David o Sancho
Todas las mañanas visito el blog TILTING AT WINDMILLS con un doble objetivo: saborear periodismo anglosajón del bueno y aprender inglés.
TILTING AT WINDMILLS es el blog de un periodista británico radicado en España, cuyo alias es "Sancho", como el famoso escudero de Don Quijote, un nombre que ya orienta sobre la naturaleza de su información y sus enfoques independientes, libres y atrevidos.
El blog permite a los españoles curiosos e informativamente ambiciosos asomarse a enfoques diferentes e independientes de la realidad y a una dimensión de gran interés, la de conocer como nos ven los observadores y analistas extranjeros. Sin esa dimensión, el bagaje informativo de un estudioso conspicuo quedaría siempre mermado.
Su uso del lenguaje es directo y sencillo, como todo el periodismo anglosajón, sacrificando las florituras y elegancias lingïsticas a lo que es más importante: la claridad informativa. Cada vez que leo a Sancho recuerdo al periodista Francois Reitberger, con el que coincidí en Cuba entre 1975 y 1977. Él era corresponsal de Reuter y yo de EFE. De él aprendí las esencias del periodismo anglosajón, el valor de la independencia y el orgullo que debe sentir un informador cuando se enfrenta a los totalitarismos y opresores profesionales.
TILTING AT WINDMILLS es el blog de un periodista británico radicado en España, cuyo alias es "Sancho", como el famoso escudero de Don Quijote, un nombre que ya orienta sobre la naturaleza de su información y sus enfoques independientes, libres y atrevidos.
El blog permite a los españoles curiosos e informativamente ambiciosos asomarse a enfoques diferentes e independientes de la realidad y a una dimensión de gran interés, la de conocer como nos ven los observadores y analistas extranjeros. Sin esa dimensión, el bagaje informativo de un estudioso conspicuo quedaría siempre mermado.
Su uso del lenguaje es directo y sencillo, como todo el periodismo anglosajón, sacrificando las florituras y elegancias lingïsticas a lo que es más importante: la claridad informativa. Cada vez que leo a Sancho recuerdo al periodista Francois Reitberger, con el que coincidí en Cuba entre 1975 y 1977. Él era corresponsal de Reuter y yo de EFE. De él aprendí las esencias del periodismo anglosajón, el valor de la independencia y el orgullo que debe sentir un informador cuando se enfrenta a los totalitarismos y opresores profesionales.