La obsesión de Susana Díaz por ser presidenta de los andaluces es tan grande que está dispuesta a pactar con quien sea, incluso si ese pacto perjudica a su partido. La noticia de que una coalición de gobierno entre el PSOE y Podemos se está fraguando y que cada día es mas posible un gobierno andaluz integrado por el PSOE y Podemos está atravesando las redacciones periodísticas y generando una enorme corriente de frustración y angustia en miles de activistas y seguidores del partido de Pablo Iglesias, que lo crearon bajo el espíritu del 15 M para combatir a los corruptos y ahora temen, sorprendidos, que ellos se unan para gobernar al partido campeón de la corrupción en España.
La sorpresa es mayúscula porque se esperaba, como mucho, que los votos de Podemos apoyaran la investidura de Susana Díaz, pero no que el nuevo partido se integrase en el gobierno y que ocupara la vicepresidencia, cuya titular sería Teresa Rodríguez, y varias consejerías, como se afirma con insistencia.
Muchos sospechan que el insistente rumor sobre el inminente acuerdo entre Podemos y el PSOE andaluz para gobernar sea otra de las manipulaciones contra Podemos, pero si ese pacto llegara a fraguarse se trataría, a todas luces, de una alianza "contra natura" porque Podemos nació para combatir el bipartidismo y todo lo que el PSOE representa: corrupción, sumisión al sistema financiero, desprotección de los débiles y otros mil rasgos de esa "vieja política" injusta que los españoles rechazan y frente a la cual Podemos se alzó con ilusión y éxito electoral.
Los principales beneficiados por esa posible alianza para gobernar serán, sin duda alguna, el PP y Ciudadanos, sobre todo este último, que destacará como el único gran partido nuevo que todavía encarna aires de renovación y cambio en el deteriorado panorama político español.
El empujón que recibiría Ciudadanos si cuajara un gobierno PSOE-Podemos en Andalucía sería tan potente que hasta podría catapultarle a ganar las próximas elecciones generales, relegando al trio PP-PSOE-Podemos, que quedarían como representantes de la España actual, corrupta, arbitraria, injusta y con partidos políticos y políticos que anteponen sus propios intereses al interés general y al bien común.
La sorpresa es mayúscula porque se esperaba, como mucho, que los votos de Podemos apoyaran la investidura de Susana Díaz, pero no que el nuevo partido se integrase en el gobierno y que ocupara la vicepresidencia, cuya titular sería Teresa Rodríguez, y varias consejerías, como se afirma con insistencia.
Muchos sospechan que el insistente rumor sobre el inminente acuerdo entre Podemos y el PSOE andaluz para gobernar sea otra de las manipulaciones contra Podemos, pero si ese pacto llegara a fraguarse se trataría, a todas luces, de una alianza "contra natura" porque Podemos nació para combatir el bipartidismo y todo lo que el PSOE representa: corrupción, sumisión al sistema financiero, desprotección de los débiles y otros mil rasgos de esa "vieja política" injusta que los españoles rechazan y frente a la cual Podemos se alzó con ilusión y éxito electoral.
Los principales beneficiados por esa posible alianza para gobernar serán, sin duda alguna, el PP y Ciudadanos, sobre todo este último, que destacará como el único gran partido nuevo que todavía encarna aires de renovación y cambio en el deteriorado panorama político español.
El empujón que recibiría Ciudadanos si cuajara un gobierno PSOE-Podemos en Andalucía sería tan potente que hasta podría catapultarle a ganar las próximas elecciones generales, relegando al trio PP-PSOE-Podemos, que quedarían como representantes de la España actual, corrupta, arbitraria, injusta y con partidos políticos y políticos que anteponen sus propios intereses al interés general y al bien común.
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