.
Francisco Rubiales
Las víctimas reales de Zapatero somos todos los españoles, absolutamente todos, porque su mal gobierno nos ha arrebatado la prosperidad, la esperanza, la confianza y el futuro. Pero seamos realistas y admitamos que los que militan en el PSOE y en los otros partidos políticos, casi todos ellos presos de una lealtad que se parece demasiado a la sumisión esclava, permanecerán fieles a su militancia y que los que succionan a diario las ubres del Estado, los fanáticos del odio al adversario y los abducidos por la manipulación y la propaganda del gobierno no van a sentirse víctimas. El público objetivo y real de la ANVZ seguiría siendo, entonces, de más de 20 millones de españoles con derecho a voto, base impresionante e invencible para una mayoría aplastante.
Si la lógica funciona, los más entusiastas miembros de la ANVZ serían, en primer lugar, los cinco millones de parados que existen realmente en España, una vez corregida y desmaquillada la cifra oficial trucada, seguidos por los más de ocho millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, por los que han perdido sus viviendas por desahucio, por los ciudadanos honrados y demócratas que contemplan horrorizados la actual postración de España, por los que reclaman justicia y no la obtienen, por los muchos que sienten indignación ante la desigualdad y ante el escándalo que representa que los pobres sean cada vez más pobres y que los ricos sean cada vez más ricos en España, por los cientos de miles de españoles escandalizados ante el dinero que roban los corruptos y las ventajas y privilegios de la "casta" política y sus amigos y cómplices, por los que sueñan con un mundo mejor, por los que añoran la verdad en una sociedad dominada por la mentira, por los injustamente marginados, por los que han perdido concursos públicos y oposiciones porque los corruptos se los han otorgado a sus amigos y correligionarios... y un largo etcétera que incluye a los que se abstienen, a los que votan en blanco y a los muchos que se acercan a las urnas con la nariz tapada, para votar a un partido que, aunque apeste a podrido, parece menos malo que el que gobierna. Por una u otra razón, la degradada democracia española ha producido en los últimos años millones de descontentos y frustrados por una política envilecida y fracasada, todos ellos potenciales miembros de pleno derecho de la esperanzadora ANVZ.
Los promotores de la Asociación deberían aprovechar la extraordinaria ocasión para corregir los dramas y eliminar las miserias que han convertido a los actuales partidos políticos en maquinarias autoritarias, nada democráticas y en los principales obstáculos para la regeneración de un país atormentado. La ANVZ practicará el debate, permitirá que los miembros controlen y fiscalicen a los altos cargos, la duración de los cargos nunca deberá superar el año, la estructura responsable nunca será profesional y respetará el saludable espíritu ameteur y los corruptos y miserables serán expulsados fulminantemente.
De ese modo, la ANVZ no solo arrebatará el poder a los actuales ineptos y oligarcas que han prostituido el país y la democracia, sino que, además, logrará regenerar una sociedad y un sistema convertidos por el mal gobierno en una pocilga.
Francisco Rubiales
Comentarios: