El PSOE estaba hundido y derrotado, pero la tibieza del PP le ha proporcionado oxigeno y victoria. Aunque en Andalucía el PSOE ha perdido nueve escaños, ha logrado impedir que el PP gobierne, lo que realmente es una victoria.
En tan solo cuatro meses de gobierno, el PP ha conseguido eliminar casi toda la esperanza que tenían sus votantes en un cambio drástico y regenerador. El PP ha perdido la ocasión de su vida para sacar al PSOE del gobierno y liberar así a los andaluces de un régimen esclavizante, castrante y peligrosamente corrupto.
Los demócratas andaluces tienen derecho a recriminar al PP su cobardía y torpeza a la hora de afrontar el verdadero gran problema de España, que es la regeneración. La derecha ha demostrado en tan solo unos meses que se parece mucho al PSOE, que sabe mentir, que ha aprendido a convivir con la corrupcion y que su impulso regenerador es flojo y decepcionante.
Andalucía, por culpa del descorazonador PP y del espíritu esclavo y corrupto del pueblo andaluz, ha devuelto la vida a un socialismo que merecía ser castigado por haber construido un régimen ineficiente y corrompido.
Javier Arenas, por ultimo, confirma que, después de su cuarta frustración electoral, es un candidato mediocre, incapaz de derrotar a un PSOE que estaba hundido y contra las cuerdas. Volverán a pasar muchos años para que el PP tenga otra oportunidad semejante.
En tan solo cuatro meses de gobierno, el PP ha conseguido eliminar casi toda la esperanza que tenían sus votantes en un cambio drástico y regenerador. El PP ha perdido la ocasión de su vida para sacar al PSOE del gobierno y liberar así a los andaluces de un régimen esclavizante, castrante y peligrosamente corrupto.
Los demócratas andaluces tienen derecho a recriminar al PP su cobardía y torpeza a la hora de afrontar el verdadero gran problema de España, que es la regeneración. La derecha ha demostrado en tan solo unos meses que se parece mucho al PSOE, que sabe mentir, que ha aprendido a convivir con la corrupcion y que su impulso regenerador es flojo y decepcionante.
Andalucía, por culpa del descorazonador PP y del espíritu esclavo y corrupto del pueblo andaluz, ha devuelto la vida a un socialismo que merecía ser castigado por haber construido un régimen ineficiente y corrompido.
Javier Arenas, por ultimo, confirma que, después de su cuarta frustración electoral, es un candidato mediocre, incapaz de derrotar a un PSOE que estaba hundido y contra las cuerdas. Volverán a pasar muchos años para que el PP tenga otra oportunidad semejante.
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