Información y Opinión

195 VIVIENDAS ALQUILADAS, 195





“¿Qué alta inteligencia, si de verdad lo es, será incapaz de esbozar, de buena gana, una ingenua sonrisa y hasta de soltar, de buen grado, una sonora carcajada al contemplar su propia caricatura?”

“Otramotro”


Sí, 195; ése es el número provisional de viviendas que, vive Dios, a día de hoy, ha alquilado el Ministerio dirigido (si no con truco, al menos, con truquillo) por María Antonia Trujillo (a quien no le arriendo la ganancia) en los cuatro meses que lleva funcionando (por lo que se ve, a pleno rendimiento) la agencia pública de alquiler, creada para abaratar los arrendamientos; puede usted creerme, amable, atento, dilecto, discreto y selecto lector; pues no le miento.

Si consideramos (porque hay que tener y gastar un cuajo hiperbólico para no tomar en cuenta la cifra) los seis millones de euros (mil millones de las nostálgicas pesetas) que lleva invertidos el Departamento en cuestión (y cuesta abajo) en atender cinco millares de solicitudes y no llegar a conceder ni siquiera dos centenares de ellas... He aquí una de las razones de peso (que no ha pasado inadvertida a la sociedad española) por la que la titular de la susodicha Cartera viene ocupando sistemáticamente, sondeo tras sondeo, el último puesto o lugar del ranking, entre los miembros del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. Si hacemos cuentas (una simple y sencilla división), cada contrato le ha salido al Erario por un ojo en el eje de la caja pública, más de 30.000 euros de nada o del ala, porque los tales han volado o se han esfumado.

Para el menda lerenda el acrónimo SPA que, hace años, identificó con las letras iniciales de Salud Por Agua, y hasta ayer mismo, también, con las versales de Sociedad Pública de Alquiler, a partir de mañana significará, asimismo, Sabiduría Por Arrobas, pues ése es, sin duda, el requisito necesario, imprescindible, la conditio sine qua non que hay que cumplir sin falta para seguir ostentando el cargo de ministra, a pesar de presentar resultados tan ínfimos.

Al parecer, para María Antonia Trujillo ni las prisas, ni las risas, ni las isas, aires populares canarios (no Isabeles), son malas consejeras. Sobre todo, porque ella repite una y otra vez, sin cansarse ni desfallecer, es zumba (como todo el texto -una broma, embozada con gasa de guasa y envuelta con papel de mofa-), la cantilena o cantinela de que la última (de la lista) que ríe ríe la mejor.


Ángel Sáez García


Franky  
Lunes, 16 de Enero 2006
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