Colaboraciones

AUXILIO SOCIAL. (Reapertura. Nuevo propietario)





Comedor de Auxilio Social
Dos signos más sobre la marcha atrás de este país. La gente, como en la posguerra, va más al cine, donde se olvidaban de la realidad, se soñaba con el ambiente de lujo de las películas de Hollywood, casas enormes, salones inmensos, vestidos despampanantes, coches “haigas” y, además, se estaba caliente. Todo por un módico precio. En los cines de sesión continua, podías ver las pelis dos veces.

Otro signo son las colas allí donde se reparte gratis un plato de comida. ¡Qué contraste con el ambiente en que se mueven los políticos! Hoy no solo hacen cola para una comida caliente gratis aquellos ciudadanos que por accidente, enfermedad, problemas familiares, alcoholismo, drogas la vida les trata mal. Hoy vemos, y en cantidad, otro tipo de cliente. Aún no se aprecia en su cara ni en su vestimenta que pertenecen, en contra de su voluntad, a una clase social que los políticos ignoran, ni la mencionan, son como apestados para los políticos tan ocupados ellos en sus coches millonarios, despachos de sultanes, sueldos millonarios con dietas más lo que afanaren. Es la nueva clase de ciudadanos que come caliente una vez al día gracias a iglesias y ONG como Cáritas. Tal vez, si estos progres anti iglesias, que miran hacia otra parte ante los nuevos pobres, no hubiesen animado a dejar en blanco la casilla de ayuda a iglesias en la declaración de la renta, hoy habría más platos de sopa al día, más duchas, más pastillas de jabón. No he oído que estas monjas, hermanos, pastores, voluntarios exijan mostrar la declaración de la renta con la casilla cubierta para entrar en el comedor.

Recuerdo en mi niñez, en la época del Abuelo, de las camisas azules, yugo y las flechas y camisa nueva que existía un servicio, institución financiada por el régimen que se llamaba Auxilio Social. Según oigo a la gente, quitó mucha hambre y mucha miseria. Los partidos políticos reciben enormes cantidades de los impuestos para mantener personal, adeptos, votos cautivos, costosa parafernalia que se les está echando encima por su ostentación. ¿Por qué no separan parte de sus subvenciones, personal y locales para echar una mano y paliar la miseria y necesidad que no pueden ignorar? ¡Abran comedores en sus sedes y den comida a los nuevos pobres!

Por otro lado, si es que hay auténticos descendientes de aquellos que gestionaron Auxilio Social, la ocasión la pintan calva, en lugar de vociferar y soltar proclamas a destiempo y fuera de encuadre, ¡leches! espabilen y aprovechen la ocasión. En cualquier garaje, local, pongan un cartel:

AUXILIO SOCIAL.
(Reapertura. Nuevo propietario)

Clientes no les van a faltar. De eso se encargan los gobiernos progres del momento. Ahora bien, yo exigiría una ventana casilla en la próxima declaración de la renta. Ojo al parche, de la lluvia de millones que repartirán, primero cobra el banco, luego los dividendos para accionistas, los directivos, en resumiendo (como dicen en mi pueblo) que para los que pasan hambre y miseria como las iglesias y ONGs no les quite el hambre y les vistan lo tienen muy crudo.

Ligur



   
Domingo, 9 de Noviembre 2008
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