El actual desplome de los precios del petróleo es un acto de guerra. La caída del crudo es inexplicable con razones de mercado y los indicios apuntan a una conspiración para que esos precios bajos hundan a determinadas economías.
La hipótesis mas difundida y aparentemente mas sólida es que Estados Unidos ha hundido el precio del petróleo a propósito, para 'castigar' a Rusia, cuya economía depende de las exportaciones de hidrocarburos.
Estados Unidos y Rusia están hoy mas intensamente enfrentados que en los tiempos de la Guerra Fría porque ambos países saben que son las dos única potencias con capacidad para disputarse la hegemonía mundial, no solo en el plano militar, sino también el económico, en un futuro no demasiado lejano, cuando la alianza ruso-china supere sus actuales problemas, elimine el dolar como gran moneda de intecambio y reserva y sustituya a Estados Unidos como gran potencia económica mundial.
En este sentido, el director del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, Konstantín Símonov, acusa a los Estados Unidos de estar operando contra Rusia en los mercados del crudo y recuerda que una herramienta muy importante para subir o bajar el precio del petróleo es la política monetaria estadounidense.
"Actualmente, la principal razón de la caída de los precios del crudo no es la situación en Irán, Arabia Saudita o China, sino el dólar, que Washington refuerza deliberadamente creando expectativas ante la reunión de septiembre del Sistema de Reserva Federal y la posible decisión de elevar las tasas de interés", detalla Símonov.
El funcionario explica que "como el petróleo se cotiza en dólares, un dólar más débil provoca una subida de precios del petróleo, mientras que un fortalecimiento de la moneda estadounidense como el que está teniendo lugar actualmente provoca su caída".
La otra cara de esta política, según Símonov, es que, 'castigando' a Rusia EE.UU. se castiga también a sí mismo, ya que los bajos precios del petróleo afectan a sus proyectos de explotar el gas de esquisto.
Otros columnistas y expertos creen que el colapso de los precios del petróleo, tanto en 2014 como ahora, se debe a un complot político entre Arabia Saudita y EE.UU., cada uno en defensa de objetivos propios.
Según esta tesis, el actual derrumbe de los precios del 'oro negro' solo puede ser organizado por EE.UU., con la complicidad de Arabia Saudita. El objetivo sería bajarlo hasta unos 20 dolares el barril, lo que causaría un daño terrible a los exportadores, en especial a Rusia y Venezuela. Estados Unidos y Arabia controlan el flujo mundial de petróleo, el primero como canalizador mundial y Arabia como primer productor. El objetivo norteamericano de la jugada sería perjudicar simultáneamente a tres países que no le obedecen: Irán, Rusia y Venezuela. El objetivo de Arabia, cómplice de Estados Unidos, es diferente: impedir a cualquier precio que la OPEP reduzca la cuota de producción para que los precios bajos impidan que los grandes países compradores de crudo exploten sus reservas de gas esquisto, viable si el precio del petroleo está alto e inviable si está bajo.
El gas de lutita, también conocido como "gas de esquisto" o gas pizarra (en inglés: shale gas y en francés: gaz de schiste), es un hidrocarburo en estado gaseoso que se encuentra en las formaciones rocosas sedimentarias de grano muy fino. Este tipo de gas natural se extrae de zonas profundas en terrenos donde abunda el esquisto, las lutitas o las argilitas ricas en materia orgánica. El interior rocoso del esquisto presenta baja permeabilidad, lo que impide su ascenso a la superficie. Por ende, para la extracción comercial de dicho gas, es necesario fracturar la roca hidráulicamente.
El shale o roca de esquisto es una formación sedimentaria que contiene gas y petróleo. Su característica definitoria es que no posee la suficiente permeabilidad para que los hidrocarburos puedan ser extraídos con los métodos convencionales, lo cual hace necesario la aplicación de nuevas tecnologías. Estas consisten en inyectar agua a alta presión conjuntamente con la aplicación de agentes de sostén, lo que permite que los hidrocarburos atrapados en la formación fluyan hacia la superficie.
La hipótesis mas difundida y aparentemente mas sólida es que Estados Unidos ha hundido el precio del petróleo a propósito, para 'castigar' a Rusia, cuya economía depende de las exportaciones de hidrocarburos.
Estados Unidos y Rusia están hoy mas intensamente enfrentados que en los tiempos de la Guerra Fría porque ambos países saben que son las dos única potencias con capacidad para disputarse la hegemonía mundial, no solo en el plano militar, sino también el económico, en un futuro no demasiado lejano, cuando la alianza ruso-china supere sus actuales problemas, elimine el dolar como gran moneda de intecambio y reserva y sustituya a Estados Unidos como gran potencia económica mundial.
En este sentido, el director del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, Konstantín Símonov, acusa a los Estados Unidos de estar operando contra Rusia en los mercados del crudo y recuerda que una herramienta muy importante para subir o bajar el precio del petróleo es la política monetaria estadounidense.
"Actualmente, la principal razón de la caída de los precios del crudo no es la situación en Irán, Arabia Saudita o China, sino el dólar, que Washington refuerza deliberadamente creando expectativas ante la reunión de septiembre del Sistema de Reserva Federal y la posible decisión de elevar las tasas de interés", detalla Símonov.
El funcionario explica que "como el petróleo se cotiza en dólares, un dólar más débil provoca una subida de precios del petróleo, mientras que un fortalecimiento de la moneda estadounidense como el que está teniendo lugar actualmente provoca su caída".
La otra cara de esta política, según Símonov, es que, 'castigando' a Rusia EE.UU. se castiga también a sí mismo, ya que los bajos precios del petróleo afectan a sus proyectos de explotar el gas de esquisto.
Otros columnistas y expertos creen que el colapso de los precios del petróleo, tanto en 2014 como ahora, se debe a un complot político entre Arabia Saudita y EE.UU., cada uno en defensa de objetivos propios.
Según esta tesis, el actual derrumbe de los precios del 'oro negro' solo puede ser organizado por EE.UU., con la complicidad de Arabia Saudita. El objetivo sería bajarlo hasta unos 20 dolares el barril, lo que causaría un daño terrible a los exportadores, en especial a Rusia y Venezuela. Estados Unidos y Arabia controlan el flujo mundial de petróleo, el primero como canalizador mundial y Arabia como primer productor. El objetivo norteamericano de la jugada sería perjudicar simultáneamente a tres países que no le obedecen: Irán, Rusia y Venezuela. El objetivo de Arabia, cómplice de Estados Unidos, es diferente: impedir a cualquier precio que la OPEP reduzca la cuota de producción para que los precios bajos impidan que los grandes países compradores de crudo exploten sus reservas de gas esquisto, viable si el precio del petroleo está alto e inviable si está bajo.
El gas de lutita, también conocido como "gas de esquisto" o gas pizarra (en inglés: shale gas y en francés: gaz de schiste), es un hidrocarburo en estado gaseoso que se encuentra en las formaciones rocosas sedimentarias de grano muy fino. Este tipo de gas natural se extrae de zonas profundas en terrenos donde abunda el esquisto, las lutitas o las argilitas ricas en materia orgánica. El interior rocoso del esquisto presenta baja permeabilidad, lo que impide su ascenso a la superficie. Por ende, para la extracción comercial de dicho gas, es necesario fracturar la roca hidráulicamente.
El shale o roca de esquisto es una formación sedimentaria que contiene gas y petróleo. Su característica definitoria es que no posee la suficiente permeabilidad para que los hidrocarburos puedan ser extraídos con los métodos convencionales, lo cual hace necesario la aplicación de nuevas tecnologías. Estas consisten en inyectar agua a alta presión conjuntamente con la aplicación de agentes de sostén, lo que permite que los hidrocarburos atrapados en la formación fluyan hacia la superficie.
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