Aunque sea motejado por la inmensa mayoría de "iluso", "ingenuo", "pardillo" o "pipiolo ", bienvenida y bienhallada fue para el abajo firmante la propuesta que el presidente del Gobierno de la Nación, don José Luis Rodríguez Zapatero, soltó otrora (hace poco más o menos un año) por la mui en Nueva York, durante la alocución que pronunció ante la Asamblea General de la ONU.
Algunos (pocos) como él, el menda lerenda, verbigracia, su seguro servidor de usted, amable, atento, desocupado, dilecto y selecto lector, y fiel escudero suyo (de vos y de aquél), todavía confiamos en que el hermanamiento o jumelage transversal (en todos los órdenes), integral o probo (excepción hecha del ámbito religioso), entre el Occidente, cristiano, y el Oriente, islámico (además de hindú, budista, sintoísta, etc.), amén de una ansiada aspiración o deseo insatisfecho, sea algún día una tozuda realidad.
De las críticas que he leído al respecto, he echado en falta (si exceptuamos las que han llevado a cabo algunos columnistas y humoristas de selecto y pronto –que no lento- talento) y/o de menos las escasísimas lágrimas de ironía, retranca o sarcasmo con las que fueron aliñadas aquéllas. Así, "Otramotro", en el caso o supuesto de tener y aun sostener criterio opuesto al que defiende, hubiera acudido, por ejemplo, al acervo popular y musical y coñón español para, relacionando la propuesta de Zapatero con el trato proverbial que se le (brin)da a la malquista suegra, cantar y contar de esta guisa:
"De la "alianza" no hables mal,
porque la secundo yo;
y si la quieres ahogar (aguar),
la H2 O pongo yo.
La "hachedoso" ("hachedosó") pongo yo
y hasta las manos (los mares) también.
De la alianza no hables mal,
porque la secundo yo."
De nada. A mandar.
Ángel Sáez García
Algunos (pocos) como él, el menda lerenda, verbigracia, su seguro servidor de usted, amable, atento, desocupado, dilecto y selecto lector, y fiel escudero suyo (de vos y de aquél), todavía confiamos en que el hermanamiento o jumelage transversal (en todos los órdenes), integral o probo (excepción hecha del ámbito religioso), entre el Occidente, cristiano, y el Oriente, islámico (además de hindú, budista, sintoísta, etc.), amén de una ansiada aspiración o deseo insatisfecho, sea algún día una tozuda realidad.
De las críticas que he leído al respecto, he echado en falta (si exceptuamos las que han llevado a cabo algunos columnistas y humoristas de selecto y pronto –que no lento- talento) y/o de menos las escasísimas lágrimas de ironía, retranca o sarcasmo con las que fueron aliñadas aquéllas. Así, "Otramotro", en el caso o supuesto de tener y aun sostener criterio opuesto al que defiende, hubiera acudido, por ejemplo, al acervo popular y musical y coñón español para, relacionando la propuesta de Zapatero con el trato proverbial que se le (brin)da a la malquista suegra, cantar y contar de esta guisa:
"De la "alianza" no hables mal,
porque la secundo yo;
y si la quieres ahogar (aguar),
la H2 O pongo yo.
La "hachedoso" ("hachedosó") pongo yo
y hasta las manos (los mares) también.
De la alianza no hables mal,
porque la secundo yo."
De nada. A mandar.
Ángel Sáez García