Rajoy es un OPNI

Rajoy es un tipo difícil e inexplicable que despista, desconcierta y asusta. Comete con insistencia el pecado político de engañar y desconcertar a sus votantes. Cuando tiene dificultades con alguien como Aznar, con el que debería mantener relaciones positivas porque es el dirigente de su propio partido que le designó heredero y candidato, se reune con Felipe González, protagonizando una de las maniobras mas desaconsejadas en política, la de despistar y desconcertar a la opinión pública y a los propios votantes.

¿Con quien está Rajoy? ¿Cuál es su ideología? ¿Por qué miente mas que Zapatero y convive feliz con una corrupción que prometió combatir? ¿Por que no cumple las promesas que hizo a sus electores? ¿Qué razón le impide adelgazar el Estado hipertrofiado español, verdadero obstáculo para salir de la crisis, como prometió antes de ganar las elecciones? ¿No sabe que un político que incumple las promesas que le dieron la victoria en las urnas es un tramposo que ocupa un sitio que no le corresponde y que ha deslegitimado su mandato?

Algunos dicen que Rajoy es un OPNI, un "Objeto Político No Identificado", un tipo que es capaz de desplegar ideas de derecha y de izquierda y de combinarlas según le convenga, un personaje desconcertante que aparenta ser un tipo serio pero que a veces se comporta como un chufla.

Hay quien explica el fenómeno Rajoy analizando su vida y su trayectoria. Lleva una eternidad en la política, en la que es un profesional de éxito que ha vivido demasiados años subido en el cocho oficial, rodeado de privilegios, lujos y ventajas. Es un tipo que desconoce el mundo de los esforzados, los empresarios pequeños y medianos, los trabajadores, los desempleados y los pobres, que son el 98 por ciento de la población española. No tiene ni idea de lo que se siente cuando no se puede alimentar a los hijos. Él siempre ha vivido en las alturas y forma parte de esa clase poderosa y elitista española que se considera dueña del Estado. No sabe lo que es una empresa, ni lo que significa pagar impuestos, ni lo que representa la escasez. Es un tipo tan alienado y ajeno al mundo real de los ciudadanos que no entiende nada, lo que le convierte en un ser extraño, distante e incapaz de gobernar con inteligencia y tino un país donde el número de desgraciados y desamparados crece a diario y los que son como él apenas representan el 2 por ciento de la población.

Aseguran sus colaboradores mas cercanos, muchos de los cuales se declaran en privado tan desconcertados con su "jefe" como el resto de los españoles, que en Europa le temen porque nadie sabe qué piensa y con quien se puede aliar. La imagen del gallego que no se sabe si sube o baja una escalera se le queda pequeña porque de Rajoy ni siquiera se sabe si está o no en la escalera. A veces piensa como la Merkel, pero otras veces parece distante de las tesis alemanas. El francés Hollande y el italiano Monti cometieron el error de creerle amigo y descubrieron después que en realidad no lo era.

Rajoy es autor de pensamientos y frases memorables, portadoras de confusión y desconcierto, como aquella de que "No he cumplido mis promesas electorales, pero he cumplido con mi deber" ¿Cómo se puede cumplir con el deber en democracia, engañando a los electores? Si alguien lo entiende, que venga Dios y lo vea.

Pero lo mas desconcertante de Rajoy es su sorprendente alejamiento de la ética y de sus ideas originales, aquellas que le permitieron ganar. Prometió luchar contra la corrupción y convive con ella tan fácilmente como Zapatero y los socialistas. Dijo que bajaría los impuestos y los ha subido mas de 30 veces en año y medio. Ante la mayor estafa de la historia financiera de España, la de las participaciones preferentes, en lugar de proteger al pueblo estafado, como es la obligación de todo gobierno democrático, puso a su gobierno del lado de los banqueros estafadores y bendijo en el Congreso la fechoría con los votos mayoritarios de su partido. Tras defender durante años, en múltiples foros, el concepto constitucional de la igualdad de todos los españoles, ahora, tras negociar con los nacionalistas catalanes, cada día mas enemigos de España, se inventa el concepto del "déficit asimétrico", un sucio subterfugio para beneficiar al díscolo y desleal nacionalismo catalán que, por fortuna, está siendo rechazado por numerosos dirigentes de su partido.

Nadie sabe si Rajoy es un inepto "cum laude", un perfecto cínico, un malvado o un alienígena. Lo único evidente es que es el mas raro, desconcertante, decepcionante e inquietante político de la España contemporánea. Es probable que, con su forma de mentir, engañar, despistar y desconcertar, esté cavando una inmensa fosa a donde se precipitará su partido en las próximas elecciones, cuando la marea de desconcertados, engañados, empobrecidos, desempleados y arruinados que le culpan de sus desgracias hagan campaña en su contra y le arrastren hasta una memorable, vergonzosa y también merecida derrota electoral.