Colaboraciones

A PROPÓSITO DE OTRO DESPROPÓSITO



(URGE DIRIGIR, REGIR Y CORREGIR CON CRITERIO DIDÁCTICO)

“Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente”.

José Ingenieros



Le juzgo, desocupado lector, enterado del ominoso suceso. Aunque parezca mentira o una incoherencia/incongruencia, tengo para mí que ha sido hasta bueno (a pesar de la maldad inherente al mismo; poco más o menos, ya sabe usted, aquello que predica el refranero español, que “no hay mal que por bien no venga”) que haya trascendido (y copado los medios) que, fuera de las instalaciones del Instituto de Enseñanza Secundaria “Miguel Servet”, de Sevilla, a primeros de julio, un alumno de dicho centro educativo perpetró una presunta agresión sexual a una compañera, también menor de edad, a quien obligó, bajo amenazas, a hacerle una felación (lo que se conoce vulgarmente como una “mamada”), mientras otro alumno grababa el supuesto delito con su móvil, incurriendo el postrero, a su vez, en otro tal, éste contra la intimidad de la chica, al difundir por SMS las ora salaces, ora hilarantes, ora eméticas, imágenes tomadas. A ver si así todos, absolutamente todos, sin excepción, autoridades y ciudadanos de a pie, asumimos la parte de culpa que tenemos en el desaguisado y nos concienciamos del clamoroso problema de pasotismo refractario y galopante que arrastramos y no arrostramos; porque, desde el punto de vista de la educación (haga memoria y recuerde lo que pensaba al respecto Victor Hugo, que “no hay malas hierbas ni hombres malos; sólo hay malos cultivadores”), lo debemos de estar haciendo rematadamente mal, ya que últimamente, en España, por los casos que descuellan, o sea, aquellos que van saliendo a relucir (que son, no nos equivoquemos, la punta del iceberg), muchos padres, por haber traicionado o incumplido (con) nuestras obligaciones de directores, regidores y correctores de nuestros hijos, deberíamos avergonzarnos de y por la felonía cometida.

Insisto. Considero que, no obstante el bochorno que debe provocarnos a todos la triste nueva, es positivo que haya trascendido a los mass media que la Fiscalía de Menores de Sevilla ha dejado en libertad con cargos a los dos muchachos, mozalbetes, mocetes o muetes, menores de edad, acusados de los delitos arriba mentados.

Entiendo que las causas que han concurrido en el caso son varias, que el porqué de la fechoría es poliédrico, pero los mil y un juegos agresivos a los que tienen libre acceso los menores, la vida virtual (sin barreras, sin horarios, sin nones ni topes fiscalizadores) de Internet, el actual relativismo ético-moral de principios y valores, la escasa implicación de madres y padres (la reducidísima de éstos clama al cielo) en la ardua tarea de educar a sus hijos, la mala prensa de que gozan la excelencia y la exigencia o el esfuerzo entre los adolescentes, etc., son factores que tienen que ver, sin duda, con los “chandríos” postreros (más o menos recientes) que, un día sí y otro también, saltan y ocupan más espacio/s en los medios de comunicación.

A ver si usted se impone otra o la misma labor que servidor y convence a algún padre o madre para que lea a su/s hijo/a/s el siguiente argumento del premio Nobel de Física de 1921, Albert Einstein: “Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.


Ángel Sáez García
angelsaezgarcia@tudela.com

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Lunes, 26 de Noviembre 2007
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