El Congreso aprobó ayer, con los únicos votos del PP y el rechazo unánime de la oposición, el proyecto de ley Antidesahucios, un texto que tiene aspectos positivos, pero que está situado en las antípodas de lo que reclama la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en su Iniciativa Legislativa Popular.
No era difícil haber incluído algún detalle o gesto que generara algo de satisfacción en los ciudadanos, pero el PP ha preferido pisotear la iniciativa legislativa popular sobre desahucios y política hipotecaria y ha aprobado un documento que está a años luz de distancia de las aspiraciones populares presentadas con el sustento de casi un millón y medio de firmas.
Ya se le vió el plumero al PP cuando decidió votar en contra y no admitir aquella iniciativa popular, pero entonces le dio vértigo quedarse sólo frente a los ciudadanos y cambió el voto, aceptándo su tramitación en las Cortes. Pero en la hora de la verdad, cuando había que dotar de contenido al proyecto, la arrogancia ha prevalecido y el gobierno del PP, de nuevo con el resto de los partidos en contra, solo con los votos que le proporcionan una mayoría absoluta que hoy nunca reeditaría, se ha negado a hacer concesión alguna a las aspiraciones populares y ha desaprovechado la oportunidad histórica de hacer algún caso a la voluntad popular, casi siempre despreciada en la política española.
No era demasiado difícil haber hecho alguna concesión a las aspiraciones del casi millón y medio de ciudadanos que sustentaron la iniciativa legislativa popular sobre los desahucios y la política hipotecaria, pero el PP ha dado nuevamente la espalda al ciudadano para cuidar los intereses de la banca.
El escaso valor que el sistema político español otorga a las iniciativas legiislativas populares es una de las mas tristes e impresentables carencias de la falsa democracia española. Aunque una inciaitiva de ley llegara al parlamento apoyada por el 99 por ciento de los votantes, los políticos pueden rechazarla en el Congreso, lo que pone en evidencia el casi nulo peso del ciudadano en un sistema político español que, aunque se autotitule "democracia" no es otra cosa que una vulgar y abusiva dictadura de partidos políticos.
Ante el rechazo del PP, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que fue la que presento la iniciativa legislativa popular, solicitó al Congreso la retirada de la propuesta, que solicitaba entre otras medidas la dación en pago, por considerar que tras ser debatida en el Congreso y refundida con la ley antidesahucios del PP, ha quedado desvirtuada.
La dacción en pago es una especie de tabú para la banca española y para el Partido Popular, a pesar de que es la norma vigente en numerosos países avanzados de nuestro entorno.
Con su decisión, el gobierno de Rajoy ha crispado todavía más los ánimos de los que protestan en las calles contra una política de desahucios tan cruel e injusta que hasta ha sido condenada por la Justicia europea como contraria a los derechos humanos por la desprotección de los afectados frente al implacable sistema financiero y unas leyes abusivas. Todo indica que el rechazo de la inicietiva legislativa popular generará más protestas y violencia en las calles de España.
La lucha continúa en España y cada día es mas evidente que se enfrentan dos bandos. En una parte están el gobierno y el sistema político en general, rechazado cada día mas por los ciudadanos, como queda claramente reflejado en las encuestas, y en la otra parte están muchos ciudadanos, cada día mas, por distintos motivos, desde los que se consideran aplastados por el poder hasta los que reclaman mas democracia, limpieza y justicia en el sistema, sin olvidar a los muchos que culpan a los políticos de los grandes desastres y males de España, sobre todo del desempleo masivo y del inexorable avance de la pobreza.
No era difícil haber incluído algún detalle o gesto que generara algo de satisfacción en los ciudadanos, pero el PP ha preferido pisotear la iniciativa legislativa popular sobre desahucios y política hipotecaria y ha aprobado un documento que está a años luz de distancia de las aspiraciones populares presentadas con el sustento de casi un millón y medio de firmas.
Ya se le vió el plumero al PP cuando decidió votar en contra y no admitir aquella iniciativa popular, pero entonces le dio vértigo quedarse sólo frente a los ciudadanos y cambió el voto, aceptándo su tramitación en las Cortes. Pero en la hora de la verdad, cuando había que dotar de contenido al proyecto, la arrogancia ha prevalecido y el gobierno del PP, de nuevo con el resto de los partidos en contra, solo con los votos que le proporcionan una mayoría absoluta que hoy nunca reeditaría, se ha negado a hacer concesión alguna a las aspiraciones populares y ha desaprovechado la oportunidad histórica de hacer algún caso a la voluntad popular, casi siempre despreciada en la política española.
No era demasiado difícil haber hecho alguna concesión a las aspiraciones del casi millón y medio de ciudadanos que sustentaron la iniciativa legislativa popular sobre los desahucios y la política hipotecaria, pero el PP ha dado nuevamente la espalda al ciudadano para cuidar los intereses de la banca.
El escaso valor que el sistema político español otorga a las iniciativas legiislativas populares es una de las mas tristes e impresentables carencias de la falsa democracia española. Aunque una inciaitiva de ley llegara al parlamento apoyada por el 99 por ciento de los votantes, los políticos pueden rechazarla en el Congreso, lo que pone en evidencia el casi nulo peso del ciudadano en un sistema político español que, aunque se autotitule "democracia" no es otra cosa que una vulgar y abusiva dictadura de partidos políticos.
Ante el rechazo del PP, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que fue la que presento la iniciativa legislativa popular, solicitó al Congreso la retirada de la propuesta, que solicitaba entre otras medidas la dación en pago, por considerar que tras ser debatida en el Congreso y refundida con la ley antidesahucios del PP, ha quedado desvirtuada.
La dacción en pago es una especie de tabú para la banca española y para el Partido Popular, a pesar de que es la norma vigente en numerosos países avanzados de nuestro entorno.
Con su decisión, el gobierno de Rajoy ha crispado todavía más los ánimos de los que protestan en las calles contra una política de desahucios tan cruel e injusta que hasta ha sido condenada por la Justicia europea como contraria a los derechos humanos por la desprotección de los afectados frente al implacable sistema financiero y unas leyes abusivas. Todo indica que el rechazo de la inicietiva legislativa popular generará más protestas y violencia en las calles de España.
La lucha continúa en España y cada día es mas evidente que se enfrentan dos bandos. En una parte están el gobierno y el sistema político en general, rechazado cada día mas por los ciudadanos, como queda claramente reflejado en las encuestas, y en la otra parte están muchos ciudadanos, cada día mas, por distintos motivos, desde los que se consideran aplastados por el poder hasta los que reclaman mas democracia, limpieza y justicia en el sistema, sin olvidar a los muchos que culpan a los políticos de los grandes desastres y males de España, sobre todo del desempleo masivo y del inexorable avance de la pobreza.
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