Ha destruido tanto que, sin querer, ha construido. El mayor mérito de Zapatero es habernos librado del PSOE por muchos años. Ha desacreditado tanto a su partido que lo ha sumido en el desprestigio y en un rechazo ciudadano que le mantendrá alejado del gobierno por mucho tiempo. Pero hay otros "méritos", aunque todos ellos involuntartios, alcanzados por el peor presidente de gobierno de la España moderna: ha abierto los ojos a los españoles para demostrarnos que vivíamos en una sucia partitocracia, no en una democracia; ha exhibido con crudeza el mundo obsceno de la corrupción pública, donde muchos canallas con cargos políticos gozan de impunidad; ha reforzado la rebeldía cívica indignada; ha demostrado a los ciudadanos que España necesita reformas profundas, la principal de las cuales debería ser una reforma de la Constitución que evite que otros "zapateros" lleguen al poder en el futuro y destrocen el país con alevosa impunidad.
A Zapatero le debemos que el PP se haya atado los machos, hasta el punto de haber presentado un programa electoral atractivo y cargado de medidas necesarias y razonables. Le debemos también que hayamos tomado conciencia de que la clase política española es deplorable y que muchos de sus miembros merecen la cárcel.
Finalmente, le debemos también haber descubierto que nuestra economía era frágil y que las reformas son urgentes. Ha creado tanto dolor e injusticia en la sociedad española que nos ha hecho sentirnos mal y despertado las ganas de luchar por un mundo mejor.
Claro que todos esos "méritos" de Zapatero nos han costado demasiado caros y ha tenido que llevarnos hasta el borde de la destrucción y de la pobreza para que despertemos del sueño y de la inopia, descubriendo que estabamos siendo engañados y manipulados por una banda de indeseables con poder político.
No hay más méritos, ni siquiera puede apuntarse el de haber logrado la paz con ETA porque la banda sigue armada y esa paz es falsa y engañosa.
Si es cierto que ha ampliado algunos derechos,pero muchos de sus "avances" han sido abusivos y contrarios a la superior doctrina de la igualdad ante la ley, como los que rodean a la mujer, a la que Zapatero y sus feministas han querido convertir en enemiga del hombre.Su mayor aportación quizás haya sido haber impuesto en el gobierno un talante en apariencia amable y educado, aunque muchas de sus actuaciones hayan estado cargadas de saña, rencor y espíritu de revancha.
Los españoles poco tienen que agradecerle a Zapatero, el mentecato que nos ha conducido hasta la bancarrota, el desempleo, la pobreza y el desarme ético. Zapatero y el PSOE pasarán a la historia como los los practicantes de una política letal que trajo consigo la tristeza, el sufrimiento, la pobreza, la postración y casi la destrucción de España.
Quienes sí tienen mucho que agradecer a Zapatero son Rajoy y el Partido Popular, a los que, con sus errores y desatinos, ha llevado en volandas hasta la Moncloa, proporcionándoles una sólida, insospechada y hasta inmerecida mayoría absoluta.
A Zapatero le debemos que el PP se haya atado los machos, hasta el punto de haber presentado un programa electoral atractivo y cargado de medidas necesarias y razonables. Le debemos también que hayamos tomado conciencia de que la clase política española es deplorable y que muchos de sus miembros merecen la cárcel.
Finalmente, le debemos también haber descubierto que nuestra economía era frágil y que las reformas son urgentes. Ha creado tanto dolor e injusticia en la sociedad española que nos ha hecho sentirnos mal y despertado las ganas de luchar por un mundo mejor.
Claro que todos esos "méritos" de Zapatero nos han costado demasiado caros y ha tenido que llevarnos hasta el borde de la destrucción y de la pobreza para que despertemos del sueño y de la inopia, descubriendo que estabamos siendo engañados y manipulados por una banda de indeseables con poder político.
No hay más méritos, ni siquiera puede apuntarse el de haber logrado la paz con ETA porque la banda sigue armada y esa paz es falsa y engañosa.
Si es cierto que ha ampliado algunos derechos,pero muchos de sus "avances" han sido abusivos y contrarios a la superior doctrina de la igualdad ante la ley, como los que rodean a la mujer, a la que Zapatero y sus feministas han querido convertir en enemiga del hombre.Su mayor aportación quizás haya sido haber impuesto en el gobierno un talante en apariencia amable y educado, aunque muchas de sus actuaciones hayan estado cargadas de saña, rencor y espíritu de revancha.
Los españoles poco tienen que agradecerle a Zapatero, el mentecato que nos ha conducido hasta la bancarrota, el desempleo, la pobreza y el desarme ético. Zapatero y el PSOE pasarán a la historia como los los practicantes de una política letal que trajo consigo la tristeza, el sufrimiento, la pobreza, la postración y casi la destrucción de España.
Quienes sí tienen mucho que agradecer a Zapatero son Rajoy y el Partido Popular, a los que, con sus errores y desatinos, ha llevado en volandas hasta la Moncloa, proporcionándoles una sólida, insospechada y hasta inmerecida mayoría absoluta.
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