Los catalanes decentes

Creo que siempre ha quedado implícito que existe una mayoría que no quiere el proceso, que como dice la carta quieren vivir sus vidas con tranquilidad, como cualquier ciudadano de cualquier parte de España. Que todo esto es cosa de la casta como en todas partes.

Sin embargo, como hemos venido diciendo, la manipulación durante estos años ha provocado que la gente de cierta edad estén adoctrinados y se comporten como esa joven de la foto, con un razonamiento absolutamente demencial. Como es catalana, odia a España. Y eso sucede mucho más frecuente de lo que nos pensamos.

Todo el adoctrinamiento parte de una base, que entiendo, falsa. Pensar que por vivir en determinado sitio se tienen más derechos que en otro, me parece una falacia.

Si se produjo un desarrollo industrial allí fue porque convenía al conjunto de la nación, por diversos motivos y muchos recursos de todos se invirtieron allí, por tanto es lógico que tengan más riqueza, pero también es lógico que, puesto que esa riqueza vino de todos, la repartan con todos.

Es muy simple de entender, hasta para un separatista. Fundemos una sociedad, aportan capital gentes diversas, cuando la empresa produce hay que repartir, a cada uno según su aportación. En la empresa Cataluña se invirtió mucho desde toda España, lo normal sería que, ahora que son ricos, repartieran algo. Pero no, siguen recibiendo.

Hay también una falacia, que decir que recaudan más impuestos que los demás. Esto es algo que se bería haber aclarado desde hace mucho, pero ningún gobierno lo ha hecho, ni siquiera ningún gobierno autonómico ha protestado. Un buen número de empresas de ámbito nacional tienen sus sedes en Barcelona, con lo que emiten facturas para toda España y el iva se recauda en Barcelona.

Si las demás autonomías hubieran pedido que el iva se pagara donde se genera, el valor de los impuestos en Cataluña descendería drásticamente, pero tal vez eso sea una molestia y al fin y al cabo, el dinero se reparte en reuniones que hacen entre todos y se ponen de acuerdo. Pero siempre se pueden mostrar las cifras de recaudación y decir que España nos roba.

Siempre he respetado los derechos de cada ciudadano a sentirse lo que le de la gana y a vivir en el país que quiera. Por tanto, que un grupo pidan la independencia no me molesta en sí. El problema es que se trata de un territorio físico y en él viven otras gentes que no quieren la independencia. El conflicto es bastante insoluble porque históricamente siempre se ha resuelto con la violencia, luego algún problema de fondo tendrá.

Tampoco nadie ha considerado esto. Suponiendo que los separatistas fueran mayoría, tampoco hay mucho problema teniendo un ordenador adicto, ¿qué se hace con la minoría? Cuando Nueva York decidió integrarse en la corona británica, a los pocos que quisieron seguir siendo holandeses, se les transportó gratuitamente a Holanda.

Aquí nadie del pruses ha hablado de indemnizar a los que se quieran ir, porque seguro que muchos no querrán vivir en el extranjero. Hay unas casa, unas amistades, en definitiva unas vidas y eso hay que indemnizarlo. Por mucha razón que se tenga, no se puede pisotear a una minoría, que salvo que se me haya escapado algo, es lo que pretenden. Claro que como son españoles, todo nuestro odio para ellos y por supuesto ni un céntimo.

Pero si de lo que se trata es de hacerlo a las bravas, pues nada, vamos a las bravas y el gobierno tan feliz. Que es la parte que no me cuadra.

No quiero entrar en algo que sigo considerando un "operativo" con intenciones que el gran público no conoce. Desde luego, no es lo que los medios nos quieren presentar.
No obstante,los catalanes que yo conozco y con los que he tenido trato a lo largo de mi vida son muy parecidos a los que el autor describe en este artículo ,es decir son muy parecidos a los que el anónimo de internet llama "LOS OTROS".

Perdón, campaña contra el consumo o por el no consumo, no por nada, simplemente para potenciar los productos, empresas y economía españolas.

La Diada, una fiesta convertida una farsa independentista.


Por todos los españoles es sabido que el sentimiento independentista existe en Cataluña desde el siglo XIX, lo que sucede es que algunas veces el índice de su gráfica de valores fluctúa al alza según los tiempos, sobre todo en tiempos de crisis.

Los españoles hemos aprendido a convivir con la idea del separatismo catalán, y no pasa nada, excepto cuando tratan de llevarlo a la práctica, cuando pasan del juego de las banderas a la realidad, y materializarlo. El astuto Jordi Pujol siempre los mantuvo a los independentistas en el sitio de la idealización, en la ficción, y en el ¡ya veremos! Pero poco a poco esa bola de imposible independencia ha crecido en una falsa que se la han creído, como gente de bajo nivel intelectual como Arthur Más, como Puidemont, Junqueras o Forcadell. Lo esperpéntico y estúpido ha sido engañar a la gente diciéndoles que iba a hacer un referéndum vinculantes y con el permiso del gobierno de Rajoy, cuando sabían de antemano que una consulta no iba a ser posible porque topaban con el techo de la Constitución, sobre la indivisible unidad de España.


Ellos, los independentistas, no contaban con que el papá patrón del Estado no podía autorizar una consulta de separación de una parte del territorio español. Y esta es la realidad. Los catalanes no pueden decidir sobre lo que no es suyo, porque Cataluña es parte de España, y que por el hecho de nacer o residir en un territorio no te da derecho a apropiártelo. Lo de la Diada está bien, es un día de fiesta autonómica para sacar las banderas y desfogarse, como años atrás, pero ya está de ahí no pasaba y no podía en peligro a la sociedad catalana, pero no para crispar a la gente y aumentar su hispanofobia a niveles de psiquiátrico. Y exponer a la gentes a que les hagan daño los antidisturbios.


Todos los países de Europa y del mundo tienen regiones con ideas locales históricas, de no globalización. Pero eso se queda así y ya está. Y por ejemplo, la Unión Europea, jamás premiara o fomentará la desunión, el secesionismo en Europa, detrás tendrían a Baviera, o los Flamencos, Irlanda del Norte, los Corsos…y sería como dar paso a la primera ficha caída del dominó de la Unión y volver a los reinos taifas. Por ello, está bien que la gente tenga un día de banderas y sueños, pero al siguiente debe tener los pies en el suelo, y a trabajar.


No pasada nada por mantener este sentimiento separatista, como lo tuvo tiempo atrás el País Vasco, y con un brazo armado como ETA que causó 800 muertos, y no consiguieron nada. ¿Cuántos muertos están dispuestos a poner sobre la mesa el separatismo catalán?

Dicho esto, lo inteligente de los presidentes de la Generalitat, es mantener el deseo separatista en bajo nivel, pero no creerse que, algún día, podrían llegar a ser independientes de hecho, de derecho y con todas las garantías internacionales, porque la misma ONU, ha dicho que Cataluña no está en los casos de colonialismo. Y España no lo va a permitir jamás, que es quien tiene la fuerza efectiva y militar.


Es un error tremendo ha sido echarle un pulso al gobierno con un referéndum.


Las épocas más en alza fueron en 1934 con la detención de Lluis Companys y su gobierno, ideólogo catalanista y separatista que acabaron en la cárcel y Companys fusilado en Montjuic el 15 de octubre de 1940.

Actualmente y con el referéndum ilegal del 9 N- 2015, Arthur Mas y los suyos, acabaron siendo inhabilitados por dos años y con la devolución de más de 5 millones de Euros.

En 2017,el periodista deportivo, independentista, no electo en urnas, Carles Puigdemont se hace cargo de la Generalitat catalana, y de momento da un golpe de Estado legislativo, y un referéndum el 1-0, para materializar el golpe, en una farsa, que sabe que no es legal, no ya, porque lo haya ilegalizado el Tribunal Constitucional, sino porque no cabe en la Constitución. Y además que no es posible, los catalanes saben que no les convendría en un futuro: un sueño bonito, sí que lo es, pero la vida real no es un sueño sino que es más complicado.

Una vez que Puigdemont y su gobierno sea inhabilitado y entren en la cárcel, hay hacer unas nuevas elecciones autonómicas, y el pueblo catalán que, no es tonto ni ingénuo, equilibrará la balanza de poderes, y volverá a ser como siempre una región autonómica española con sentimientos separatistas (y no pasa nada), que es lo que les conviene, desmontar a la ANC y Òmniun y adoctrinadores, agitadora de la gente a la que engaña y le saca sus dineros, mantener bajo los niveles de independentismo, y seguir trabajando por un futuro mejor de nuestros hijos y nietos. La gente tiene que tener esperanzas, y vivir de ellas, pero nada más.

Cuanto facha por estas lindes ¿no?