He leído, releído y analizado los comentarios de los lectores de Voto en Blanco y siento un intenso y profundo orgullo de ser titular de este blog y de contar con el apoyo de muchos miembros de la parte más libre, demócrata y sana de esta maltrecha sociedad española.
Voto en Blanco se ha convertido con el tiempo en un lugar de encuentro para disidentes, en un "meeting point" para demócratas, en un espacio libre para el debate cívico y político y en un paño de lágrimas para decepcionados y frustrados ante la sucia deriva de la política y la ética en España. Ese rasgo hace que mucha gente valiosa encuentre en Voto en Blanco lo que no encuentra en la sociedad española: información veraz e independiente, capacidad para criticar y fiscalizar a los grandes poderes, ausencia de miedo y criterios acertados, solventes y democráticos sobre la realidad.
Confieso que muchos comentarios enriquecen el blog, a veces mas que el mismo artículo de portada. Confieso también que he aprendido mucho de mis lectores y que gracias a ellos he avanzado en el conocimiento, la comprensión y el amor por la democracia.
Voto en Blanco ha mantenido intacta su línea editorial desde que nació en 2004. Entonces, cuando muy pocos reconocían que España era un país profundamente corrrupto y que el núcleo del problema estaba, precisamente, en los partidos políticos y en la casta política, ya lo decíamos aquí casi a diario. Decirlo entonces era arriesgado porque te etiquetaban como extremista y te colocaban en la mira. Decir la verdad en medio de aquella marea de mentiras, engaños y trampas nos ha costado caro y a veces la factura a pagar ha sido elevada, pero ha valido la pena. Hoy vemos con satisfacción que los políticos son ya reconocidos, según las encuestas, como el gran problema del país. Si hubiéramos reconocido eso hace un par de décadas, seguramente habríamos evitado muchos dramas y daños a nuestro país.
Al comenzar el nuevo siglo, con 52 años recién cumplidos, decidí dar un giro a mi vida. Hasta entonces había sido periodista y empresario con aceptable éxito, pero a partir de entonces decidí hacer también cosas de valor para la sociedad y para los demás, siguiendo lo que me enseñó Manuel Olivencia, cuando trabajaba a sus órdenes como director de comunicación de Expo 92. Decía Don Manuel que el primer tercio de la vida de un hombre equilibrado debía dedicarse al estudio; la segunda mitad a crear una familia y una situación familiar y económica estable; la tercera parte (y última) de la vida debe dedicarse a hacer cosas nobles y desinteresadas, para beneficio de la sociedad y de los demás.
Entonces me doctoré en Periodismo, abrí el blog Voto en Blanco, empecé a investigar y escribí tres libros de pensamiento político sobre la democracia y sus carencias ("Democracia Secuestrada", "Políticos, los nuevos amos" y "Periodistas Sometidos, los perros del poder"), todos publicados en la editorial Almuzara, que preside el ex ministro Manuel Pimentel, un tipo sensible y con enfoques políticos decentes para alguien que ha estado en la élite del poder y en las entrañas del monstruo.
Seguiré haciendo lo mismo mientras pueda. Escribiré, debatiré, pronunciaré conferencias y alimentaré cada día este blog que, con el esfuerzo de todos, es ya un espacio destacado en todo el mundo de habla hispana, dentro del sector político, con una media de visitas diarias de más de 3.000 y con puntas que, en ocasiones, como el pasado día 8 de junio, superaron las 16.500.
Y hacemos esto porque estamos convencidos de que los que no somos hombres de acción no podemos hacer nada mejor por nuestro país y por nuestros semejantes. Pocas cosas son mas positivas y eficaces que contribuir a que la verdad reluzca y a que las mentes se abran en un mundo donde los poderes públicos mienten, engañan y distorsionan, mientras anteponen, una y otra vez, sus propios intereses al bien común.
Gracias a mis lectores y seguidores, hacia los que siento orgullo y agradecimiento, y a los que pido que sigan ayudando en esta terea que, poco a poco, empieza a dar resultados. Nuestros políticos, auténticos sátrapas y antidemócratas empedernidos hasta hace poco, empiezan a tener miedo del pueblo consciente, como es preceptivo en democracia, y empiezan a publicar sus declaraciones de la renta, a sentir vergüenza de sus privilegios inmerecidos, a aprobar leyes de transparencia y a sentir la cucchillada de sus sucias conciencias. Pronto dejarán de ser impunes y hasta dimitirán cuando causen estragos y realicen canalladas, algo a lo que hasta ahora se han negado.
Voto en Blanco se ha convertido con el tiempo en un lugar de encuentro para disidentes, en un "meeting point" para demócratas, en un espacio libre para el debate cívico y político y en un paño de lágrimas para decepcionados y frustrados ante la sucia deriva de la política y la ética en España. Ese rasgo hace que mucha gente valiosa encuentre en Voto en Blanco lo que no encuentra en la sociedad española: información veraz e independiente, capacidad para criticar y fiscalizar a los grandes poderes, ausencia de miedo y criterios acertados, solventes y democráticos sobre la realidad.
Confieso que muchos comentarios enriquecen el blog, a veces mas que el mismo artículo de portada. Confieso también que he aprendido mucho de mis lectores y que gracias a ellos he avanzado en el conocimiento, la comprensión y el amor por la democracia.
Voto en Blanco ha mantenido intacta su línea editorial desde que nació en 2004. Entonces, cuando muy pocos reconocían que España era un país profundamente corrrupto y que el núcleo del problema estaba, precisamente, en los partidos políticos y en la casta política, ya lo decíamos aquí casi a diario. Decirlo entonces era arriesgado porque te etiquetaban como extremista y te colocaban en la mira. Decir la verdad en medio de aquella marea de mentiras, engaños y trampas nos ha costado caro y a veces la factura a pagar ha sido elevada, pero ha valido la pena. Hoy vemos con satisfacción que los políticos son ya reconocidos, según las encuestas, como el gran problema del país. Si hubiéramos reconocido eso hace un par de décadas, seguramente habríamos evitado muchos dramas y daños a nuestro país.
Al comenzar el nuevo siglo, con 52 años recién cumplidos, decidí dar un giro a mi vida. Hasta entonces había sido periodista y empresario con aceptable éxito, pero a partir de entonces decidí hacer también cosas de valor para la sociedad y para los demás, siguiendo lo que me enseñó Manuel Olivencia, cuando trabajaba a sus órdenes como director de comunicación de Expo 92. Decía Don Manuel que el primer tercio de la vida de un hombre equilibrado debía dedicarse al estudio; la segunda mitad a crear una familia y una situación familiar y económica estable; la tercera parte (y última) de la vida debe dedicarse a hacer cosas nobles y desinteresadas, para beneficio de la sociedad y de los demás.
Entonces me doctoré en Periodismo, abrí el blog Voto en Blanco, empecé a investigar y escribí tres libros de pensamiento político sobre la democracia y sus carencias ("Democracia Secuestrada", "Políticos, los nuevos amos" y "Periodistas Sometidos, los perros del poder"), todos publicados en la editorial Almuzara, que preside el ex ministro Manuel Pimentel, un tipo sensible y con enfoques políticos decentes para alguien que ha estado en la élite del poder y en las entrañas del monstruo.
Seguiré haciendo lo mismo mientras pueda. Escribiré, debatiré, pronunciaré conferencias y alimentaré cada día este blog que, con el esfuerzo de todos, es ya un espacio destacado en todo el mundo de habla hispana, dentro del sector político, con una media de visitas diarias de más de 3.000 y con puntas que, en ocasiones, como el pasado día 8 de junio, superaron las 16.500.
Y hacemos esto porque estamos convencidos de que los que no somos hombres de acción no podemos hacer nada mejor por nuestro país y por nuestros semejantes. Pocas cosas son mas positivas y eficaces que contribuir a que la verdad reluzca y a que las mentes se abran en un mundo donde los poderes públicos mienten, engañan y distorsionan, mientras anteponen, una y otra vez, sus propios intereses al bien común.
Gracias a mis lectores y seguidores, hacia los que siento orgullo y agradecimiento, y a los que pido que sigan ayudando en esta terea que, poco a poco, empieza a dar resultados. Nuestros políticos, auténticos sátrapas y antidemócratas empedernidos hasta hace poco, empiezan a tener miedo del pueblo consciente, como es preceptivo en democracia, y empiezan a publicar sus declaraciones de la renta, a sentir vergüenza de sus privilegios inmerecidos, a aprobar leyes de transparencia y a sentir la cucchillada de sus sucias conciencias. Pronto dejarán de ser impunes y hasta dimitirán cuando causen estragos y realicen canalladas, algo a lo que hasta ahora se han negado.
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