Mientras las cosas marchaban plácidamente y se dejaban llevar por los vientos favorables apenas se notaba la mano de los políticos. Incluso cuando ya intuíamos que algo no funcionaba la gente seguía con su vida esperando que todo transcurriera con total normalidad. Nadie presentía lo que en esos momentos ya se estaba gestando, un saqueo en toda regla a las arcas del Estado o lo que es lo mismo al dinero del contribuyente, nuestro dinero.
No fue la sagacidad del político ni sus previsiones, ni su inteligencia las que dieron a España ese corto periodo donde empezó a fluir el dinero, un dinero nada real y si por el contrario, irreal y virtual como el propio periodo que resultó ser un espejismo gracias a la economía de casino y al desproporcionado gasto que era repuesto con prestamos de la banca internacional. El agujero económico era tan grande que para taparlo había que hacerlo con prestamos todavía mas grandes, lo cual nos llevó a una espiral de esquizofrenia económica que no tenía mas sentido que el caos y la quiebra del país.
Esto solo lo pudieron hacer mentes de políticos psicópatas e irresponsables que solo perseguían un fin: ganar las elecciones y mantenerse en el poder a costa de que sus ciudadanos acabaran comiendo de los contenedores. El resultado ha sido letal, un país inundado de pisos vacios, de Cajas de ahorro quebradas y desaparecidas cuando no rescatadas con dinero del maltratado ciudadano, de cientos de miles de pymes y autónomos absorbidos y clausurados por la infame apuesta de economía depredadora, millones de parados, cientos de miles de dsahuciados, el mayor indice de suicidios de la UE, a pesar de su escasa publicación en los medios y un país dispuesto a enzarzarse en otra lucha fratricida por la torpeza de unos partidos que no son capaces de admitir su error, salir del paso aunque fuera con un programa conjunto de salvación nacional como en Alemania, lo cual es triste porque en Alemania no están tan mal como nosotros y lo hacen. Y un duelo de macarras y mediocres con el "Y tu más" que no nos logramos quitar de encima y que ya ha logrado acabar resquebrajando la unidad de una nación que lleva viviendo de ese modo desde hace 500 años.
Pensar que la gestión política que nos ha conducido a este desastre no encuentra responsables solo puede ocurrir en países africanos, Estados fallidos y Estados colapsados pero también en Estados que carecen de una sociedad civil activa como es nuestro caso, en el que los ciudadanos, en lugar de criticar activamente estas actitudes se suman a las tribus ideológicas causantes del problema recrudeciéndolo aún mas si cabe y haciendo piña con los responsables. España lleva sin sociedad civil desde su constitución como Estado, era este un periodo que, por la formación de sus ciudadanos que ha estado al alcance como en ninguna otra época, podría haber dado como resultado el embrión de lo que cualquier país avanzado tiene como elemento fundamental de su funcionamiento democrático: Un entramado organizativo de ciudadanos activos al margen del Estado pero que desean tomar parte en los asuntos públicos, eso es la sociedad civil. Pero en España se diseñó, también de forma virtual, una sociedad civil vertebrada desde los partidos, creada y subvencionada por ellos cuya función era reproducir una realidad copia de su ideología y proyectarla sobre una sociedad que dificilmente podría activarse si no era a través de estas organziaciones, lo cual ha significado que estemos sin voz y que todo lo que en este país se haga haya de ser a imagen y semejanza de la agenda de los partidos.
O marchamos de nuestra propia mano o esto se hunde todavía mas. No es de recibo que ayer mismo el presidente del gobierno se reuna con una patronal que no representa a la mayoría de los empresarios y que no hizo nada por evitar el hundimiento de las 700.000 pymes que la crisis se llevó por delante ni con unos sindicatos que contando con apenas el 10% de la afiliación del total de la población laboral fijan las condiciones laborales de la totalidad de los trabajadores. Y todo ello para seguir con una hoja de ruta de una agenda irreal como las propias organizaciones diseñadas para que el régimen siga funcionando como hasta ahora, sin responsabilidad ni autenticidad.
Carlos RH
No fue la sagacidad del político ni sus previsiones, ni su inteligencia las que dieron a España ese corto periodo donde empezó a fluir el dinero, un dinero nada real y si por el contrario, irreal y virtual como el propio periodo que resultó ser un espejismo gracias a la economía de casino y al desproporcionado gasto que era repuesto con prestamos de la banca internacional. El agujero económico era tan grande que para taparlo había que hacerlo con prestamos todavía mas grandes, lo cual nos llevó a una espiral de esquizofrenia económica que no tenía mas sentido que el caos y la quiebra del país.
Esto solo lo pudieron hacer mentes de políticos psicópatas e irresponsables que solo perseguían un fin: ganar las elecciones y mantenerse en el poder a costa de que sus ciudadanos acabaran comiendo de los contenedores. El resultado ha sido letal, un país inundado de pisos vacios, de Cajas de ahorro quebradas y desaparecidas cuando no rescatadas con dinero del maltratado ciudadano, de cientos de miles de pymes y autónomos absorbidos y clausurados por la infame apuesta de economía depredadora, millones de parados, cientos de miles de dsahuciados, el mayor indice de suicidios de la UE, a pesar de su escasa publicación en los medios y un país dispuesto a enzarzarse en otra lucha fratricida por la torpeza de unos partidos que no son capaces de admitir su error, salir del paso aunque fuera con un programa conjunto de salvación nacional como en Alemania, lo cual es triste porque en Alemania no están tan mal como nosotros y lo hacen. Y un duelo de macarras y mediocres con el "Y tu más" que no nos logramos quitar de encima y que ya ha logrado acabar resquebrajando la unidad de una nación que lleva viviendo de ese modo desde hace 500 años.
Pensar que la gestión política que nos ha conducido a este desastre no encuentra responsables solo puede ocurrir en países africanos, Estados fallidos y Estados colapsados pero también en Estados que carecen de una sociedad civil activa como es nuestro caso, en el que los ciudadanos, en lugar de criticar activamente estas actitudes se suman a las tribus ideológicas causantes del problema recrudeciéndolo aún mas si cabe y haciendo piña con los responsables. España lleva sin sociedad civil desde su constitución como Estado, era este un periodo que, por la formación de sus ciudadanos que ha estado al alcance como en ninguna otra época, podría haber dado como resultado el embrión de lo que cualquier país avanzado tiene como elemento fundamental de su funcionamiento democrático: Un entramado organizativo de ciudadanos activos al margen del Estado pero que desean tomar parte en los asuntos públicos, eso es la sociedad civil. Pero en España se diseñó, también de forma virtual, una sociedad civil vertebrada desde los partidos, creada y subvencionada por ellos cuya función era reproducir una realidad copia de su ideología y proyectarla sobre una sociedad que dificilmente podría activarse si no era a través de estas organziaciones, lo cual ha significado que estemos sin voz y que todo lo que en este país se haga haya de ser a imagen y semejanza de la agenda de los partidos.
O marchamos de nuestra propia mano o esto se hunde todavía mas. No es de recibo que ayer mismo el presidente del gobierno se reuna con una patronal que no representa a la mayoría de los empresarios y que no hizo nada por evitar el hundimiento de las 700.000 pymes que la crisis se llevó por delante ni con unos sindicatos que contando con apenas el 10% de la afiliación del total de la población laboral fijan las condiciones laborales de la totalidad de los trabajadores. Y todo ello para seguir con una hoja de ruta de una agenda irreal como las propias organizaciones diseñadas para que el régimen siga funcionando como hasta ahora, sin responsabilidad ni autenticidad.
Carlos RH
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