El Fraude Madoff, de más de 50 mil millones de dólares, que ha implicado a inversores, instituciones, empresas y bancos de todo el mundo, es ya el mayor de la historia, pero también el que más interrogantes plantea y el que más perfiles y rasgos oculta, a pesar de que el mundo vive hoy en una pretendida era democrática, donde la transparencia es preceptiva, y también en la "era de la información", donde se supone que la información fluye con más libertad e intensidad.
Al parecer, hay mucho dinero público y de partidos políticos de todo el mundo "atrapados" en la "estafa Madoff", pero ningún gobierno o partido lo ha reconocido en público. El gurú judio neoyorkino era conocido en los círculos mejor informados como "el banquero de los políticos", un rasgo que le otorgaba mayor credibilidad y solvencia ante los incautos.
Otra de las grandes incognitas del caso es cual ha sido el papel de las autoridades reguladoras estatales, cuyo fracaso ha pretendido ocultarse desde el principio de la crisis, pero que, con el escándalo Madoff, ya aparece nítido, hasta el punto de poder afirmarse que los estados han sido por lo menos ineptos, ineficientes y negligentes al no haber cumplido su misión de vigilar, regular y garantizar el funcionamiento del sistema financiero.
La comunidad financiera internacional se pregunta hoy cómo Madoff pudo ocultar el agujero durante tanto tiempo.
Una de las incognitas más inquietantes es saber cómo es posible que los bancos europeos se hayan visto expuestos al fraude. Por lo que hoy se sabe, a diferencia de grandes fortunas particulares, ningún banco invirtió directamente en los fondos de Bernard Madoff. Si existió una implicación indirecta que afecta a dos ámbitos: algunos bancos invirtieron el dinero de sus clientes en sus propios fondos alternativos o especulativos, fondos que a su vez colocaron sumas en los fondos de Madoff. Por otro lado, varias entidades prestaron dinero a los fondos especulativos, quienes lo invirtieron en Bernard Madoff Securities.
Y la pregunta principal: ¿Es Madoff el único responsable o lo son también los bancos que recomendaron los fondos de Madoff a sus clientes? La respuesta, de gran calado porque afectaría a la naturaleza intima de todo el sistema finaciero, debería proporcionarla un alto tribunal cualificado. Mientras tanto, el sentido común dice que tan culpable es Madoff como los "expertos" banqueros que recomendaron esos fondos basura a sus clientes sin haberlos investigado antes.
Lo que está cada vez más claro es que los estados de todo el mundo han fracasado en su misión de vigilar y regular los mercados, a pesar de que el dinero es el recurso más intervenido y teóricamente vigilado y regulado de todo el mundo. El fracaso de los reguladores americanos es especialmente sonoro porque contrubuyeron claramente a que las inversiones de Madoff fueran consideradas seguras y solventes.
Madoff no era un gestor registrado en las islas Cayman, sino registrado en la SEC y con sede en Nueva York. Eso convierte su estafa en símbolo del fracaso de todo un sistema basdo en la basura y de una forma fraudulenta de de ganar dinero fácil.
Al parecer, hay mucho dinero público y de partidos políticos de todo el mundo "atrapados" en la "estafa Madoff", pero ningún gobierno o partido lo ha reconocido en público. El gurú judio neoyorkino era conocido en los círculos mejor informados como "el banquero de los políticos", un rasgo que le otorgaba mayor credibilidad y solvencia ante los incautos.
Otra de las grandes incognitas del caso es cual ha sido el papel de las autoridades reguladoras estatales, cuyo fracaso ha pretendido ocultarse desde el principio de la crisis, pero que, con el escándalo Madoff, ya aparece nítido, hasta el punto de poder afirmarse que los estados han sido por lo menos ineptos, ineficientes y negligentes al no haber cumplido su misión de vigilar, regular y garantizar el funcionamiento del sistema financiero.
La comunidad financiera internacional se pregunta hoy cómo Madoff pudo ocultar el agujero durante tanto tiempo.
Una de las incognitas más inquietantes es saber cómo es posible que los bancos europeos se hayan visto expuestos al fraude. Por lo que hoy se sabe, a diferencia de grandes fortunas particulares, ningún banco invirtió directamente en los fondos de Bernard Madoff. Si existió una implicación indirecta que afecta a dos ámbitos: algunos bancos invirtieron el dinero de sus clientes en sus propios fondos alternativos o especulativos, fondos que a su vez colocaron sumas en los fondos de Madoff. Por otro lado, varias entidades prestaron dinero a los fondos especulativos, quienes lo invirtieron en Bernard Madoff Securities.
Y la pregunta principal: ¿Es Madoff el único responsable o lo son también los bancos que recomendaron los fondos de Madoff a sus clientes? La respuesta, de gran calado porque afectaría a la naturaleza intima de todo el sistema finaciero, debería proporcionarla un alto tribunal cualificado. Mientras tanto, el sentido común dice que tan culpable es Madoff como los "expertos" banqueros que recomendaron esos fondos basura a sus clientes sin haberlos investigado antes.
Lo que está cada vez más claro es que los estados de todo el mundo han fracasado en su misión de vigilar y regular los mercados, a pesar de que el dinero es el recurso más intervenido y teóricamente vigilado y regulado de todo el mundo. El fracaso de los reguladores americanos es especialmente sonoro porque contrubuyeron claramente a que las inversiones de Madoff fueran consideradas seguras y solventes.
Madoff no era un gestor registrado en las islas Cayman, sino registrado en la SEC y con sede en Nueva York. Eso convierte su estafa en símbolo del fracaso de todo un sistema basdo en la basura y de una forma fraudulenta de de ganar dinero fácil.
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