Parece que han nombrado Secretario General del partido socialista a un jovenzuelo irreflexivo, de lengua muy pronta e irreflexiva y que desconoce las leyes vigentes o las ya derogadas y rechazadas por su propio partido. Y es una pena decir esto, pues será siempre un mal asunto, una desdicha para España el hecho de que el otro gran grupo político con posibilidades de gobernar actúe de modo inestable, titubeante e incongruente con fuerte olor y ‘talante’ ‘zapaterista’ o quizás peor; puede que su sentido ventajista y argucias encandilen a su gente, o que su juventud y gallardía le atraigan votantes, pero la valía política y la fortaleza moral que expande no parecen ofrecer la consistencia necesaria de quien puede un
día tomar el poder.
Estos hechos lo cantan: Al preguntarle por Podemos, P. Sánchez dijo rotundo que no pactaría nunca con los populismos; y, ¡oh prodigio de palabrerío! Ahora es el socio que ha entregado a esa gente impresentable gran parte de los ayuntamientos y diputaciones; en 2011 defendió y votó a favor del techo de gasto y hoy promete derogarlo; propugna, como dádiva a la deriva sediciosa, una España Federal, que
no explica y además desconoce que ya nuestra realidad autonómica es cuasi un modelo federal. No tiene un concepto firme y recto, vacila, va sin rumbo, no sabrá llevar las riendas del poder; y es muy fácil que tras las elecciones se abrace a la extrema izquierda leninista en esos pactos antinatura, componendas y apaños que saben muy bien amañar hacia sus intereses.
Y hay más: El Secretario P. Sánchez, teniendo imputado, por un arreglillo inmobiliario, a su dirigente socialista en Galicia, aún no lo ha echado ni a los cinco cargos andaluces; pero eso sí, va y arremete contra el caso Púnica del PP, y, en su fervor ético, buscando el voto, se pone a sermonear sobre moralidad en el Asamblea de Madrid. Dijo que, si llega a ser Presidente del Gobierno, modificará el Código Penal, para que se actúe contra el patrimonio de los condenados lo tengan donde sea o a nombre de terceros: “Conmigo el que la hace la paga y lo paga”, afirmó. Pero ¡qué mala suerte la suya! Su oratoria se difuminó en humo imprudente, pues, esa reforma ya la ha puesto en marcha el pasivo y luciferino Rajoy y está en vigor desde el 1 de Julio; pero es que, por añadidura, el PSOE se negó a apoyar la tal medida en el Congreso. El régimen socioandaluz, emulando a Franco va a cumplir ya casi los 40 años, no sólo por su audaz estrategia clientelista, sino que se ha tragado la poltrona de los cinco altos cargos en la Junta Susanesca imputados por los jueces. EL MUNDO ha publicado que la Junta mantiene en sus puestos a cinco imputados por prevaricación y por desprotección del Medio Ambiente. El PP en el cerco de terrible soledad de su oposición no logrará tal vez asolar esta cooperativa; el poder busca motivos concluyentes para cualquier
otro, si le alcanza la ocasión y siempre sale con subterfugios y se sitúa en lo limpio.
Los desencuentros entre Ferraz y el PSOE-A son frecuentes y aún más este verano. A pesar de la tregua acordada entre Susana y Pedro, las relaciones entre ambas formaciones se siguen tensando y se deterioran cada día a cada paso; el último es que Pedro Sánchez durante sus vacaciones andaluzas, irrita al socialismo andaluz, se reúne con los gaditanos y con la alcaldesa de París Anne Hidalgo sin invitar a representantes de la dirección regional. Se habla de que las aguas del aparato no confluyen con las del sector crítico de M. Chaves, la dirección andaluza recela que Pedro esté manteniendo encuentros semejantes por otras provincias andaluzas. Ya significó su distanciamiento con Susana la visita que hizo al Regidor Sevillano en las municipales; en mayo se saltó todos los vetos impuestos por la dirección andaluza a sus visitas.
Los socialistas se superaron a sí mismos: después de pedir la comparecencia del ministro del Interior y horas antes de que se produjera, presentaron una querella ante el Fiscal por tres delitos: prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos, antes de oír sus explicaciones. Perdiendo la ocasión de estar callados, se pusieron a decir: ‘España no puede tener un ministro del Interior bajo sospecha’. La iniciativa ha sido una lastimosa pérdida de tiempo, estaba fatalmente condenada al fracaso, pero nadie asumirá la responsabilidad del disparate.
C. Mudarra
día tomar el poder.
Estos hechos lo cantan: Al preguntarle por Podemos, P. Sánchez dijo rotundo que no pactaría nunca con los populismos; y, ¡oh prodigio de palabrerío! Ahora es el socio que ha entregado a esa gente impresentable gran parte de los ayuntamientos y diputaciones; en 2011 defendió y votó a favor del techo de gasto y hoy promete derogarlo; propugna, como dádiva a la deriva sediciosa, una España Federal, que
no explica y además desconoce que ya nuestra realidad autonómica es cuasi un modelo federal. No tiene un concepto firme y recto, vacila, va sin rumbo, no sabrá llevar las riendas del poder; y es muy fácil que tras las elecciones se abrace a la extrema izquierda leninista en esos pactos antinatura, componendas y apaños que saben muy bien amañar hacia sus intereses.
Y hay más: El Secretario P. Sánchez, teniendo imputado, por un arreglillo inmobiliario, a su dirigente socialista en Galicia, aún no lo ha echado ni a los cinco cargos andaluces; pero eso sí, va y arremete contra el caso Púnica del PP, y, en su fervor ético, buscando el voto, se pone a sermonear sobre moralidad en el Asamblea de Madrid. Dijo que, si llega a ser Presidente del Gobierno, modificará el Código Penal, para que se actúe contra el patrimonio de los condenados lo tengan donde sea o a nombre de terceros: “Conmigo el que la hace la paga y lo paga”, afirmó. Pero ¡qué mala suerte la suya! Su oratoria se difuminó en humo imprudente, pues, esa reforma ya la ha puesto en marcha el pasivo y luciferino Rajoy y está en vigor desde el 1 de Julio; pero es que, por añadidura, el PSOE se negó a apoyar la tal medida en el Congreso. El régimen socioandaluz, emulando a Franco va a cumplir ya casi los 40 años, no sólo por su audaz estrategia clientelista, sino que se ha tragado la poltrona de los cinco altos cargos en la Junta Susanesca imputados por los jueces. EL MUNDO ha publicado que la Junta mantiene en sus puestos a cinco imputados por prevaricación y por desprotección del Medio Ambiente. El PP en el cerco de terrible soledad de su oposición no logrará tal vez asolar esta cooperativa; el poder busca motivos concluyentes para cualquier
otro, si le alcanza la ocasión y siempre sale con subterfugios y se sitúa en lo limpio.
Los desencuentros entre Ferraz y el PSOE-A son frecuentes y aún más este verano. A pesar de la tregua acordada entre Susana y Pedro, las relaciones entre ambas formaciones se siguen tensando y se deterioran cada día a cada paso; el último es que Pedro Sánchez durante sus vacaciones andaluzas, irrita al socialismo andaluz, se reúne con los gaditanos y con la alcaldesa de París Anne Hidalgo sin invitar a representantes de la dirección regional. Se habla de que las aguas del aparato no confluyen con las del sector crítico de M. Chaves, la dirección andaluza recela que Pedro esté manteniendo encuentros semejantes por otras provincias andaluzas. Ya significó su distanciamiento con Susana la visita que hizo al Regidor Sevillano en las municipales; en mayo se saltó todos los vetos impuestos por la dirección andaluza a sus visitas.
Los socialistas se superaron a sí mismos: después de pedir la comparecencia del ministro del Interior y horas antes de que se produjera, presentaron una querella ante el Fiscal por tres delitos: prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos, antes de oír sus explicaciones. Perdiendo la ocasión de estar callados, se pusieron a decir: ‘España no puede tener un ministro del Interior bajo sospecha’. La iniciativa ha sido una lastimosa pérdida de tiempo, estaba fatalmente condenada al fracaso, pero nadie asumirá la responsabilidad del disparate.
C. Mudarra
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