El Gobierno español pretende boicotear a todo el que produzca su propia energía: quieren hacerle pagar por cada kWh que genere. Este nefasto Real Decreto está a punto de ser aprobado, ante la sorpresa del resto de Europa, que no entiende como un país que posee tanto sol, se niega a aprovecharlo para reducir su costosa factura energética.
Antes de que termine el presente año, los políticos españoles ante la llegada de la batería de Tesla, tendrán que descubrir sus cartas y demostrar si trabajan para los ciudadanos, a los que dicen representar, o para las compañías eléctricas, en cuyos consejos de administración muchos de ellos ocupan puestos altamente remunerados, cuando se retiran de la política.
La política anti-paneles solares del gobierno español es incomprensible y causa sorpresa en el resto del mundo. El que uno de los países con mas sol del planeta prescinda de ese recurso para beneficiar a compañías eléctricas es estúpido y, probablemente, mafioso, sobre todo cuando en medio mundo se estimula el autoconsumo para bajar la factura energética nacional y las instalaciones de placas fotovoltaícas son deducibles de impuestos.
Hasta ahora, parece que los políticos españoles cuidan mas los intereses de las empresas eléctricas que el bien común. No en vano, en España, el país con mas sol de toda Europa, el gobierno se dispone a castigar y multar con dureza, gracias a la ley que ha sido bautizada con sarcasmo como "Impuesto al sol", a aquellos que generen electricidad para su autoconsumo, mientras que en el resto de Europa se estimulan y se protegen, desde el poder, esas innovadoras políticas energéticas de ahorro.
Las baterías para el hogar de la empresa Tesla, considaradas por muchos expertos como uno de los grandes inventos de este siglo, destinado a transformar el ciclo energético y la vida en millones de hogares, están a punto de salir al mercado y podrían llegar a España antes del próximo invierno. Se trata de un sistema de acumulación de electricidad (batería) que es capaz de aportar toda la electricidad que necesita un hogar durante una semana. Combinada con un generador de electricidad limpio, como unas placas fotovoltaicas o un ventilador eólico, permitirían el autoconsumo y prescindir por completo de las facturas de las compañías eléctricas.
Los políticos españoles tendrán que dar la cara y decidir si, como parece lógico, España se abre a la autogeneración, aprovechando las enormes ventajas que aporta la nueva batería de Tesla, o la prohíbe para beneficiar a las compañías que viven de vender electricidad a altos precios.Las eléctricas serán el gran obstáculo de la batería de Tesla en España.
Tesla, gracias a su creación innovadora, podría facilitar a miles de usuarios en todo el mundo que fuesen independientes de la red eléctrica, algo que los que apuestan por la autonomía energética recibirán con los brazos abiertos, y más si viene de un fabricante solvente como es la compañía de Elon Musk.
Muchos consideran ilegal y contrario a la constitución el llamado "impuesto al sol", que es una tasa que los usuarios de sistemas de autoconsumo tendrían que pagar, siempre que estos estuviesen conectados a la red, para colaborar a su mantenimiento. La propia Comisión Nacional de la Energía pidió la eliminación de este peaje por considerarlo discriminatorio para los que producen su propia energía y por hacer inviables en la práctica los proyectos de autogeneración.
Elon Musk, líder de Tesla, ha dejado entrever que su dispositivo pretende ahorrarnos la factura eléctrica y que consistiría en una potente batería capaz de almacenar sin problemas toda la energía renovable, con la capacidad de mantener un hogar durante una semana con una sola carga. El objetivo es que el abonado sea autónomo en la producción y gestión de su electricidad doméstica para, de esta manera, dejar de pagar la factura a fin de mes.
Se cree que la batería sería de hidrógeno y recargable mediante energías renovables. Este medio se basa en el sistema que utiliza el Toyota Mirai, el primer coche de hidrógeno fabricado en serie, para sugerir que el dispositivo de Tesla sería portátil y que sus propietarios podrían recargarlas con placas solares o en puntos de recarga instalados por el fabricante, bien a coste cero o a un precio muy competitivo.
Antes de que termine el presente año, los políticos españoles ante la llegada de la batería de Tesla, tendrán que descubrir sus cartas y demostrar si trabajan para los ciudadanos, a los que dicen representar, o para las compañías eléctricas, en cuyos consejos de administración muchos de ellos ocupan puestos altamente remunerados, cuando se retiran de la política.
La política anti-paneles solares del gobierno español es incomprensible y causa sorpresa en el resto del mundo. El que uno de los países con mas sol del planeta prescinda de ese recurso para beneficiar a compañías eléctricas es estúpido y, probablemente, mafioso, sobre todo cuando en medio mundo se estimula el autoconsumo para bajar la factura energética nacional y las instalaciones de placas fotovoltaícas son deducibles de impuestos.
Hasta ahora, parece que los políticos españoles cuidan mas los intereses de las empresas eléctricas que el bien común. No en vano, en España, el país con mas sol de toda Europa, el gobierno se dispone a castigar y multar con dureza, gracias a la ley que ha sido bautizada con sarcasmo como "Impuesto al sol", a aquellos que generen electricidad para su autoconsumo, mientras que en el resto de Europa se estimulan y se protegen, desde el poder, esas innovadoras políticas energéticas de ahorro.
Las baterías para el hogar de la empresa Tesla, considaradas por muchos expertos como uno de los grandes inventos de este siglo, destinado a transformar el ciclo energético y la vida en millones de hogares, están a punto de salir al mercado y podrían llegar a España antes del próximo invierno. Se trata de un sistema de acumulación de electricidad (batería) que es capaz de aportar toda la electricidad que necesita un hogar durante una semana. Combinada con un generador de electricidad limpio, como unas placas fotovoltaicas o un ventilador eólico, permitirían el autoconsumo y prescindir por completo de las facturas de las compañías eléctricas.
Los políticos españoles tendrán que dar la cara y decidir si, como parece lógico, España se abre a la autogeneración, aprovechando las enormes ventajas que aporta la nueva batería de Tesla, o la prohíbe para beneficiar a las compañías que viven de vender electricidad a altos precios.Las eléctricas serán el gran obstáculo de la batería de Tesla en España.
Tesla, gracias a su creación innovadora, podría facilitar a miles de usuarios en todo el mundo que fuesen independientes de la red eléctrica, algo que los que apuestan por la autonomía energética recibirán con los brazos abiertos, y más si viene de un fabricante solvente como es la compañía de Elon Musk.
Muchos consideran ilegal y contrario a la constitución el llamado "impuesto al sol", que es una tasa que los usuarios de sistemas de autoconsumo tendrían que pagar, siempre que estos estuviesen conectados a la red, para colaborar a su mantenimiento. La propia Comisión Nacional de la Energía pidió la eliminación de este peaje por considerarlo discriminatorio para los que producen su propia energía y por hacer inviables en la práctica los proyectos de autogeneración.
Elon Musk, líder de Tesla, ha dejado entrever que su dispositivo pretende ahorrarnos la factura eléctrica y que consistiría en una potente batería capaz de almacenar sin problemas toda la energía renovable, con la capacidad de mantener un hogar durante una semana con una sola carga. El objetivo es que el abonado sea autónomo en la producción y gestión de su electricidad doméstica para, de esta manera, dejar de pagar la factura a fin de mes.
Se cree que la batería sería de hidrógeno y recargable mediante energías renovables. Este medio se basa en el sistema que utiliza el Toyota Mirai, el primer coche de hidrógeno fabricado en serie, para sugerir que el dispositivo de Tesla sería portátil y que sus propietarios podrían recargarlas con placas solares o en puntos de recarga instalados por el fabricante, bien a coste cero o a un precio muy competitivo.
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