España quedó eliminada vergonzosamente del Mundial de Futbol de Brasil, donde no supo defender su cetro mundial y europeo por falta de valentía, fondo físico y pundonor. La selección era una tortilla española sin huevos que lucho menos, corrió menos, encaró menos y exhibió, sin dignidad, ante todo el mundo, cobardía y decadencia física. Ante Chile fue como frente a Holanda, un equipo agotado de multimillonarios decadentes, acostumbrados a la buena vida y a los que les faltaba hambre de gol y pundonor. Al lado de equipos ambiciosos y luchadores, los españoles parecían ancianos torpes y enfermos.
España ha hecho el ridículo también en fútbol, una de las pocas disciplinas en la que destacaba. ¿Se han contagiado los futbolistas españoles de la torpeza, la arrogancia y la miseria de la España de los políticos? Puede que sí o puede que no, pero el papel de los futbolistas españoles en Brasil rozó el ridículo, como suele ocurrir desde hace muchos años con los representantes políticos de España en los grandes foros y citas mundiales.
España ha hecho el ridículo también en fútbol, una de las pocas disciplinas en la que destacaba. ¿Se han contagiado los futbolistas españoles de la torpeza, la arrogancia y la miseria de la España de los políticos? Puede que sí o puede que no, pero el papel de los futbolistas españoles en Brasil rozó el ridículo, como suele ocurrir desde hace muchos años con los representantes políticos de España en los grandes foros y citas mundiales.
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