Me impresionó conocer, a través de la lectura en Svd.se (Diario matutino sueco), la existencia de Yudok, campo de concentración para disidentes en Corea del Norte. Está situado en la provincias de Pyongan och Hamkyung, en una región inhóspita de este país, reliquia del comunismo. Allí viven aislados, en condiciones de semiesclavitud, 200.000 personas que, por motivos ideológicos o políticos, son considerados peligrosos para el régimen.
Los prisioneros se comen las ratas, culebras y los granos de maiz no digeridos por los animales, que extraen de sus excrementos. Un evadido, Jeong Kyoungil, que vivió en Yoduk cuatro años, declaró a Amnestía que diariamente mueren personas por hambruna. Curiosamente, estos muertos son una ayuda para sobrevivir puesto que el encargarse de los muertos y su enterramiento supone un cuenco de comida extra, como era su caso al llevar a cabo esta ocupación.
Aproximadamente 40% de los prisioneros muere por hambre.
Las declaraciones de evadidos y guardianes conforman qué torturas están a la orden del día. Si las cuotas en el trabajo no se cumplen, eso significa no recibir comida. Las ejecuciones publicas son corrientes.
Los dos motivos principales para ser enviados a este lugar son escuchar emisoras de radio de Corea del Sur y criticar al régimen. No solo es enviado quien ha cometido el delito, sino que le acompaña toda la familia, niños incluidos.
Para quienes aún osan protestar, como todo buen campo de castigo, Yoduk dispone de unas celdas especiales: cubos o celdas de tortura donde no se puede andar, ni estar de pié, ni sentarse. En una de ellas , un chico de 13 años llegó a estar 8 meses.
Este lugar y campo de semiesclavos es conocido desde 1.950. En los últimos años, según fotografías de satélites, ha aumentado de tamaño.
Nos damos golpes de pecho por lo oacurrido en Europa en los años 40 y en los Gulag rusos. A pesar de documentales y testigos, aún hay descebrados que lo niegan y dicen que son inventos y propaganda. Casos como el de Yoduk se denuncian y se publican mientras están ocurriendo. Es fácil utilizar internet y buscar.
Me he quedado en paz con mi conciencia al escribir este informe. Me revuelve el estómago cuando oigo a alguien hablar sin avergonzarse sobre el comunismo o cuando alguien justifica el nazismo o cualquier ideológía en la que solo permiten obedecer y no pensar. En algunos gobiernos de España y en no pocas ciudadades hay comunistas en el poder. En Sevilla, por ejemplo, un comunista imputado encabeza la lista de Izquierda Unida. Y muchos van a votarle.
Ligur
FUENTE: SVD, SUECIA FIRMADO JOSEFIN PEHRSON
Los prisioneros se comen las ratas, culebras y los granos de maiz no digeridos por los animales, que extraen de sus excrementos. Un evadido, Jeong Kyoungil, que vivió en Yoduk cuatro años, declaró a Amnestía que diariamente mueren personas por hambruna. Curiosamente, estos muertos son una ayuda para sobrevivir puesto que el encargarse de los muertos y su enterramiento supone un cuenco de comida extra, como era su caso al llevar a cabo esta ocupación.
Aproximadamente 40% de los prisioneros muere por hambre.
Las declaraciones de evadidos y guardianes conforman qué torturas están a la orden del día. Si las cuotas en el trabajo no se cumplen, eso significa no recibir comida. Las ejecuciones publicas son corrientes.
Los dos motivos principales para ser enviados a este lugar son escuchar emisoras de radio de Corea del Sur y criticar al régimen. No solo es enviado quien ha cometido el delito, sino que le acompaña toda la familia, niños incluidos.
Para quienes aún osan protestar, como todo buen campo de castigo, Yoduk dispone de unas celdas especiales: cubos o celdas de tortura donde no se puede andar, ni estar de pié, ni sentarse. En una de ellas , un chico de 13 años llegó a estar 8 meses.
Este lugar y campo de semiesclavos es conocido desde 1.950. En los últimos años, según fotografías de satélites, ha aumentado de tamaño.
Nos damos golpes de pecho por lo oacurrido en Europa en los años 40 y en los Gulag rusos. A pesar de documentales y testigos, aún hay descebrados que lo niegan y dicen que son inventos y propaganda. Casos como el de Yoduk se denuncian y se publican mientras están ocurriendo. Es fácil utilizar internet y buscar.
Me he quedado en paz con mi conciencia al escribir este informe. Me revuelve el estómago cuando oigo a alguien hablar sin avergonzarse sobre el comunismo o cuando alguien justifica el nazismo o cualquier ideológía en la que solo permiten obedecer y no pensar. En algunos gobiernos de España y en no pocas ciudadades hay comunistas en el poder. En Sevilla, por ejemplo, un comunista imputado encabeza la lista de Izquierda Unida. Y muchos van a votarle.
Ligur
FUENTE: SVD, SUECIA FIRMADO JOSEFIN PEHRSON
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